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UN POCO DE DIPLOMACIA

Publie le Jueves 29 de noviembre de 2007 par Open-Publishing

La actual política exterior venezolana tiene grandes méritos, obviamente, aunque en su ejecución registra notables fallas. Es una política basada en las orientaciones trazadas ya hace casi doscientos años por nuestro gran ideólogo revolucionario, Simón Bolívar, quien en materia de relaciones internacionales dejó un legado todavía no suficientemente apreciado.

Por lo tanto, la tarea que hoy se nos plantea a los venezolanos es la de tratar de recuperar el tiempo perdido, es decir, retomar el rumbo que en 1830 quedó interrumpido por la torpeza de una clase dominante que tanto acá como en la Nueva Granada se puso al servicio de potencias extranjeras. Me refiero, claro, a la evidente necesidad histórica de fortalecer por todos los medios la más estrecha unión entre venezolanos y colombianos.

Pues la unidad colombo-venezolana resulta indispensable no sólo para que ambos pueblos logren zafarse de la dominación imperialista, sino también para poder alcanzar la más firme estructura unitaria con todos aquellos pueblos americanos dispuestos a buscar por esa vía un desarrollo pleno y libre de los nefastos mandatos de Washington.

Y es en este aspecto, precisamente, que la política exterior nuestra viene cojeando, o sea oscilando entre buenos y malos momentos. Estamos viendo, ahora mismo, cómo se ha engendrado un cierto inpasse en relación con las gestiones –al parecer acordadas entre los respectivos gobiernos- que venía haciendo el Presidente Hugo Chávez para llevar a cabo un intercambio negociado de cierto número de prisioneros causados por la guerra civil colombiana. Un asunto de tal naturaleza, desde luego, para que sea exitoso debe ser conducido por canales apropiados, por gentes experimentadas y conscientes de la responsabilidad implícita en su tarea. En una palabra, con algo que algunos “revolucionarios” rechazan: DIPLOMACIA. Y esto es justamente lo que en mi opinión ha faltado en este caso concreto.

No es cuestión fácil el manejo de una Cancillería. Peor aún si no se cuenta con un personal debidamente preparado, y eso es sin duda lo que nos sucede. Hay que reconocer que Venezuela no ha tenido desde hace todo un siglo una política exterior propia, realmente venezolana, puesto que desde el mismo inicio de la era petrolera, con Cipriano Castro, nuestros gobiernos adoptaron como suya la neocolonial Doctrina Monroe. Ha sido en estos años recientes, hay que decirlo, cuando se han dado pasos positivos en tal sentido con el funcionamiento del Instituto “Pedro Gual”, adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores.

Pero además está el hecho de tener una política exterior totalmente en manos de un solo hombre, el presidente de la república, autorizado constitucionalmente en esta materia a hacer con el país lo que quiera, al estilo de una monarquía absoluta. Esto se explica por estar copiando nosotros la constitución de Estados Unidos, a partir de la inicial nuestra en 1811, y allá un Bush puede meter a ese país en guerras y líos de todo género cuando y donde le plazca. Lástima es que acá, en la reforma constitucional ahora en discusión, no se le ponga la menor atención a tan grave problema.

Asimismo, cargamos con la tradición de tener como embajadores a una gente por lo general nada calificada: van a esos cargos por razones no profesionales, sino por nexos de amistad o para alejarlos un poco de la vida política. Actualmente, además, abundan allí los militares, quienes se suponen están preparados para hacer la guerra, y no para hacer la paz. Es igual a poner a un diplomático al frente de un ejército.

He tomado la ocasión de este reciente lamentable episodio en las relaciones colombo-venezolanas -en el cual creo que es inútil intentar buscar un culpable- para decir aquí claramente estas verdades. Espero que luego se imponga la sensatez, en ambos lados de esa frontera que Bolívar nunca quiso, y supongo que así será después del referéndum del próximo 2 de diciembre acá en Venezuela. Mientras tanto en Washington se estarán frotando las manos de contentos.

Fuente; Diario Digital del Partido Comunista de Venezuela Tribuna Popular TP

http://www.tribuna-popular.org