Portada del sitio > Grecia

Grecia

Publie le Martes 23 de diciembre de 2008 par Open-Publishing

César Rojo/ Barcelona
Aquí abajo se respira rebeldía, pero si miras hacia arriba, y respiras: huele podrido, a sangre, a esa violencia del Estado que tanto suele emplear para resolver las exigencias que abajo le reclaman.

La rebeldía que se vive en Grecia me recuerda a Chiapas, a los pueblos rebeldes zapatistas; me recuerda al pueblo valiente de Atenco, y también me recuerda al extraordinario movimiento social y político de Oaxaca. Y me recuerda a más a lugares y gentes luchadoras donde estuve, y otras donde no estuve pero supe y sé de ellas.

Ya lo han dicho otras voces, la rebeldía de los jóvenes griegos, que se vive en estos días, no surgió sólo para exigir justicia por la muerte de Alexis Grigoropulos, de 15 años, asesinado por un policía la noche del 6 de diciembre en el barrio de Exarjia, en Atenas (la antigua ciudad griega que dio al “mundo” la “democracia”), las manifestaciones de estos jóvenes, que se identifican en su mayoría como anarquistas y libertarios, se originó también porque ya están cansados de la hipocresía y la represión del gobierno. No es la primera vez que matan a uno de los suyos, no es la primera vez que salen a las calles para gritar y defender sus espacios y apoyar otras luchas.

El barrio de Exarjia cuenta con una larga tradición de resistencia, es un sitio donde se reúnen políticos de izquierda, críticos del gobierno, colectivos, organizaciones sociales, y sí, también ahí ha llegado la palabra zapatista, y muchas personas son adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y la Otra Campaña en México.

Hace unos días, el colectivo “Espiral de solidaridad, semilla de resistencia” en Atenas (adscrito a la Sexta) publicó una carta que dice: “cada día sufrimos la represión, el terrorismo de Estado, contra cada inmigrante asesinado en las fronteras, torturado en las comisarías, contra cada rebelde que lucha contra todo tipo de explotación y dominio, contra la miseria económica impuesta por el Estado y el capital.”

“Los medios comerciales y oficiales dicen que somos “enemigos de la democracia”, ya que perturbamos la regularidad y la paz social que ha impuesto el sistema capitalista. Su “democracia” es la sumisión a las leyes del mercado, a la aceptación de una sola perspectiva, la obediencia al poder. Y la única “libertad” que nos conceden es para escoger cómo vamos a morir”.

“Estos días vivimos un levantamiento. Siendo parte del espacio anarquista, antiautoritario y libertario nos encontramos desde el primer momento en la calle con alumnos, estudiantes, trabajadores, parados e inmigrantes, con los de abajo, que ocupan escuelas, facultades, ayuntamientos, oficinas municipales y estatales, bloquean calles, participan en marchas y enfrentan juntos a las fuerzas represivas.” “Exigimos todo lo que nos han privado, todo lo que nos han saqueado”.

Como la rebeldía de Chiapas, Atenco y Oaxaca en México, ahora la Grecia rebelde recibe la solidaridad desde varios países; ha habido manifestaciones de apoyo en diversas ciudades de Europa y América.

Aquí en Barcelona ya hubo dos, y en ambas concentraciones, la policía montó un fuerte operativo policíaco que resultó en golpes y detenciones contra los jóvenes que se salieron a las turísticas calles del centro barcelonés. En los dos operativos la policía utilizó elementos de seguridad vestidos de civil, autos, camionetas, helicóptero, gases, armas, toletes y provocación como estrategia para generar enfrentamientos.

El Estado tiene miedo de que las movilizaciones en Grecia se reproduzcan en otras ciudades. Para detenerlo usa toda su fuerza bruta. Arriba, apesta a violencia. Abajo, sí, se respira rebeldía, que necesita organización y apoyo. En otra carta, leída en el funeral de Alexis, los jóvenes griegos escribieron estas palabras a sus padres y mayores:

“Ayúdanos, apóyanos. No somos terroristas encapuchados (…) somos tus hijos, tus hijas. Soñamos, no mates nuestros sueños (…) Recuerda. Una vez también fueron jóvenes. Recuérdenlo. Ahora persigues el dinero, te preocupas sólo por evadirte. Esperamos que mostraras un poco de interés por nosotros; que nuestros padres nos hicieran sentir orgullosos. Pero nada. Vives una vida de mentira; agachas la cabeza y esperas el día de tu muerte. Ya no tienes imaginación, ya no te enamoras, ya no crees. Sólo vendes y compras. Lo material en todas partes. El amor y la verdad en ningún lado”.