Portada del sitio > MINISTRO DE AGRICULTURA DE HONDURAS CUESTIONADO POR LA EMBAJADA DE ESTADOS (…)
MINISTRO DE AGRICULTURA DE HONDURAS CUESTIONADO POR LA EMBAJADA DE ESTADOS UNIDOS
Publie le Martes 10 de julio de 2007 par Open-PublishingAnte la prohibición de importación de semillas "mejoradas", contemplada
por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), reporta el Diario el
Tiempo en su edición del día martes 26 de Marzo del presente año,
reclamos que ha recibido el Ingeniero Hector Hernández, Ministro de la
Secretaria de Agricultura y Ganadería SAG, de parte de la Embajada de
Estados Unidos, ante la emisión del acuerdo 345-07-A del 7 de mayo del
presente año.
El acuerdo firmado por el Ministro Hernández, suspende temporalmente por
dos años todo trámite de solicitudes de permisos de semillas provenientes
de organismos genéticamente modificados OMG; ya sea para la importación,
exportación, reproducción o la experimentación.
Honduras ha permitido desde principios de esta década la utilización de
semillas de maíz transgénico, sin tomar las medidas precautorias para
evitar la erosión genética que a través de la polinización abierta pueda
conllevar a la contaminación de las variedades criollas.
Los cultivos efectuados en el Valle del Guayape por el Sr. Pepe Lobo y la
posible introducción del maíz conocido como Star Link - material genético
no apto para el consumo humano - difundido por medio de las donaciones
del Programa Mundial de Alimentos (PMA), dejan una cierta incertidumbre
sobre la grave consecuencia que representa la imposición de estas semillas
en Honduras, país el cual es parte de la región mesoamericana cuna de este
importante cereal.
El agrio debate en el seno de la comunidad científica sobre la
biotecnología y sus posibles consecuencias, no deja de preocuparnos y
alertarnos como la salud de nuestro pueblo y la herencia genética se
encuentra en peligro. A pesar que el Estado de Honduras firmó el Protocolo
de Bioseguridad (Cartagena), este nunca ha sido ratificado y por lo tanto
no han podido entrar en vigor las medidas precautorias para frenar la
erosión genética.
El Ministro Hernández manifestó sobre la importación de semillas de maíz
transgénico que "nuestra preocupación no es porque va a hacerle daño a la
salud, sino por los efectos que tendrá en las variedades puras".
Mientras tanto la Red de Acción Hondureña por la Alimentación Saludable y
Sustentable (REDAS) hizo público un comunicado, donde señala como la
Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) viene impulsando la creación de
un “Marco Nacional sobre la Seguridad de la Biotecnología (MNSB), que
puede definirse como una Ley pro-transgénica, al servicio de los intereses
de las multinacionales farmacéuticas.
El comunicado de REDAS señala como "En lo específico, los artífices de
esta ley Pro-Transgénicos intentan convencer a la población hondureña de
las supuestas bondades de los OGM, olvidándose que aun no se ha demostrado
que estos sean ni mejores ni más productivos que los productos naturales
u orgánicos. En realidad los transgénicos solamente han demostrado
beneficiar a las grandes compañías o empresas internacionales,
especialmente las productoras de semillas, como la Monsanto, que están
siendo muy cuestionadas en Europa y el mundo entero por la comprobada
toxicidad de sus semillas, tal es el caso de las variedades MON 683 y NZ
603".
Es de temer que mientras la Secretaría de Agricultura y Ganadería SAG
emite un acuerdo para frenar la erosión genética, en la Secretaría de
Recursos Naturales y Ambiente SERNA se está cocinando una Ley Monsanto, al
estilo de la que fue impuesta por esa transnacional en México durante el
régimen de Fox.
La contaminación del maíz criollo, tal como teme el Ministro Hernández,
parece no preocupar a las autoridades de la SERNA, las cuales pretenden
ignorar la experiencia sucedida en México, en donde buena parte del maíz
criollo ha sido contaminado con le maíz BTH y RR.
El caso del arroz conocido como Liberty Link (LL601) es una muestra de las
graves y posibles consecuencias de la biotecnología. El arroz transgénico
LL61 de Bayer que contaminó las cosechas de Estados Unidos nunca se
cultivó a escala comercial, sólo se permitió su siembra experimental entre
1998 y 2001 a la compañía Aventis CropScience, que después se fusionó con
Bayer. Nadie sabe cómo este experimento se "escapó" del control de sus
investigadores y apareció cinco años después en los contenedores de arroz
para la venta al público, en el estado de Arkansas, el principal productor
de arroz de ese país.
A raíz de éste escándalo, el centro experimental agrícola de la
Universidad de Louisiana aclaró que desde 2003 había encontrado trazas del
transgénico LL601 en la semilla de arroz conocida como Cheniere, que
fueron sembradas en alrededor de 12 por ciento de la tierra dedicada al
arroz en Arkansas. De forma sorpresiva, pruebas de laboratorio revelaron
que 31 por ciento de la cosecha de ese Estado resultó contaminado.
El Liberty Link ha sido detectado en 19 países, entre ellos la Unión
Europea, Costa Rica, Nicaragua y México. No es nada raro que Honduras se
encuentre invadida con ese arroz transgénico, sin que hasta la fecha se
haya efectuado un muestreo de parte de las autoridades para analizar los
cargamentos recibidos.
El escándalo sobre el arroz producido por BAYER, no refrena a los miembros
del Zamarano-USAID para proseguir en su campaña a favor de la
biotecnológía y sus supuestos milagros. Cuando María Mercedes Doyle -
coordinadora para Honduras de la Red Latinoamericana de Biotecnología -
enumera las virtudes de los transgénicos, y de como la prohibición de
importar semillas transgénicas afectará la capacidad de producción del
etanol, se le olvida el derecho a la alimentación que está denegando la
vesanía de convertir los alimentos en combustible.
Durante años la producción de granos básicos fue desmantelada en Honduras,
bajo la óptica de permitir inundar el país con maíz y frijoles
subsidiados. Ahora que los Estados Unidos retiraron del mercado
internacional más de 40 millones de toneladas del cereal, situación que ha
dado lugar a un aumento inusitado de su precio, incidiendo en un
incremento del costo que afectará a lo segmentos mas pobres de nuestro
país.
Las medidas que esta tomando el actual gobierno para reactivar la
producción de maíz en el país es un paso para recuperar la soberanía
alimentaria, siempre y cuando el conato demostrado por el Ministro
Hernández no sucumba ante la ofensiva de Monsanto y SERNA. Salvaguardar
las especies criollas de maíz es más que una cuestión de salud, es la
protección de la soberanía nacional. Esperamos que el Estado de Honduras
cumpla con su deber de velar por darle una prioridad a la alimentación del
pueblo más que a la producción de biocombustibles destinado al parque
automotriz.
Dado en La Ceiba, Honduras, el 26 de junio de 2007
Mirian Miranda
OFRANEH
Organización Fraternal Negra Hondureña
Av La República, Contiguo Celtel
Telefax 504-4432492
La Ceiba, Atlántida
Honduras, C.A