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EVIDENCIAS HISTORICAS DEL BOLCHEVISMO
Publie le Sábado 12 de mayo de 2007 par Open-Publishing1 comentario
Es una evidencia histórica irrefutable que Trotski fue, desde 1903 hasta agosto de 1917, un liquidador y un menchevique y que lanzó una sucia campaña contra los intentos de los Bolcheviques de construir un Partido revolucionario del proletariado. La mayoría de los trotskistas guardan un sospechoso silencio sobre la figura de Trotski en este período, o se afanan en excusarlo. Es en cualquier caso gratificante encontrar a algunos ardientes trotskistas que condenan el menchevismo, oportunismo, fraccionalismo y centrismo de Trotski durante este período. La ‘Liga Comunista Internacional’ (ICL), que se proclama heredera oficial de la cuarta internacional (La Cuarta Internacional ‘oficial’, por supuesto, aunque cada uno de los miles de grupúsculos trotskistas de considera heredero de la cuarta internacional y al resto unos farsantes- risible fenómeno que me recuerda a La Vida de Brian),publica su revista teórica ‘Spartacist’. En el número 45-46 de la edición inglesa (Invierno 1990-1991) Daniel Dauguet, miembro de la ICL, comentó la publicación en inglés de una biografía de Trotski publicada en 1988 por Pierre Broué, profesor de ciencias políticas de la universidad de Grenoble, también trotskista, y según Dauguetmiembro “de la ostensible tendencia trotskista lambertista de Francia”. Broué caracteriza a Trotski de ‘freelancer’ [independiente, que va por libre. NT] lo que provoca la indignación de la ICL. Veamos lo que escriben al respecto:
“Trotski: un freelancer”
El tratamiento que hace Broué del periodo comprendido entre la ruptura entre Bolcheviques y mencheviques (1903) y la Revolución de Octubre es de gran importancia ya que en él expresa sus opiniones sobre los debates de la socialdemocracia rusa sobre la forma, naturaleza y estructura que debe tener el Partido revolucionario para tomar el pode. A partir de la ruptura en 1903, Trotski se convierte, según Broué, en un “Freelancer dentro del Partido”
Broué aprecia a Trotski por este hecho, que considera la causa del rol de líder que jugó en la revolución de 1905 como miembro clave del soviet de San Petersburgo y el uso propagandístico brillante que se le dio a su juicio tras la derrota de 1905: “Liberado de las obligaciones de las diferentes fracciones, y a buena distancia de los flujos y reflujos que se daban entre las dos corrientes principales, satisfecho de la posición unitaria y conciliadora cuya victoria le parecía segura en el futuro, Trotski tenia las manos libres para dedicar su atención a otros sucesos que estaban teniendo lugar en Rusia. (Broué p.97) Tras leer esto, se puede sacar la conclusión de que la lucha de Lenin contra los mencheviques era irrelevante,o quizá excluyente conparticipar en los acontecimientos de la lucha popular de la época. Lo que es más, Broué considera el papel conciliador de Trotski entre mencheviques y bolcheviques como ejemplar.
Broué también explica que Trotski había sido partidario del CC y del centralismo desde su deportación a Siberia, y que se le tenía por uno de los hombres de confianza de Lenin, pero olvida que en 1903 comenzó una lucha programática contra Lenin sobre el papel del Partido. Por ejemplo, Trotski no aceptaba la soberanía de los congresos “El congreso controla, registra, pero no crea”(Informe de la delegación de Siberia, 1903) A pesar de que las implicaciones de esta diferencia no estaban claras en aquel momento, las diferencias sobre el papel y el modelo de Partido de 1903 eran fundamentales. La posición federalista de Trotski se puede observar en el Informe de la delegación de Siberia, en el que rechaza la definición Bolchevique de miembro del Partido, según la cual es militante aquel que participa en alguno de sus órganos. Trotski apoyaba la definición menchevique de miembro del Partido, según la cuál lo era cualquiera que ayudase al Partido, es decir, no consideraban necesario aceptar los estatutos o las decisiones de los congresos para poder actuar en nombre del Partido.
Broué valora positivamente esta ‘independencia’ de Trotski, y solo menciona de pasada que Trotski se equivocaba en la cuestión del Partido. Lo que él dice no es nada comparado con lo que más tarde escribirá el propio Trotski sobre su actitud: “Las profundas diferencias que tuve con los bolcheviques durante mucho tiempo se basaban en la posición respecto a los mencheviques. Yo partía de la perspectiva, totalmente incorrecta, de que el curso de la revolución y la presión de las masas proletarias forzarían en último término a las dos facciones a volver a la misma senda, y por lo tanto consideraba la ruptura como una dispersión innecesaria de las fuerzas revolucionarias. Dado que el papel más activo en la ruptura fue de los bolcheviques – ya que desde el punto de vista de Lenin (que la historia a probado correcto)solo la clara diferenciación entre bolcheviques y mencheviques, no solo ideológica sino organizativa también, permitiría construir el Partido proletario y revolucionario- mi posición conciliadora me llevo en muchos casos a enfrentamientos con los bolcheviques”. (Trotski, Nuestras diferencias, 1924).
El centro y la derecha tradicional del POSDR estaban encantados de utilizar el nombre y la brillante capacidad periodística de Trotski como una tapadera de izquierdas para sus propios intereses y un arma contra Lenin. Como escribe Broué “Trotski tenía buenas relaciones con Kautski y con el ‘centro’ de la socialdemocracia alemana al menos hasta 1912. Kautski, para gran irritación de Lenin, abrió las páginas de ‘Die Neue Zeit’ y ‘Vorwarts’ a Trotski”
Broué también constata las buenas relaciones de Trotski con los austro-marxistas de Viena, apuntando que rápidamente se convirtió en “el representante incontestable de la colonia socialdemócrata de Viena” de 1909 a 1912. Broué no presta atención al hecho de que durante ese periodo Rosa Luxemburg veía a Trotski como un ‘personaje sospechoso’ y un ‘individuo dudoso’, sin duda debido a sus relaciones con la derecha de la socialdemocracia alemana.
La actitud de Broué hacia Trotski sobre este periodo se ve claramente en su tratamiento del infame Bloque de Agosto. El ‘Pravda’ de Viena, editado por Trotski, intentaba conciliar a Mencheviques y Bolcheviques- Broué cita con aprobación al anticomunista Leonard Schapiro, que prefería el ‘Pravda’ de Viena a la prensa Bolchevique por no ser tan ‘polémico’. Un acuerdo de 1910 entre facciones resolvió que los bolcheviques darían apoyo financiero al ‘Pravda’ de Viena, y Kamenev sería el responsable de administrar los fondos. El acuerdo contemplaba también los bolcheviques se librarían de su ala más izquierdista y los mencheviques de su ala más derechista. Los mencheviques no respetaron el acuerdo, y en la polémica que se generó Trotski se posicionó con los mencheviques, librándose de Kamenev. Los artículos de Trotski, dirigidos a militantes rusos no familiarizados con la disputa, denunciaban a los bolcheviquescomo conspiradores de ‘emigrante pandillero’. Kautski solicitó y publicó en varias ocasiones artículos de Trotski contra los bolcheviques, lo que provocó agrias contestaciones de Lenin, Rosa Luxemburg y Plekhanov. Cuando el congreso Bolchevique en Praga en 1912 proclamó que representaba al Partido al completo, Trotski organizó una conferencia de ‘unidad’ en Viena en Agosto.
“Para Trotski, la conferencia debería de haber sido de unificación general, la reunificación del Partido. La ausencia de los bolcheviques redujo a los participantes a un bloque contra ellos, al que bautizaron como el ‘Bloque de Agosto’. Los socialdemócratas polacos y Plekhanov no asistieron... El regreso de Trotski a la ‘arena’ de las facciones resultó ser de lo más desafortunado. Independientemente de sus intenciones y a pesar de sus precauciones, las posiciones que tomó tras la conferencia de Praga y su papel en el Bloque de Agosto le hicieron parecer, muy a su pesar, el núcleo de un grupo contra los bolcheviques y un partidario indirecto de los liquidadores”
Está claro que la interpretación de Broué sobre el papel de Trotski en el Bloque de Agosto es errónea. Que Trotski calificara a los Bolchevique de emigrante pandillero da una idea clara de que lo que denominaba ‘unificación general’ pretendía ser un filo con el que atacar a Lenin. Trotski no parecía ser el centro de la coalición anti-Bolchevique, lo era. Las acciones de Trotski no le colocaron donde estuvo ‘muy a su pesar’, sino que fueron un ejemplo más de su actitud hacia los bolcheviques de 1903 hasta 1915 por lo menos.
El estallido de la primera guerra mundial y la traición de los partidos de la segunda internacional, que apoyaron a sus gobiernos en la guerra, cambiaron los alineamientos y forzaron nuevos posicionamientos y reagrupamientos en el movimiento obrero internacional. Tanto Lenin como Trotski lucharon contra la guerra imperialista y ambos acudieron a la cumbre de socialistas contra la guerra realizada en Zimmerwald,Suecia, en septiembre de 1915” (pp. 35-36).
Hay que aclarar que la afirmación anterior es falsa, ya que frente al slogan Bolcheviquede derrotar al gobierno propio en la guerra imperialista Trotski cantaba su slogan chovinista reclamando ‘ni victoria ni derrota’ (Neither victory nor defeat). Ya se han citado en este libro pasajes de Lenin en los que denuncia las posiciones Kautskistas de Trotski en Zimmerwarld, pero eso no es lo importante en este momento, continuemos con el texto de la ICL:
Broué defiende que tras la reunión de Zimmerwald, a pesar de los desacuerdos entre Trotski y Lenin, hubo un “razonable acercamiento progresivo entre dos hombres que realmente solo habían estado enfrentados por la ruptura de 1903, que desde hacía ya tiempo estaba superada” Lo que Broué ‘olvida’ es que Lenin nunca se arrepintió de la ruptura de 1903, al contrario, a partir de la ruptura desarrolló una concepción teórica sobre la necesidad de los cuadros revolucionarios de organizarse en un Partido de vanguardia, separado de centristas y reformistas. Trotski aceptó este punto de vista de manera definitiva en 1917. Hay cierto anacronismo, que evoca las peores tradiciones de la política francesa, en presentar a Trotski como un simple freelancer, una estrella, un líder de hombres, demasiado ocupado dando brillantes discursos como para ocuparse de las luchas de las diversas facciones entre bastidores, demasiado ocupado para haber sido un hombre de Partido.Trotski formó parte de una facción hasta 1917, formó parte de la facción que estaba equivocada. Su programa de conciliación nunca podría haber forjado el ‘sector inmovilista’, que había de liderar al Partido hacia la toma del poder. (p34)
Bien dicho, señores de la ICL, no es necesario añadir ni una coma a estos comentarios.
Estas afirmaciones no evitan que los señores trotskistas de la ICL afirmen con total convicción que el mejor preparado para llevar adelante un programa Bolchevique tras la muerte de Lenin era Trotski, frente a los ‘usurpadores estalinistas’. Extraña lógica la que afirma que Trotski, el menchevique liquidador, que dedicó dos décadas a combatir a muerte el leninismo, estaba más capacitado para llevar adelante el auténtico programa Bolchevique que alguien como Joseph Stalin, que había dedicado esas dos décadas a construir ese programa leninista.
Mensajes
31 de mayo de 2007, 22:23, por Vigilante
Pueden hablar de todo contra Stalin, pro una cosa es la verdad: Ese señor fué quien organizó y hiso crecer a Rusia y demás países comunistas y la URSS, y ganó la guerra. Si no hace lo que hizo, desde el principio los hubieran liquidado. La cosa era clara y Stalin lo vió así: o los liquidaban a ellos y el mismo lo ahorcaban, o ellos eran los que ganaban y seguian adelante. Stalin hizo lo que tenía que hacer: acabar con los que querían acabar con el. Les ganó, llevó a Rusia y la URSS a ser una potencia, derrotó a Alemania y punto. Trotsky no fué máS QUE UN INSTRUMENTO DE LOS enemigos de la Rusia URSS comunista.