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Ministro Rodríguez Chacín, actúe...

Publie le Viernes 1ro de febrero de 2008 par Open-Publishing

Gustavo Rodríguez escribe en el Universal una noticia insólita
Los integrantes de un grupo comando, vestidos con uniformes militares, asaltaron la sede de la Policía Municipal de Brión, en el estado Miranda, donde apresaron a los cuatro funcionarios que se encontraban de guardia, liberaron a diez reclusos y luego violentaron los cajeros automáticos para cargar con 220 millones de bolívares. Esto realmente es el colmo de la inseguridad y el caos en un Estado que pretende ser Socialista, recordemos que el Estado debe garantizarnos a los Venezolanos seguridad legítima, educación de calidad, alimentación adecuada. No está cumpliendo, el Estado parece impotente con las mafias de la delincuencia desatadas en todo el país. Esto es vergonzoso que ocurra en cualquier gobierno y menos en uno que tiene las banderas del socialismo, esta acción realizada por los delincuentes es digno de un “aunque usted no lo crea” Habitantes de Tacarigua de Mamporal acudieron a la sede policial para enterarse del asalto que los mantiene conmocionados. Mientras los uniformados permanecían a las puertas de la sede policial, pasaban las comparsas, que les lanzaban caramelos y serpentinas. A las dos de la madrugada de ayer, llegaron a la sede policial cinco supuestos militares y les indicaron a los policías de guardia que estaban realizando un operativo y que necesitaban su colaboración. Portaban armas cortas y largas. Mientras el Presidente en sus reuniones del ALBA como propuesta presenta la formación de un ejército para defender los países del Alba, aquí en Venezuela los delincuentes hacen de las suyas. Pero; Presidente, compile, razone, nos están matando en nuestra propia casa, es tan grande la inseguridad en Venezuela que incluso a usted lo pueden secuestrar en las narices de su guardia de honor. No es la oposición ni los medios de Comunicación los que están haciendo eso, es visible, lo vemos y lo sentimos a diario. Es el Estado que no tiene un proyecto nacional de seguridad. No funciona para darnos seguridad. Se respetan, y eso sí, los derechos humanos de los delincuentes cuando son apresados, pero los derechos humanos del ciudadano corriente no. ¿Dónde está la verdadera justicia? Los ciudadanos somos de tercera y cuarta categoría en Venezuela, así lo sentimos y lo pensamos. Recuerde que somos los que votamos, cambiamos Presidentes, cambiamos incluso los gobiernos. No se equivoquen con el pueblo Venezolano. Queremos un Estado que nos ofrezca seguridad. Esa es una de sus atribuciones. Estamos a merced del hampa, de todo calibre. Este es un signo de la descomposición y caos de un gobierno, la inseguridad, ¿acaso no tiene suficiente poder el Estado Venezolano, tanto económico como militar para realizar un plan de seguridad? ¿O el ejército está de adorno, sólo para hacer desfiles, planificar actos donde se hable con hermosas frases dichas por los próceres de antaño? Les aseguro que si el Estado no le ofrece una verdadera seguridad al Venezolano, de los únicos próceres que se hablará será de los antiguos, sólo ellos quedarán como estandarte. Sin embargo, en un descuido los policías fueron encañonados, despojados de sus armas de reglamento y encerrados en los calabozos. El director de Polibrión, comisario Montgomery Marcano, dijo que los antisociales sólo pudieron violentar un cajero automático y negó que sus subalternos hayan sido encontrados desnudos en las celdas. Poco antes del amanecer los antisociales decidieron marcharse del lugar. Tuvieron que abrir dos boquetes en las paredes para llegar hasta los dispensadores de dinero. Con un equipo de oxicorte y un ventilador lograron abrir un cajero automático. Para sacar la remesa y marcharse violentaron una puerta de madera que comunica con la Jefatura Civil. Al Estado lo están derrumbando desde dentro, no necesitan invadirlo los Marines Norteamericanos, la incapacidad de su policía y la nulidad del Ejército podría llegar al Guinnes por inseguridad . Es posible que se diga que al ejercito no le corresponde esa tarea. ¿Entonces cual le corresponde, crear un Ejército para el ALBA, para defender las soberanías del ALBA, mientras la soberanía de “tierra de gracia” está siendo violada por la delincuencia y la barbarie?. Trascendió que en la huida interceptaron al conductor de un microbús de la Gobernación del estado Miranda -a quien encarcelaron también- y junto a los presos que habían liberado se marcharon en el colectivo. A las seis de la mañana, cuando llegaron los primeros policías para recibir la guardia, estaban siendo esperados por uno de los presos que decidió aguardarlos en la plaza Bolívar. Les pidió que lo encarcelaran de nuevo porque no quería tener mayores problemas con la justicia. Otro recluso fue recapturado. El jefe de la subdelegación Miranda del Cicpc, comisario Miguel Ibarreto, acudió a Tacarigua para dirigir los operativos de recaptura. Comentó que las investigaciones se centran en identificar al grupo, pues consideran que el móvil del asalto fue el robo de los dispensadores de dinero. Manifestó que testigos aseguraron que la tarde del miércoles observaron a personas sospechosas que merodeaban por la plaza cuando colocaban dinero en los cajeros. Por lo menos a estos jefes policiales deberían sacarlos inmediatamente y no como se acostumbra a hacer: trasladarlos a otra región. Se debe utilizar este episodio bochornoso, para hacer una verdadera limpieza policial, actúe, Ministro Rodríguez Chacín. Si no se hiciera así, podríamos pensar que es un plan del Estado, algo programado para producir otros acontecimientos que no sabemos donde pueden llegar. Si no es un plan orquestado, es peor, se le ve la costura al Estado Socialista, no puede con la delincuencia en su país, pero quiere proteger a los países del ALBA. El autobusete en el cual huyeron los antisociales fue avistado en el sector quebrada Fofa, sector El Cogollal de la parroquia El Café. Los evadidos estaban siendo procesados por los delitos de homicidio, drogas y porte ilícito de armas de fuego. Este acontecimiento, ni siquiera se le pudo ocurrir a Kafka, es tan inverosímil y cómico; pero a la vez tan peligroso y degradante. Podría concluir la escena de la huida de los delincuentes con esta frase: “Y como en una novela de Kafka, los ladrones huyeron por el callejón...”