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Desastres en Panamá: Minería, embalses, represas y ANAM

Publie le Martes 2 de diciembre de 2008 par Open-Publishing

La mano de los poderes

Al fin y al cabo, las pésimas políticas ambientales encuentran su origen en determinadas personas erigidas como autoridad por determinados gobiernos. Estos gobiernos y estas personas no pueden pasar agachadas, tiene que asumir su parte, ante la configuración evidente de los desastres que están acabando con los ecosistemas y muchas vidas en Panamá.

El desastre de los poderes

Lo menos natural, son los llamados desastres causados por inundaciones, en un país que tiene como característica lluvias abundantes. La depredación de bosques, las múltiples concesiones mineras, el inaudito desorden en la construcción -en ciudades y campos-, la irresponsable promoción de represas para hidroeléctricas y otras tantas aberraciones ambientales están en la base de lo que fácilmente, funcionarios y medios de comunicación, llaman desastres “naturales”.

La naturaleza es víctima

Nada de natural tiene la destrucción de la naturaleza. Ella no se está cobrando –como insistentemente repiten- el daño que le hacemos. Lo que ocurre es responsabilidad directa de las autoridades competentes que, con su actuación, y su omisión, han ido creando todas las condiciones para que el desastre –pérdida de vidas humanas y la destrucción de infraestructuras- lo tengamos encima.

El lucrativo negocio de la construcción

Aún no hemos cosechado toda la maldad que irresponsablemente hemos estado sembrando. ¿Qué van a decir cuando -Dios no lo quiera, pero los funcionarios sí- ocurra una desgracia en el cinturón de torres de condominios que han levantado a lo largo de la Avenida Balboa y Punta Paitilla, con todos los permisos y aval de todas las autoridades? No podrán decir que ellos no son responsables, o que se trata de un desastre natural… las cartas del desastre anunciado, en este exclusivo sector de la ciudad, están echadas. Las autoridades, y no la naturaleza, son responsables del desastre –muertes y destrucción- que allí pueda suceder en cualquier momento. El Cuerpo de Bomberos de Panamá ya ha señalado lo peligroso de la situación, sin que nadie diga ni haga nada al respecto.

Profunda inconciencia

¿Cómo si ellos, sus hijos y sus nietos no vivieran en el mismo país o en el mismo planeta que, con sus estúpidas decisiones están acabando? ¿Cómo si ellos y sus descendientes no estuvieran afectados ya por la destrucción del medio ambiente y por el daño irreversible que ellos, con sus decisiones absurdas, están provocando?

De nada le servirá lavarse las manos

Como dice el refrán: “tan culpable es el que mata la vaca como el que le sostiene la pata” . Todas las autoridades e instituciones del gobierno que tiene que ver con Minera Petaquilla son cómplices y participes del desastre y la destrucción de los ecosistemas de la Nación panameña que esta empresa está devorando. Las arbitrariedades y atropellos que Minera Petaquilla a cometido, prácticamente en todos los ámbitos, no han sido suficientes para que la ANAM cumpla con su trabajo.

Hipotecando el futuro

La ANAM y la gente que hoy está al frente, Ligia Castro y su equipo de ambientalistas, expertos legales, ingenieros y demás “guardianes” del ambiente, son los responsables, al mismo nivel que Minera Petaquilla, de la destrucción de bosques primarios; de la contaminación de las aguas y de los daños causados a las comunidades campesinas e indígenas. Ellos -los de la ANAM- como si fueran dueños de los ecosistemas y de las generaciones futuras, toman decisiones que se constituyen en la crónica de una muerte anunciada.

De nada le sirve a la naturaleza el laberinto jurídico ambiental

En un artículo publicado en La Prensa el sábado 29 de noviembre, “Aplicación del derecho ambienta” , Harley Michell Morán -asesor legal de la Anam-, afirma que: “El adornar de retórica o calificativos a un agente contaminante no soluciona ningún problema ambiental, sino que le añade un matiz de violencia y desasosiego”. Un día después de la publicación mencionada, el mismo diario, trae la noticia -que podrán leer abajo- “ANAM avala proyecto Petaquilla Gold” . No existe adjetivo que pueda calificar la magnitud del crimen ecológico contenido en las decisiones de la ANAM. Esta es la primera y verdadera violencia que está sembrando desasosiego en todo el país. Mientras los “agentes contaminantes” hacen de las suyas a diestra y siniestra, la ANAM adorna de retórica y calificativos los fallos que avalan la destrucción de los ecosistemas.

¿De qué le sirve al país que la gestión ambiental panameña cuente con un marco legal muy bien estructurado, como señala el asesor legal de la ANAM , si a la hora de la verdad, la misma ANAM, institución encargada de que se cumpla con ese marco legal, favorece con su inmovilismo y sus fallos la evidente destrucción de los ecosistemas?

Los responsables de los desastres deberán ser juzgados

En un país con sólidas instituciones democráticas y con una ciudadanía probada, este tipo de actuaciones tendría que ser penalizadas. Los funcionarios y funcionarias al frente de las instituciones del Estado que, en los hechos, contribuyan a la conformación de los desastres que tantas vidas y daños les causan a la Nación , deben ser juzgados y condenados severamente como responsables de lo que erróneamente llaman desastres “naturales”.

Héctor Endara Hill
Colectivo Panamá Profundo

01.12.2008

LO PUBLICADO EN EL DIARIO LA PRENSA

hoyporhoy

Panamá, domingo 30 de noviembre de 2008

La política de explotación de los recursos mineros –si acaso existe alguna– es una vergüenza. El subsuelo de toda la Nación ha sido inescrupulosamente cedido a cuanto aventurero con suficientes conexiones políticas existe.

Se han dejado de lado los intereses económicos del Estado, sobreponiendo los de los explotadores, sin medir el daño irreparable que causarán sobre miles de hectáreas de selva virgen, arrasando con la biodiversidad de flora y fauna, y contaminando por siglos las fuentes de agua de una enorme porción del territorio nacional. ¿Debe el riquísimo –pero frágil– tesoro natural perderse para siempre en beneficio del dudoso mercado minero?

Con la aprobación del estudio de impacto ambiental dado por la Autoridad Nacional del Ambiente se abre una puerta peligrosísima, amenazando sin escrúpulos el futuro de parte de nuestra herencia natural, solo para beneficiar a unos cuantos bolsillos. Tanta complacencia en el Gobierno resulta sospechosa, en especial porque los propietarios de esta concesión han hecho ya gala de un irrespeto inaudito a los requisitos más básicos en el desarrollo de su proyecto. El mensaje enviado con este desacierto habla por sí solo: el país está a la venta al mejor postor.

Panamá, domingo 30 de noviembre de 2008

TRAS SANCIONAR A LA EMPRESA , ANAM APRUEBA ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL

Las contradicciones en el caso Petaquilla

La compañía estaba obligada a pagar una fianza ambiental antes de iniciar la construcción de la mina, sin embargo, lo hizo tres años después.

JOSÉ ARCIA

jarcia@prensa.com

Las decisiones de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) con relación a Petaquilla Gold no tienen sentido para el Centro de Incidencia Ambiental (Ciam), que criticó la aprobación -el 26 de noviembre- del estudio de impacto ambiental del proyecto en Colón.

“Resulta sorprendente y a todas luces contradictorio, que la Anam avale la continuación de las labores de una empresa que, no solo ha provocado graves afectaciones al entorno natural donde viene realizando sus operaciones, sino que ha irrespetado sistemáticamente la institucionalidad ambiental”, señala un comunicado.

Una semana antes, la Anam sancionó con un millón 934 mil 694 dólares por daños ecológicos e incumplimiento a las normas ambientales, pero la empresa pidió la reconsideración de la medida, y la entidad aún no ha decidido.

Por otro lado, según la resolución que aprueba el estudio de impacto ambiental, Petaquilla Gold debe consignar a favor de la Anam una fianza de $4 millones 374 mil para garantizar la reparación de daños en caso de incumplimiento del Plan de Manejo Ambiental, y otra fianza de $10 millones por posibles daños ambientales.

iNCUMPLE CONTRATO LEY

La concesión para exploración y explotación de minerales metálicos en el distrito de Donoso, en Colón, se hizo a nombre de Minera Petaquilla, de capital canadiense-panameño. Más tarde, la empresa cedió parte de la concesión a Petaquilla Gold, de capital panameño. Finalmente, hace una semana Minera Petaquilla cambió su nombre a Minera Panamá, y dejó fuera a los socios locales.

Minera Petaquilla, antes de ser controlada por los canadienses, no solo empezó la construcción de su proyecto en Cerro Petaquilla sin estudio de impacto ambiental, sino también sin haber pagado la fianza de $3 millones por daños ambientales que establece el contrato ley.

El contrato de 1997 establece que debía consignar la fianza al iniciar la construcción de la mina, pero completó el pago tres años después de iniciar operaciones.

A principios de 2005, Minera Petaquilla empezó la operación de su proyecto - tras siete años suspendido- y en abril de 2006 se consignó una fianza por $750 mil por daños ambientales. La suma fue cancelada por Petaquilla Gold, cuyo presidente es Richard Fifer.

El pasado 19 de marzo, Minera Petaquilla consignó el resto de la fianza ($2 millones 250 mil ), según información del Ministerio de Comercio e Industrias.

El contrato establece que la fianza debe remitirse también a la Contraloría , pero esta no tiene constancia de los pagos. Así lo indica en una carta enviada al Ciam en octubre, en respuesta a una petición de ese organismo.

Este diario pidió una entrevista a representantes del Mici y respondieron con documentos sobre el tema. Entre estos, una carta, fechada el 31 de marzo de 2008, de Jaime Roquebert, director de Recursos Minerales, al entonces titular del Mici, Alejandro Ferrer. Ahí explica que el contrato ley le permite a Minera Petaquilla ceder parte de la concesión y las responsabilidades de esta. Por ello, Petaquilla Gold asumió los $750 mil de fianza.

Además se solicitó una entrevista con representantes de la empresa, y aunque se comprometieron a aceptarla, después no fue posible localizarlos.