Portada del sitio > Cuando La Realidad Supera al Realismo Mágico (II ) 99 años del natalicio de (…)
Cuando La Realidad Supera al Realismo Mágico (II ) 99 años del natalicio de Salvador Allende
Publie le Martes 10 de julio de 2007 par Open-PublishingResumen: En la vida suceden hechos y cosas que sobrepasan con creces el realismo mágico de novelas de escritores como Alejo Carpentier, García Márquez, Isabel Allende, Salman Rushdie. En la vida cotidiana de las gentes y de los pueblos suceden hechos y cosas en la que la frontera que separa lo que parece real de lo que parece fantástico es tan sutil y difusa que nos hace pensar que la barrera entre estas realidades no existe y que lo real es tan extraordinario y fantástico que nos da la sensación que es irreal...
Cuando La Realidad Supera al Realismo Mágico (II )
Norton Contreras Robledo
99 años del natalicio de Salvador Allende
El Partido Socialista de Chile forma parte de un gobierno que representa a los sectores que asumieron como propio el proyecto de la dictadura, aplicando algún parche para que siguiera todo igual, adscribiéndose plenamente al neoliberalismo y profundizando en el modelo. Un gobierno que no tiene nada de progresista o de izquierda, sino que es profundamente neoliberal, autoritario y represivo .Un gobierno que ha abandonado su programa de cambios democráticos, manteniendo la misma constitución pinochetista han instalado la inmunidad en todos los planos, convirtiéndose en un gran instrumento de permanencia del modelo.
Cuando el Partido Socialista De Chile privatiza lo que nacioalizara El Gobierno De La Unidad Popular que encabezara el militante de ese partido, Presidente Salvador Allende .Cuando el Partido Socialista de Chile, cuyos militantes en los años del gobierno de la Unidad Popular ( 1970-1973) con fervor revolucionario gritaban en las calles de Chile “¡Crear, crear, poder popular!”. Aprueba hoy resoluciones para que el gobierno de Chile condene al gobierno del Presidente Hugo Chávez por“atropellar la libertad de prensa”. Cuando somos testigo del travestismo ideológico, de la metamorfosis ideológica del Partido Socialista De Chile, Nos quedamos con los ojos abiertos ante la inevitable certeza de que lo real a veces nos parece tan irreal que no sabemos a ciencia cierta si creerlo o no. Es la realidad misma la que con una sonrisa irónica nos dice que una vez más ella, ha superado al realismo mágico .
En el realismo mágico, la fantasía y la ficción se mezclan, se entrelazan con la realidad exagerándola al máximo, de modo que lo real se nos presenta en tonos mágicos o deformados pero que puede ser aceptado e incluso creíble para algunos. Para así mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. En la vida suceden cosas que sobrepasan con creces el realismo mágico de novelas de escritores como Alejo Carpentier, García Márquez, Isabel Allende, Salman Rushdie.
En la vida cotidiana de las gentes y de los pueblos suceden hechos en los que la frontera que separa lo que parece real de lo que parece fantástico es tan sutil y difusa que nos haga pensar que la barrera entre estas realidades no existe y que lo real es tan extraordinario y fantástico que nos da la sensación que es irreal. Como la vida y obra de Salvador Allende. Sobre todo en el Chile de hoy cuando los que fueron sus compañeros del partido socialista de Chile.Han dejado de lado su ejemplo, su legado político. Y se han amputado ideológicamente la mano izquierda para firmar con la derecha, leyes y decretos que favorecen a las clases dominantes, a los capitalistas tanto nacionales como extranjeros. Aplican la ley de seguridad nacional heredada constitución pinochetista, para reprimir a los trabajadores,y encarcelar a los representantes del pueblo mapuche.
En esta situación política, la imagen del Presidente héroe, del revolucionario consecuente , leal a sus ideas, principios morales y políticos . Nos parece tan irreal que por momentos lo fantástico lo mágico supera a la realidad."La irrealidad” de un presidente leal a la promesa hecha a su pueblo, combatiendo, luchando, entre el humo, las llamas y la metralla defendiendo el derecho que el pueblo y los trabajadores le había dado. Defendiendo el gobierno de la unidad popular y las ilusiones y deseos de construir en Chile lo que el denominaba el socialismo a la chilena con sabor a empanada y vino tinto. Defendiendo una constitución usada para destituir a ministros y frenar el avance del gobierno popular. Defendiendo un parlamento en el que los partidos de derecha se habían entregado a la sedición golpista, apoyada y financiada por el imperialismo norteamericano.
Cuando vemos su imagen, cuando leemos , oímos su voz valiente y serena en las que fueron sus ultimas palabras al pueblo de Chile. Nos parece tan irreal que por momentos lo fantástico lo mágico supera a la realidad. Pero es la realidad quien se encarga de recordarnos y decirnos que Salvador Allende es real y está presente en las luchas de los pueblos. En los luchadores sociales y en quienes seguimos soñando y seguiremos luchando por una revolución democrática, por el socialismo.
Salvador Allende fue el iniciador de la revolución democrática en vía al socialismo en Chile, Llevando a cabo realizaciones que no sólo quedaron en el pasado, sino que están en el presente y estarán en el futuro y no sólo para el pueblo de Chile sino para otros pueblos que las hacen suyas..
Salvador Allende Gossens , nacio en Valparaíso, el 26 de junio de 1908, murio combatiendo , el 11 de septiembre de 1973 . Médico y político socialista. Revolucionario consecuente. Fue presidente de Chile entre 1970 y 1973. Salvador Allende Gossens fue el primer presidente revolucionario de América Latina que selló su compromiso político con la Revolución Cubana.
No alcanzó a completar su período, que se extendía hasta 1976, debido al Golpe de Estado de 1973 que lo derrocó e implantó el Régimen Militar en Chile.
Su muerte ocurrió durante el asalto al Palacio de la Moneda .Combatió contra militares, tanques y aviones, con el fusil que le regalara el Comandante Fidel Castro. Sus ultimas palabras .Su muerte en combate , es tan valiente y heroica que nos parece estar frente a un personaje, a un héroe de las novelas del realismo mágico. Pero no lo es, y es real para las gentes y los pueblos del mundo, para los humildes, para los marginados y desposeídos . Para los que siguen fiel a las ideas y principios ideológicos y luchan por una patria socialista, que es el legado político que nos ha dejado . Es tan real que a 99 años de su natalicio Salvador Allende esta presente ahora y siempre.
[1] * En todo caso yo estoy aquí, en el Palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al Gobierno que represento por voluntad del pueblo.
Pagaré con mi vida la defensa de principios que son caros a esta patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltado a su palabra, roto la doctrina de las Fuerzas Armadas.
Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con este ejemplo, para señalar que en este país hay hombres que saben cumplir con las obligaciones que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por la voluntad consciente de un presidente que tiene la dignidad del cargo.
Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos..
Es este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, espero que aprovechen la lección.
Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres el momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras, teniendo la certeza de que el sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición
[1] *) Fragmentos del Último Discurso de Salvador Allende.
Santiago de Chile 11 de septiembre de 1973