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STALIN Y EL PARTIDO COMUNISTA RUSO HOY (3)
Publie le Lunes 15 de octubre de 2007 par Open-PublishingTraducido del ruso para Rebelión por Josafat S.Comín
El legado político de Stalin
En adelante al partido, como a todo el país, le esperan las más serias
pruebas. El PCFR esta preparado para la lucha por el poder. Contamos
con todo lo necesario para esta tarea: cuadros, ideología, programa de
acción, estructuras organizativas. Al mismo tiempo los comunistas
rusos estamos lejos del "juego por la toma de poder" que criticaba
Stalin, polemizando con Trotsky. El PCFR se enfrenta a la lucha por el
poder, como se enfrenta al trabajo diario, dándose perfecta cuenta de
las etapas y los métodos de lucha, de sus objetivos finales.
Y en este punto estamos obligados a dirigir nuestra atención sobre lo
que se puede considerar legado político de Stalin.
En primer lugar, hablamos de la obligación de los comunistas de
encabezar la lucha por la democracia. Nadie excepto nosotros lo va a
hacer. Nadie está capacitado. "Antes la burguesía se permitía jugar a
los liberales, defendía las libertades democrático-burguesas y se
creaba popularidad en el pueblo, - decía Stalin.- Ahora del
liberalismo no ha quedado ni huella… ha sido pisoteado el principio de
igualdad de la gente y de las naciones… la bandera de las libertades
democrático-burguesas ha sido arrojada por la borda. Pienso que esa
bandera os tocará recogerla a vosotros, representantes de los partidos
comunistas y democráticos, llevarla hacia delante, agrupando a su
alrededor a la mayoría del pueblo…"
En segundo lugar está la defensa de los intereses de estado y
nacionales de Rusia, la misión nacional-libertadora de los comunistas.
Antes la burguesía se consideraba la cabeza de la nación, defendían
los derechos y de independencia de la nación, situándolos "por encima
de todo", -subrayaba él- ahora la burguesía vende los derechos y la
independencia de la nación por dólares. La bandera de la independencia
nacional y de la soberanía nacional ha sido arrojada por la borda. No
cabe duda, de que esta bandera la habréis de levantar vosotros,
representantes de los partidos comunistas y democráticos y llevarla
hacia delante, si queréis ser patriotas de vuestro país si queréis ser
la fuerza dirigente de la nación. Nadie más la levantará.
Unificar la lucha por la auténtica democracia y el poder popular con
la idea nacional, con las tradiciones populares, con la lucha nacional
libertadora esta es la tarea que nos dejó Stalin a nosotros los
comunistas . Y esta es la tarea que tratamos hoy de decidir,
situándonos a la vanguardia del más amplio movimiento paanotriótico,
del único capaz de salvar a Rusia en esta hora de prueba mortal.
A los comunistas nos toca actuar en condiciones extremadamente
complicadas. Los "coloretes" que de las libertades democráticas con el
que se había maquillado el partido del poder, en su camino hacia la
dirección del estado, hace tiempo que se ha borrado y ha desaparecido.
Ya no lo necesitan. Ha pasado a ser un obstáculo irritante. Un año más
la sociedad rusa se balancea en la resbaladiza frontera de su caída
definitiva en al autoritarismo, en ese estado, que hemos dado en
llamar fascismo liberal.
Los intentos de aplastar o domesticar a la oposición, se suceden uno
tras otro. La inventiva de los maestros del Kremlin en cuanto a
provocaciones e intrigas rupturistas en las filas del PCFR, no conoce
límites. Les envidiarían los más destacados intrigantes de épocas
lejanas y no tan lejanas.
Y a pesar de todo el PCFR se afianza hoy como líder político y moral
de la sociedad rusa. Se desarrolla el proceso del que hablaba Stalin,
con su particular inclinación a trazar paralelismos históricos:" si
antiguamente al cristianismo se le consideraba la tabla de salvación
entre los esclavos oprimidos y explotados del vasto imperio romano,
hoy todo parece indicar, que el socialismo puede servir (y ya ha
comenzado a hacerlo) como bandera de liberación de las masas de
multitud de estados coloniales del imperialismo".
Rusia se ha convertido hoy en una colonia de la que extraer materias
primas, para la que la perspectiva socialista, representa la única
estrella guía hacia la salvación. Nuestro país ha sido y lo continúa
siendo, la esperanza de los pueblos, contra los que la maquinaria de
guerra americana y los actuales globalistas están prestos para
desencadenar nuevas aventuras bélicas.
Los cuadros de nuevo deciden todo.
En el PCFR está entrando gente de lo más diversa. Hay jóvenes,
científicos, representantes de la "clase media", gente en la edad más
activa. Nos rejuvenecemos, fortalecemos, renovamos.
Aprender a trabajar políticamente con los nuevos partidarios,
atraerlos, oír su voz, es una de nuestras principales tareas. El
partido debe ser para ellos, no solo el portador de las ideas justas.
Estamos obligados a resultar atractivos para los que nos rodean.
Necesitamos acercar a nuestras filas a la mayor cantidad posible de
gente, no solo atraídas por motivaciones ideológicas elevadas, sino
por la simple curiosidad vital.
Stalin explicaba: "en esta curiosidad del pueblo se encierra uno de
los principales peligros para el poder: el curioso de hoy, mañana como
manifestante reunirá a su alrededor a nuevos grupos de curiosos"
Hoy encontramos decenas de miles de curiosos en cada ciudad
importante: Los comunistas deben aprender a estar juntos y unidos con
la gente en cada asunto, por nimio que parezca. Tenemos que ser uno de
los suyos para esa decisiva mayoría de la nación.
Solo así podremos hacer frente con la eficacia debida, a todo ese río
de mentiras y descalificaciones que vomitan los medios de comunicación
en nuestra dirección, a ese silencio sepulcral con el que dan
cobertura a nuestras actividades y propuestas, en los principales
medios, afectos al régimen.
Como es lógico no vamos a lograr todo esto de golpe. Son inevitables
las equivocaciones, las derrotas y los errores de cálculo. Nuestros
predecesores no se amilanaban ante las dificultades. "Estudiar,
apretando los dientes, sin temor de que nuestros enemigos se ría de
nosotros, de nuestra ignorancia, de nuestro retraso". Otro consejo más
de Stalin, que cogemos como munición.
Lo principal aquí no temer el descubrir y dejar a la luz nuestras
debilidades. Apoyarse en la gente, "organizar valiéndonos de la
crítica y la autocrítica de nuestras carencias, una amplia opinión
pública del partido, de la clase obrera, un control moral alerta y
vivo, cuya voz deberán acatar los responsables, si quieren seguir
contando con la confianza del partido y la clase obrera". Este consejo
de Stalin es plenamente actual para nosotros. Especialmente en lo
tocante a la política de cuadros.
Incluso la victoria en las elecciones y la creación de un gobierno que
defendiese los intereses nacionales, no significaría que en la
práctica habríamos tomado el poder, si ese poder no se encuentra
respaldado por cuadros bien preparados. Por unos cuadros capaces de
darlo todo por Rusia. Nosotros con nuestros predecesores, debemos
decir: Los cuadros deciden y decidirán todo.
"Necesitamos… especialistas en el metal, en la industria textil, en el
sector energético, químico, agrícola, en el transporte, en el
comercio, la contabilidad etc, etc. Necesitamos ahora grupos enteros,
cientos, miles de nuevos cuadros, capaces de ser la cabeza visible en
todos los campos del conocimiento. Sin esto no tiene sentido hablar de
los tiempos de desarrollo de la construcción socialista de nuestro
país."
Debemos abordar sin demora la resolución de este problema, para que no
nos coja de sorpresa en el futuro. Tanto más ahora que la campaña
electoral nos ofrece la posibilidad de darnos a conocer ante un amplio
círculo de personas.
Fuente: www.rebelion.org