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Chávez y la entrega de los rehenes

Publie le Viernes 11 de enero de 2008 par Open-Publishing

Chávez y la entrega de los rehenes

José Gregorio González Márquez
caminosaltai@hotmail.com

Para el común de los ciudadanos que amamos la paz, la entrega de las rehenes Clara Rojas y Consuelo González por parte de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), es motivo de satisfacción. La voluntad demostrada por el Secretariado de la FARC no deja dudas; existe la posibilidad de realizar un intercambio humanitario y avanzar en la búsqueda de soluciones al conflicto que desangra a Colombia desde 1948. A pesar de los comentarios agoreros, de las burlas, de la inquina con que se trató el primer intento de entrega de los rehenes, ha triunfado la verdad. Los medios de comunicación nacionales e internacionales calificaron la Operación Emmanuel como una burla de la guerrilla colombiana al Presidente Hugo Chávez Frías, a Piedad Córdoba y a los delegados internacionales que participaron. Sin embargo, los hechos han demostrado que hubo un saboteo en la entrega. El acto de desagravio a Chávez solo fue pospuesto mientras se daban las condiciones necesarias para la entrega.

La aplicación del Plan Patriota, el bombardeo de zonas en poder de la guerrilla y la aparición en circunstancias extrañas del niño Emmanuel, impidieron la entrega de Clara y Consuelo a la Misión Internacional de la Cruz Roja y a los garantes del proceso. En la actualidad el Presidente Chávez se perfila como el mediador del conflicto colombiano con mayor posibilidad de éxito. Sabemos que su intención es formular políticas humanitarias que conduzcan a Colombia por los senderos de la paz, de la armonía, de la reconciliación nacional. El trato recibido por el Presidente Chávez Frías de la derecha latinoamericana y el mundo es vergonzoso, produce lástima la manera en que se refieren al hombre que realiza esfuerzos para ayudar a la comunidad colombiana; no dudamos que el perfil de líder exitoso demostrado con sus acciones, preocupa a los lacayos del imperialismo pues incursiona en terrenos que ellos pretenden dominar y que les produce jugosos dividendos con la venta de armamento y tecnología de segunda.

Suponemos que a partir de la liberación de las dos rehenes, el gobierno del hermano país estará dispuesto a establecer conversaciones, a negociar la liberación o intercambio humanitario de los rehenes que aún permanecen en cautiverio. El Presidente Álvaro Uribe está obligado a promover vías pacíficas que fundamenten la llegada de un proceso de paz duradero. Colombia merece un destino en el que sus habitantes abracen la tolerancia, la comprensión y el respeto de los derechos humanos. Uribe debe asumir la conducción de Colombia, alejar al gobierno norteamericano de su territorio, no dejarse manipular por Bush, plantear una salida pacífica, obviar la vía de la violencia.