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¡Libertad a Gerardo Bonilla!
Publie le Viernes 1ro de diciembre de 2006 par Open-Publishing1 comentario
¡Libertad a Gerardo Bonilla!
Por: Germán
Los que se fueron no los olvidamos. y los que estamos aprovecharemos para cambiarte la cara al viejo mundo (Páez)
Tengo un amigo, un buen amigo oaxaqueño, Gerardo Bonilla Lezama es su nombre. Se ha dedicado desde hace más de veinte años, como muchos artistas del estado, a la pintura. Su nombre ha recorrido salas de exposición de varias partes del mundo: desde Haifa a Nueva York o de Oaxaca hasta Barcelona. En resumen, un gran artista. Hoy está preso. Primero, en el penal de Tlacolula, Oaxaca, y ahora, en una cárcel de Nayarit. Lo alejaron -tal y como se hacía durante la revolución mexicana- de donde sus familiares y amigos podrían hacer algo por él.. Gerardo quizá se atrevió a pensar que la sociedad en Oaxaca puede buscar un bien común y pudo tener la osadía de repudiar el asesinato y la corrupción. Pero lamentablemente fue hecho preso sólo por estar vivir en Oaxaca. Lo detuvieron cerca de la galería de arte donde expone su trabajo. Ir a trabajar le puede costar morir en la cárcel. Ahora se lo llevaron sin presentarlo, sin que pudiéramos conocer el grado de sus heridas. Y este tipo de cosas no se mencionaran cuando el presidente de México aparece en televisión pregonando los logros de la democracia.
No fue de ninguna manera sencillo localizarlo y cuando quisieron verlo la policía intentó golpear a quienes querían saber de él. Este artista internacional -de quien se vanaglorian los gobiernos por poner el nombre de México en alto-fue golpeado con salvajismo por hordas policíacas pagadas por todos nosotros parasalvaguardar nuestra integridad. Qué ironía. Ahora es un preso político, un número más en las estadísticas que los tribunales y gobernadores tienen empolvados en sus escritorios sin verlas siquiera. No sólo él esta en esa situación. Hay más de trescientos detenidos y alrededor de cien desaparecidos, de los cuáles no sé sus nombres pero que seguramente para muchas familias no serán como para mi y para todos los que leen esto, anónimos. Como oaxaqueño, por esto que está pasando y por la miseria en que está hundida la ciudad de Oaxaca, exijo
LIBERTAD PARA GERARDO BONILLA, LIBERTAD PARA TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS y PRESENTACIÓN CON VIDA DE LOS DESAPARECIDOS. Pero sobre todo: CÁRCEL A ULISES RUÍZ por todos los agravios que ha cometido contra Oaxaca.
Qué optimismo. Conozco el nido de corrupción que es Oaxaca y sé que hay que exigir lo anterior y más, pero en Oaxaca nada de eso funciona. Creo que olvidaba que así es Oaxaca. Y hay cosas que no debo olvidar, por ejemplo, que en Oaxaca un gobernador puede dar la orden de disparar sobre la población y huir, sin ver a quien hieren o matan; en Oaxaca la gente se muere de hambre y el gobernador prefiere comprar armas para detener manifestaciones; Oaxaca es un estado de gente pobre y el dinero que debería ayudarlos es utilizado impunemente para una campaña presidencial; en Oaxaca un gober rencoroso decide atentar contra la imagen, las tradiciones y la historia de la ciudad vengando así los pocos votos recibidos; en Oaxaca hay cientos de encarcelados y desaparecidos sólo por no coincidir con las aberraciones del poderoso gobierno; en Oaxaca, milesde personas exigen la destitución de quien ha deshecho la tranquilidad social, pero esa exigencia se queda impotente en los labios y la conciencia; en Oaxaca, un tipo sostiene que la voluntad popular lo puso en el poder, pero que notiene por qué hacer caso de una nueva voluntad representada por miles de personas que piden su renuncia; en Oaxaca el poder reside en una sola persona y por eso mismo cree que sólo Dios puede quitarlo; en Oaxaca la justicia no existe, la corrupción no cesa, la pobreza no alcanza límite; en Oaxaca ahora los amigos se odian y los vecinos se matan. En Oaxaca hay gente que cansada de la injusticia sale a las calles buscando soluciones y encuentra la muerte... Y los políticos no hacen nada por remediarlo y respiran la tranquilidad que les produce tener tanto poder y tanto dinero... que es nuestro.
Estamos en Oaxaca.
Pero no se puede esperar menos del gobierno estatal si tomamos en cuenta que es parte de México. Qué puede esperarse si en plena masacre en Oaxaca, el presidente del país estaba tomando caros vinos en una fiesta de despedida, como si él tuviera algo que festejar; si uno de los festejados atenta contra su propio credo religioso y mancha de sangre sus manos y las de Dios al mandar a golpear en su nombre; qué esperanza puede haber en este país si está destinado a ser propiedad de unos cuantos, si la justicia sólo existe para el adinerado, si las oportunidades no se le ofrecen a quienes las necesitan; si los partidos políticos sostienen „a muerte‰ a un gobernador, a pesar de los muertos, losdetenidos, los desaparecidos, es decir, el capricho de una sola persona de mantener el poder ha costado y seguirá costando las vidas de los menos importantes: los pobladores comunes, como tú o como yo, que no significamos nada para ellos a pesar de que somos quienes pagamos sus lujos.
¿Habrá que acostumbrarse a la impotencia? Todo mundo celebra cosas en estos meses. ¿Qué van a celebrar en Oaxaca? ¿Se puede festejar si los hermanos, los amigos, los padres, están encarcelados o muertos? ¿Ulises Ruiz será capaz de hacer fiesta después de todo lo que ha pasado? Creo que eso no se duda, pero, ¿cómo vamos a celebrar nosotros?
Muchos tenemos personas queridas en la cárcel. Ahora que ˆdespués del dos de julio- la televisión y los políticos han puesto tan de moda el respeto a las instituciones, lo pertinente será acudir a la justicia para resolver el asunto. Grave error. Cuando se acude a buscar al detenido, se corre el riesgo de ser detenido también. O para mayor comodidad se puede esperar en casa, cuando cualquiera de estas noches lleguen ilegalmente a sacarte a golpes y desaparecerte. Pero eso no es represión, sino la aplicación del „Estado de derecho‰. Si Gerardo fue golpeado y va a pasar tiempo en la cárcel, entonces, por respeto a las instituciones, que se aplique a todos el estado de derecho. Quizá preso, podría conocer a un tal Emilio Gamboa por vender leyes a sus amigos; o a José Murat por el asesinato de un policía; a Carlos Imaz por corrupción; a Felipe Calderón por fraude; a Fox por utilizar al estado para enriquecer a su amigos. Seguro iríatoda la clase política a la cárcel por traición a la patria. Pero sabemos que el estado de derecho es para quien lo puede pagar. Y no se puede permitir que Gerardo siga encarcelado -mientras se presume en televisión y radio, cada cinco minutos, el triunfo de la democracia y se exige el respeto a las instituciones-. Ni él ni nadie que esté en ese sitio solo porque la policía piensa que ha atentado contra los intereses de Ulises Ruiz.
Ahora está demostrado que seas o no del movimiento de la APPO, los policías no te lo van a preguntar. Seguro algunos de los que defienden a Ulises Ruiz, desde alguna cárcel, ya lo sabrán. Quizá mañana lo sepamos alguno de nosotros. Pero la paciencia tiene límites. El saco de la impotencia tiende cada vez más a reventarse y el año 2010 tiene apariencia de estar cada vez más cerca, y la centenaria sangre revolucionaria del oaxaqueño está cada vez más roja. Si no hay capacidad política para resolver el „asuntito‰ de Oaxaca, entonces tampoco tendrán capacidad para impedir una revuelta social mayor. El hartazgo de la gente, sus lágrimas, su creciente odio no es escuchado por quienesgobiernan. ¿A quién hay que matar para que seamos escuchados? Quizá habría fiesta el día que maten a Vicente Fox Quesada, a Carlos Abascal Carranza y sobre todo, a Ulises Ruiz Ortiz. Pero nadie les hará nada, porque no somos asesinos, como ellos.
Y es una lástima que no lo seamos.
Te queremos libre, hermano.
Mensajes
2 de diciembre de 2006, 05:26
RELATO DEL ENCARCELAMIENTO INJUSTO DE JORGE LUIS SOSA CAMPOS, MIEMBRO DEL COMITÉ EJECUTIVO ESTATAL DEL PRD
El día viernes 24 de noviembre de 2006, aproximadamente a las 19 horas, nuestro familiar, Jorge Sosa Campos, se encontraba circulando en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca, en su vehículo Sentra color blanco en compañía de César Mateos, vocero de la APPO, cuando fueron rodeados por policías. Para obligarlos a salir del vehículo, rompieron el cristal de la ventanilla del copiloto donde se encontraba César, para después apuntarle con la pistola en la cabeza. Al salir del carro, a Jorge le exigieron las llaves del vehículo; al decirles que no sabía en donde estaban, le dieron un golpe con la culata de un arma, abriéndole una herida de 5 a 7cm, que posteriormente el doctor del CEREZO de Miahuatlán recomendó que leuera suturada, según lo asentó en su certificado de las lesiones que presentó de fecha 24 de noviembre de 2006. Así las cosas fueron tratados con suma violencia y subidos a uno de los vehículos de la policía. Gracias a que una numerosa cantidad de personas presenciaron la detención, se supo de ella, pero no de su paradero. Como familia, su madre, hermanos, esposa e hijos, iniciamos así un camino tortuoso para poder encontrarlo, con la incertidumbre sobre su integridad física y psicológica. Fue hasta el día siguiente cuando nos enteramos que se encontraba en el CERESO de Miahuatlán, pero sólo lo pudimos ver a él y a César hasta el domingo; a Jorge le vimos la herida suturada de su cabeza y nos platicaron sobre la tortura a la que fueron sometidos desde que los detuvieron hasta las cuatro de la mañana, por los agentes de la policía, que ellos presumen, eran de la PFP, porque quienes los detuvieron eran güeritos y altos. Después de que los subieron a un vehiculo, los mantuvieron con los ojos vendados durante todo el tiempo; a donde los llevaron, los tiraron al piso y empezaron a golpear. Mientras pateaban a Jorge, le preguntaban si era hermano de Flavio Sosa Villavicencio; como el negaba ser esa persona, continuaban golpeándolo, además, nos comentaron que también les dieron toques eléctricos y les introdujeron agua por la nariz. Desconocen los lugares a donde los llevaron, pero los presentaron ante varios jueces que se negaron a conocer del caso, hasta que finalmente el Juez Mixto de Primera Instancia de Ocotlán, Oax., recibió la averiguación, internándolos en el CERESO de Miahuatlán; a partir de ahí, dejaron de ser maltratados, sin embargo, a Jorge lo recluyeron en una celda junto a un preso condenado a más de cien años por homicidio. Eran aproximadamente las tres de la tarde, cuando los custodios les pidieron a Jorge y a César que salieran al patio, mientras que a nosotros nos informaron que saliéramos del reclusorio por unos momentos, que después íbamos a poder entrar nuevamente. Observamos que en el patio había un buen número de jóvenes, entre ellos algunas mujeres, y algunos adultos, en su mayoría golpeados y con manchas de sangre en la ropa; los custodios los formaron a todos, incluyendo a Jorge y a César; preguntamos a los custodios a donde los llevaban y nos contestaron que era hora de la comida. A todos los visitantes nos sacaron del CERESO; afuera los custodios empezaron a formar una valla mientras dos helicópteros aterrizaban fuera del reclusorio. De los helicópteros descendieron policías de la PFP que entraron al CERESO para después salir con aproximadamente 30 personas, entre ellas Jorge y César, divididas en dos grupos; los subieron a los helicópteros y desaparecieron del horizonte. Había un grupo de familiares de los detenidos y todos deseábamos saber a donde los llevaban y porque; cerraron el CERESO y no nos permitieron entrar. Algunas personas que llegaron después de esto, nos preguntaron si habíamos visto si su familiar estaba entre los que se llevó la PFP. Nosotros empezamos a temer nuevamente por la integridad de Jorge y los demás detenidos. ¿Por qué el director del CERESO no quiso dar información?, ¿quién y porqué había ordenado que se los llevaran? ¿A dónde? no sabíamos, nadie nos quiso informar.
El lunes 27 de noviembre de 2006, en el juzgado mixto de primera instancia nos entregaron copias del expediente 71/2006; en dicho expediente se encontraba el oficio girado por Director de Prevención y Readaptación Social Hermilo Aquino Díaz, dirigido al agente del Ministerio Público adscrito al Juzgado Mixto de Primera Instancia del Distrito de Ocotlán, Oax., donde le solicita “eleve pedimento al Juez de su adscripción” para que ordene el traslado “urgente y necesario” de Jorge Sosa Villavicencio (no Sosa Campos) y César Mateos, acusados de secuestro, lesiones calificadas y robo calificado con violencia al penal de alta seguridad de Almoloya, porque los inculpados “presentan un alto grado de peligrosidad….”. Sin embargo, en internet circulaba la noticia de que habían sido trasladados a un penal en Nayarit, por lo que le solicitamos al juez correspondiente nos informara exactamente a donde habían trasladado a Jorge. El martes 28 del mismo mes, nos informó que nuestro familiar se encontraba en el Centro Federal de Readaptación Social número 4 en Tepic Nayarit; también nos señaló que es en el juzgado de Ocotlán Oax., donde debemos desahogar pruebas y seguir el procedimiento judicial para su defensa, pero, es aquí donde nos preguntamos ¿cómo puede Jorge presentar su declaración por escrito si no esta presente? ¿cómo se le puede defender siguiendo el procedimiento judicial, si Jorge no esta presente?.
Ante esta situación, tuvimos que trasladarnos a Tepic, Nayarit, junto con los abogados que contratamos para que lleven su caso, encontrando nuevamente obstáculos y procedimientos que impiden el derecho a la defensa, ya que hasta el 01 de diciembre del presente, solo permitieron que una de sus hermanas pudiera entrevistarse con él, pero ni a su abogada, ni a ninguna otra persona le ha sido permitido hablarle ni verlo; la misma situación priva para los demás detenidos por el conflicto en Oaxaca. En la entrevista que finalmente se pudo tener con él, Jorge comentó que está recluido sólo en una celda, sin poder ver o platicar con alguien y que además no le gusta ser maltratado; los del penal le han dicho que va a estar preso cuando menos dos años. El esta desesperado ¿no es esto una tortura psicológica? Las autoridades del penal no permitieron que recibiera algún libro ni ropa.
Ahora bien, revisando el expediente que contiene la denuncia por la que se dio la detención, la denunciante no lo involucra en los hechos, ni siquiera el testigo, y cuando finalmente en la serie de documentos aparece el nombre de Jorge, su nombre no es correcto, ya que lo nombran como Jorge Sosa Villavicencio, queriendo mostrar que es hermano de Flavio Sosa Villavicencio. Queremos mencionar que Jorge es primo de Flavio Sosa y que en la fecha en que se da la retención de dos polícias ministeriales en San Bartolo Coyotepec, motivo de su aprehensión, Jorge no estaba presente y aún no participaba en la APPO, situación que pueden confirmar algunos reporteros. Por ello consideramos que su detención es un mensaje a Flavio Sosa, lo cual nos hace temer aún más por su integridad.
Pedimos que las autoridades judiciales no obstaculicen el procedimiento para su defensa; que permitan que sus abogados tengan acceso a él, así como a sus familiares; que termine el daño psicológico que le están ocasionando con el aislamiento en que lo mantienen.