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JUVENTUD Y PAZ

Publie le Lunes 27 de agosto de 2007 par Open-Publishing

Juventud y Paz
En estos días de fines de agosto están reunidos en Caracas, en un clima meteorológica y políticamente agitado, representantes de dos de las más importantes organizaciones internacionales que surgieron a raíz del triunfo de la coalición anti-fascista formada en el curso de la II Guerra Mundial.

Me refiero a la Federación Mundial de la Juventud Democrática, de siglas ampliamente popularizadas como la FMJD, y el Consejo Mundial de la Paz, (CMP), organizaciones ambas no gubernamentales, aunque en realidad sí representativas de las corrientes ideológicas más progresistas, con orientación antimperialista y franco respaldo del para aquella época naciente campo socialista.

Es bueno recordar que la humanidad acababa de vivir una tragedia de inmensas proporciones, con pérdidas de vidas que se calcularon en no menos de cincuenta millones de muertes, y en lo económico, de una magnitud incalculable. Naturalmente, la principal aspiración de todos los pueblos del mundo, que en mayor o menor grado habían tenido tan triste experiencia, era que no se repitiera más nunca algo semejante.

El anhelo de paz, de una paz permanente, verdaderamente justa y en correspondencia con los principios por los cuales se había movilizado una significativa mayoría de la humanidad durante esa guerra, inspiró la creación de poderosas organizaciones de masas que actuando a escala internacional dieran efectivo respaldo a la entonces recién aparecida Organización de Naciones Unidas (ONU), en el preámbulo de cuya Carta se lee lo siguiente:

“Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas.... resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la humanidad sufrimientos indecibles,...”

En tal contexto, y cuando ya se notaban las primeras señales de muy serias amenazas a la paz a partir del fatídico discurso del ex primer ministro británico Winston Churchill en Fulton, Missouri, USA, que se considera como el inicio de la guerra fría contra la URSS, resultaban muy lógicas las preocupaciones que motivaron la creación tanto de la FMJD como del CMP.

Y cito en primer lugar la FMJD no sólo por haber sido fundada ya en 1945, justo al finalizar dicha guerra, sino por ser precisamente los jóvenes quienes más se sentían amenazados por un nuevo conflicto de magnitud mundial. Luego, dos años más tarde, la misma FMJD organizó un Festival Mundial de la Juventud, que tuvo lugar en la ciudad de Praga, capital de la recuperada República Checoslovaca, en el mes de agosto de 1947, hace ahora exactamente 60 años.

Dicho Festival, iniciador de una feliz tradición que ha tenido su XVI versión el año 2005 acá en Venezuela, fue la primera gran manifestación internacional por la paz en la posguerra, y me permito decir aquí, en lo personal, que me tocó ser el único latinoamericano que trabajó en el comité preparatorio de ese festival, comité en el cual estuvieron representados unos quince países de todos los continentes. Con tal motivo, permanecí en la inolvidable Praga desde mayo hasta octubre de 1947, y por eso no estuve presente en el Primer Congreso de la Juventud Comunista de Venezuela (JCV), celebrado en Caracas del 12 al 16 de septiembre de ese año.

Asimismo, puedo decir que en el ahora reaccionario diario El Nacional, de Caracas, en su edición del día 2 de agosto de 1947, apareció un artículo mío enviado desde Praga, titulado: Del Festival de Praga, Gran Manifestación de la Juventud en favor de la Paz.

Puedo igualmente añadir que al fundarse dos años después, en 1949 y con congresos simultáneos en París y Praga, el movimiento que tomó el nombre de Consejo Mundial de la Paz (CMP) de inmediato ingresé en él como miembro del Consejo Venezolano por la Paz presidido por uno de los más eminentes venezolanos del siglo XX, el General José Rafael Gabaldón.

Juventud y Paz, son para mí voces sinónimas, y hoy me regocijo viendo a sus representantes actuales reunidos acá por la Revolución Bolivariana.