Portada del sitio > La agresión del gobierno colombiano

La agresión del gobierno colombiano

Publie le Martes 4 de marzo de 2008 par Open-Publishing

La agresión del gobierno colombiano

José Gregorio González Márquez
cainosaltair hGV hotmail.com

Las acciones tomadas por el gobierno colombiano bajo la dirección de Bush ya no nos sorprenden. La agresión que fue objeto la hermana República del Ecuador el pasado sábado, demuestra el ánimo militarista en el que se debate el presidente Álvaro Uribe y sus lacayos para mantener su hegemonía en el poder. La soberanía de Ecuador, ultrajada con el pretexto de la legítima defensa, no puede usarse para legitimar los oscuros intereses que persiguen los Estados Unidos en su búsqueda de posesionarse del petróleo de otros países del mundo. Es lamentable que Uribe lleve al pueblo colombiano al borde de una guerra; su pensamiento belicista no le permite vislumbrar las consecuencias nefastas que traerá para América Latina la presencia de una conflagración.

No dudamos que la determinación de bombardear el campamento guerrillero de las FARC fue premeditada, con la intención de generar un conflicto regional, de llevar la zozobra a los países del área, de crear un caos económico del que sólo saldrá favorecido Estados Unidos y los perros de la guerra. La invasión del espacio aéreo y el bombardeo del territorio ecuatoriano son motivos suficientes para generar entre Colombia y Ecuador “vientos de guerra”. Las primeras informaciones emitidas por la Cancillería daba cuenta de la muerte del Comandante Raúl Reyes y un grupo de guerrilleros de las FARC en una acción de represalia al ataque sufrido por las Fuerzas Armadas colombianas; sin embargo, el tiempo demostró que las tropas cumpliendo órdenes emanadas del Palacio de Nariño, violentaron la soberanía de Ecuador.

Las políticas paramilitares y parapoliciales en las que fundamenta Uribe su tesis armamentista, no están divorciadas de los argumentos fascistas impuestos por las oligarquías del mundo. Al no reconocerse la beligerancia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, se está negando la existencia de un conflicto cuya data se remonta a 1948 cuando se asesinó al candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán. Desde entonces la espiral de violencia generada ha traído miles de asesinatos, el desplazamiento de campesinos, lisiados de guerra, niños abandonados y huérfanos; por supuesto, los problemas inherentes a la guerra civil que vive Colombia se han extrapolado a la región originando no solo roces en la zonas fronterizas sino también escaramuzas diplomáticas entre gobiernos.

Produciría hilaridad las excusas usadas por Colombia para justificar la agresión, sino existieran graves acusaciones de parte del gobierno neogranadino que bajo cualquier mirada lucen falsas. La supuesta entrega de 300.000 millones dólares por parte del presidente Chávez a la FARC, la compra de 60 kilos de uranio como si fueran papas para la construcción de armas de destrucción masiva, la alianza del gobierno de Ecuador con las FARC son algunas son algunas de los pretextos usados por Uribe. Colombia no se merece un gobernante como Álvaro Uribe; el destino del hermano país no pude fraguarse entre odio y la inquina de un hombre que bajo la miserable conducción de Bush lleva a un pueblo hacia la guerra; se nota que no respeta el derecho internacional y mucho menos la dignidad de los latinoamericanos. Uribe sigue siendo un títere del imperio.