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MANIFIESTO JUVENIL BOLIVARIANO (III)
En relación a cómo debe ser el partido para la Revolución Bolivariana, consideramos:
• EL PARTIDO PARA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA NO PUEDE SER UN ORGANISMO POLICLASISTA:
El partido que queremos construir debe ser de la clase convocada a transformar por vía revolución el orden existente. Debe ser un partido que sintetice en su ser a las explotadas y a los explotados, a las oprimidas y a los oprimidos y a las excluidas y a los excluidos, es decir, quienes recogen todos los vejámenes que el sistema capitalista genera. En este sentido, es un partido de la clase trabajadora, de los excluidos y de los sectores populares. Un partido unificado en torno a un programa clasista que entienda que en el contexto de la lucha de clases, nacional e internacional, no hay conciliación alguna.
• LA IMPORTANCIA DEL PROGRAMA EN EL PARTIDO REVOLUCIONARIO:
Un colectivo de individuas e individuos debe unirse en torno a las ideas para luego pasar a la organización estructural y alcanzar los objetivos planteados en torno a esas ideas. En ese sentido, el programa consiste en una especie de corazón del partido puesto que es el que permite visualizar la sociedad que se quiere construir y como alcanzarla, es decir, los pasos que se deben dar para conquistar dicho paradigma societal. Sin embargo, el programa no puede ser una receta mecánica ni mucho menos un manual para hacer la revolución. ¡Para nada! Es un documento que brinda un análisis de la sociedad que tenemos, de las correlaciones de fuerzas y de clases sociales de dicha sociedad y nos sitúa en el tiempo y en el espacio concreto con miras a definir el constructo social a edificar. En síntesis, sin programa no hay partido revolucionario. El programa es la teoría para hacer la revolución y es la táctica-estrategia revolucionaria.
• EL PARTIDO NO PUEDE SER UNA CÚPULA DE ERÚDITOS NI TAMPOCO UNA ORGANIZACIÓN DONDE ESTÉ TODA LA SOCIEDAD INCORPORADA:
El partido debe ser la suma de lo más cualificado del movimiento revolucionario y de algunos sectores que sientan identidad política con el programa del partido. Esto significa, que el partido que necesita la Revolución Bolivariana es una instancia compuesta por cuadros y por militantes que deben accionar de manera cohesionada en función de conseguir la concreción de los presupuestos bosquejados en el programa político del partido, cuya conciencia de clase deben estar acorde con los intereses de los llamados a insurgir frente a este modelo y que deben unirse en torno al centralismo democrático.
• EL CENTRALISMO DEMOCRÁTICO EN EL PARTIDO NO ES AUTORITARISMO NI ULTRADEMOCRATISMO:
Se trata entonces, de constituir un partido preparado para tiempos de guerra y tiempos de paz. Un partido es una instancia político-militar donde la discusión democrática y amplia sobre el programa y donde la crítica reflexiva y la autocrítica oxigenan al mismo. Pero también es una estructura firme, a la hora de un conflicto agudo, donde la disciplina consciente no caudillesca determina el accionar del mismo. En fin, el centralismo democrático es la forma de organización mas avanzada para adoptarla en el seno de un partido revolucionario que se traza la construcción del socialismo y la confrontación contra el imperialismo.
• EL PARTIDO REVOLUCIONARIO DEBE COMBINAR TODAS LAS FORMAS DE LUCHA:
Esta característica acoge como principal estandarte el combate ideológico y se plantea como elementos dialécticos al mismo, la lucha sectorial y el empleo de la violencia política. En conclusión, el partido que amerita la Revolución Bolivariana debe combinar todas las formas de lucha, es decir, debe dar la batalla de las ideas, la lucha en los distintos frentes sectoriales (obreros, campesinos, pueblos originarios, estudiantes, mujeres, etc.) y debe estar preparado para defender estos dos elementos con las armas.
Otras consideraciones y resoluciones finales:
• Reafirmamos nuestra voluntad política de avanzar en la edificación de una sólida tendencia revolucionaria que amparada en el marxismo y en el pensamiento bolivariano sea capaz de frenar los planes del imperialismo estadounidense y de derrotar a los sectores oportunistas y reformistas que en el seno del proceso boicotean los alcances y conquistas materizalizadas en el marco de la Revolución Bolivariana.
• Nos decretamos en permanente proceso de organización, formación y movilización popular para la lucha por la sociedad que queremos y contra algunos flagelos nefastos que hoy día atentan contra nuestro proceso revolucionario, a saber: la corrupción, el burocratismo, entre otros.
• En nuestro afán por revitalizar en la praxis cotidiana el pensamiento bolivariano nos solidarizamos militantemente con los pueblos que hoy resisten e insurgen contra el imperialismo y contra las oligarquías. En este sentido, exigimos el retiro de las tropas de Afganistán e Irak, el cese del Plan Colombia, la no implementación de lo Tratados de Libre Comercio así como todas aquellas estrategias de dominación dirigidas desde Washintong y ejecutadas por los lacayos de la hegemonía mundial actual.
• Nos solidarizamos con los estudiantes colombianos que actualmente mantienen un paro universitario por la no privatización de la educación apuntalada por el gobierno fascista de Álvaro Uribe Vélez.
• No solidarizamos con las trabajadoras y los trabadores que vienen luchando por recuperar algunas empresas fundamentales del quehacer público para colocarlas a disposición y en control de las grandes mayorías. Especial atención reviste los camaradas de Sanitarios Maracay, de INVEVAL y de INVEPAL sin en ningún momento desdeñar todos aquellos esfuerzos que vienen haciendo desde los diferentes espacios de acción revolucionaria.
• Nos solidarizamos con las campesinas y los campesinos que en la actualidad batallan por la socialización de la propiedad de la tierra, es decir, que luchan contra el latifundio y por la soberanía agroalimentaria. En referencia a esto, repudiamos la incursión de grupos paramilitares que por medio del vicariato selectivo buscan desmovilizar al movimiento campesino revolucionario.
• Nos solidarizamos con las indígenas y los indígenas que en la Sierra de Perijá resisten a la pretensión de algunas trasnacionales de explotar salvajemente el carbón.
• Nos solidarizamos con el compañero Johan Alexander Castillo quién fue torturado brutalmente por organismos de seguridad del Estado y además se encuentra injustamente secuestrado en la cárcel del estado Lara. ¡Exigimos su libertad inmediata y castigo a los torturadores!
• Nos solidarizamos con los combatientes bolivarianos presos en cárceles del imperialismo y de las oligarquías. A ellos y sus familiares un abrazo revolucionario y un grito de libertad.
• ¡Condenamos la liberación del Terrorista Posada Carriles y exigimos su extradición ya!
• Exigimos la repatriación de Illich Ramírez, el “Comandante Carlos”, injustamente secuestrado en las cárceles del imperialismo francés.
Materialicemos el sueño bolivariano, con clara visión internacionalista levantemos las banderas libertarias de quienes han ofrendado su sangre por los anhelos mas sentidos del pueblo venezolano.
La historia reclama nuestro concurso, las luchas venideras demandan la unidad y las nuevas generaciones recogerán esta gesta orientada a la redención humana. Inspirados en el legado de nuestro padre Libertador construyamos el socialismo y “Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos”.
Con el pueblo de Bolívar y la rebeldía de la juventud…
¡HAGAMOS LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
Frente Unido de Juventudes Bolivarianas