Portada del sitio > “ Danos hoy el agua de cada día ”.
“ Danos hoy el agua de cada día ”.
Así se titula la Carta Pastoral suscrita por Luís Infante de la Mora, oms, Obispo Vicario Apostólico de Aysén-Chile. En la carta se plasman las preocupaciones de la Iglesia Católica que trabaja en Aysén. No son preocupaciones novelescas, de allí que hayan sido elevadas a la categoría de Carta Pastoral. En la carta, dice el obispo: “ Me di cuenta que el agua, la “hermana agua”, junto a la “hermana tierra”, son tan esenciales a nuestra vida de cada día, que sin ellas estaríamos atrapados por los tentáculos de la muerte.”.
En Panamá, sin que la Iglesia de arriba se de por enterada, ambas hermanas, Tierra y Agua -y con ellas las personas- están siendo asediadas, contaminadas, maltratadas, violadas, vendidas, ultrajadas, destruidas y acaparadas. En Panamá, las comunidades campesinas e indígenas ven su entorno de Agua y Tierra destruidos por los proyectos de muerte que encierra la minería a cielo abierto y la proliferación de represas.
Sobre el poder político, la Carta Pastoral del Obispo, Vicario Apostólico de Aysén-Chile, señala en el punto 3.2 lo siguiente:
“La supremacía del poder económico hace que le sea servil el poder político. Las ideologías han perdido fuerza y vigencia. Los partidos políticos se diferencian sólo por el nombre y por el énfasis que quieren darle a la concretización del mismo modelo económico neoliberal. La sed de poder político y económico facilita los hechos de corrupción. En la administración del Estado pareciera que da lo mismo el partido (o los partidos) que gobiernen, pues deben enmarcarse en un modelo que pareciera no tener alternativas, donde las decisiones que toma el Ministro de Hacienda de los Estados tienen una relevancia decisiva e incuestionable. Se deriva así un Estado que sólo se limita, en el lenguaje gubernamental, a administrar la llamada “Institucionalidad vigente”.
La política, como proyección de grandes utopías y atrayentes proyectos de bien común, parece estar ausente de los programas partidistas. Se desperfila así la identidad de los partidos.
Con enorme facilidad, el acceso al poder político se consigue por las influencias y gracias al poder económico.
No es extraño, entonces, que sobre todo los jóvenes reduzcan su interés en incorporarse a algún partido político, prefiriendo participar con mayor convencimiento y generosidad en organizaciones de bien público, solidarias, culturales, religiosas, medioambientales, deportivas,…”.
Sin mucho esfuerzo, lo señalado en la Carta Pastoral de Aysén (Chile), se puede aplicar al poder político en Panamá, pero acá, la jerarquía mantiene el mismo discurso superficial de los poderes económicos llamando a votar en “conciencia” o “votar por el mejor” sabiendo que estamos ante otra de las farsas y estafas electorales del sistema de la partidocracia panameña.
Las superficialidades de la Iglesia en Panamá
En Panamá, otra es la historia y otras son las preocupaciones novelescas de la jerarquía de la Iglesia Católica. La jerarquía tiene la lupa puesta en el control absoluto, para que no se salga ningún cristiano de los rediles de un templo y un “cristo” que mantienen crucificado y al servicio de los poderes. Cualquier actividad que favorezca la organización popular o el acompañamiento de la gente empobrecida es reprimida y perseguida con saña, alevosía y ventaja.
Preocupados por el negocio y el dinero
La historia de Fe-TV Canal 5 , una canal de televisión en manos de la jerarquía de la Iglesia Católica panameña, revela como éste medio de comunicación fue estrangulado en su capacidad de compromiso, de educación e información hasta convertirlo en otra televisora del montón, manipuladora de la opinión pública trabajando para mantener a la gente atada al sistema de dominación. Hasta la fecha, ni Canal 5, ni la jerarquía que lo dirige, erigida como dueña del negocio, han aclarado preguntas de fondo sobre los dineros del pueblo manejados por este canal que pasó de la “buena televisión” al buen negocio.
Dándole continuidad a las extrañas y diabólicas preocupaciones de la jerarquía de la Iglesia Católica que trabaja en Panamá, también está el caso de la destrucción del equipo nacional de Pastoral Social-Cáritas a manos del testaferro del obispo auxiliar Pablo Varela Server . Más resiente, tenemos la expulsión de los misioneros Claretianos de la diócesis de Colón-Kuna Yala.
En Cáritas Panamá, la ficha nombrada por Pablo Varela Server despidió a la mayoría del equipo, a quienes llevó a los tribunales de trabajo en donde les arrebató el 50 por ciento de sus prestaciones, aseguradas en los fondos de contingencia de la institución. Los que no fueron despedido han terminado renunciando hastiados de la corrupción que parece estrangular este organismos de la Iglesia Católica.
Ya no guardas las huellas de compromiso
Entre los ex funcionarios se comenta que los fondos de la institución, varios cientos de miles de dólares , comprometidos para ayudar y acompañar las luchas comunitarias, han sido dilapidados por la administración Varela-Carrasquilla; la irregularidad en el pago de los salarios ha obligado a renunciar a varios de los nuevos contratados. También se comenta que la institución, aquí en Panamá y en Centro América, anda maga por hombro, mirándose el ombligo y sin asumir el compromiso cristiano. Eso sí, obedientes y fieles al obispo auxiliar, actitud servil que nada tiene que ver con el auténtico compromiso cristiano.
Los favores a la ACP
El estado libre asociado de la prepotente Autoridad del Canal de Panamá, ACP, está ligado al desmantelamiento del equipo nacional de PS-C y el trabajo que realizaba en Panamá y Centroamérica. No es una casualidad que mi despido haya sido 56 días antes del referéndum para imponerle a los panameños el escandaloso negociado de la ampliación del Canal de Panamá. Tampoco es una casualidad la expulsión de los misioneros claretianos en el momento en que la lucha comunitaria en contra del avance de la Minera Petaquilla arreciaba.
Las desamparadas hermanas Agua y Tierra
Hoy, gracias a las acciones de la jerarquía, la Minera Petaquilla destruye la tierra, contamina las aguas y violenta los derechos de las comunidades campesinas, sin la presencia molesta de los misioneros claretianos. Para completar el plan, el obispo de Colón y Kuna-Yala persigue en Costa Abajo, como si fueran los mismos demonios inventados de la edad media, la organización de las Comunidades Eclesiales de Base.
En este mismo envió de Panamá Profundo podrán leer la experiencia y las conclusiones de Ito Maraver -misionera expulsada por el obispo Audilio- después de visitar comunidades de Costa Abajo y El Lago. Lo que ha visto y oído es un escándalo que clama al cielo.
Así van y así son algunas de las preocupaciones que conmueven las fibras y “la bolsa de valores” de la muy católica jerarquía de la iglesia que “trabaja” en Panamá. Padre Nuestro… cuando vas a librarnos tus representantes en la Tierra. Danos hoy, obispos como Monseñor Romero y sacerdotes como Héctor Gallego y, líbranos Señor, de los obispos “nuestros” de cada día.
Héctor Endara Hill
Colectivo Panamá Profundo
AQUÍ: Carta Pastoral: “ DANOS HOY EL AGUA DE CADA DIA ”.