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Venezuela pasa al 3° lugar entre los países con mayores reservas de petróleo
Publie le Viernes 15 de agosto de 2008 par Open-PublishingCon la reciente certificación probada y avalada por organismos internacionales especializados afines, Venezuela ha subido del 5° lugar al 3°, entre los países con mayores reservas de petróleo en el mundo, superado sólo por Arabia Saudita e Irán, respectivamente.
Las proyecciones a corto y mediano plazo son tan promisorias que lo más probable es que ya en el año 2009 o, a más tardar, el 2010, pase a ocupar el primer lugar, desplazando así a Arabia Saudita de tan privilegiado lugar.
En efecto, los 99.000 mil millones de barriles de petróleo en reservas probadas al cierre del año pasado, han subido ahora, con la nueva certificación, a 130 mil millones de barriles. El ministro de Energía y Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, oficializó el número de reservas probadas del país con la firma de dos libros contentivos del registro oficial de las reservas incorporadas hasta abril de este año (30 mil millones de barriles).
A decir verdad nunca hubo antes en Venezuela un mecanismo de registro de reservas, a excepción durante el año 1943, bajo el Gobierno de Isaías Medina Angarita, ocasión en que se hizo el primer registro, que arrojó como resultado unos 5 mil 752 millones de barriles.
Cuando Chávez llegó al poder el año 1998, las reservas petroleras se ubicaban en 76 mil millones de barriles certificados, por lo que con la actual cifra de 130 mil millones de barriles, Venezuela se coloca como una de las principales potencias petroleras del mundo.
La certificación y cuantificación de reservas se inició en 2006 a través del Proyecto Socialista Magna Reserva que adelanta la estatal petrolera. La nueva cantidad de reservas incorporadas equivalen a 60 campos gigantes con aproximadamente 500 millones de barriles de crudo cada uno.
El Mandatario venezolano, Hugo Chávez ha señalado sobre la materia, que para este 2008 la meta es llegar a 200 mil millones, al tiempo que precisó que se prevé que para el 2009 se aumenten unos 113 mil millones de barriles más, para totalizar 313 mil millones de barriles. Luego de esto, indico Chávez “Venezuela podrá decirle al mundo que posee la más grande reserva de petróleo que algún país del mundo pueda tener”.
Ahora bien, en relación a la privilegiada posición que pasará a tener Venezuela, cuando tenga certificada las mayores reservas de petróleo en el mundo, provenientes éstas de las actuales prospecciones que se están realizando intensamente en la rica cuenca del Orinoco, se entiende mejor aún el empeño de Estados Unidos, primero en su intento por derrocar al presidente Chávez, para después, de fracasada dicha intentona, intentar desestabilizarlo políticamente.
Este empeño de estados Unidos en conjunto con la oligarquía criolla, se entiende porque por primera vez ha habido bajo el gobierno del presidente Chávez una real y auténtica política nacionalizadora de la riqueza del petróleo. Y si bien, desde hace años la producción petrolera fue nacionalizada, esto sólo ha sido en el papel, toda vez que la enorme riqueza producida se repartía y era usufructuada mayormente por la oligarquía criolla y bancos y financieras internacionales.
Chávez en cambio, ha aprovechado la riqueza del petróleo para llevar a cabo una ambiciosa política social que vaya ahora en beneficio directo del pueblo venezolano, fundamentalmente, sus clases más desposeídas y su numerosa clase media.
Es por ello, y no otras razones, que la Revolución Bolivariana, en Venezuela, ha estado desde su comienzo, en la mira de la geopolítica imperial de Washington. Las inmensas riquezas petroleras que duermen en su subsuelo convierten al país caribeño en un preciado botín para la avidez de la primera economía mundial, que con su constante política de rapiña, hace ingentes esfuerzos por apoderarse o controlar la riqueza del petróleo, como necesidad imperiosa de mantener su hegemonía militar-imperial sobre el resto de los países del mundo.
De otra parte, el proceso de profunda transformación social que vive la sociedad venezolana desde la llegada a la presidencia de Hugo Chávez, y el “mal ejemplo” que ello constituye para los vecinos de la región -que ya comienzan a aunarse en un proyecto antiimperialista autónomo- son razones más que suficiente parta que la Casa Blanca desee revertir urgentemente tal estado de situación. Para dicho fin ya ha probado una variada batería de acciones de todo tipo (golpe de Estado, sabotaje petrolero, paro patronal, ofensiva mediática, embargos comerciales, etc.), hasta ahora todos ellos si éxito. No obstante el fracaso de estos propósitos, la lucha imperial de Estados Unidos contra Venezuela continúa persistentemente en todos los frentes, fundamentalmente, en el mediático y político.
Queda la duda si fracasadas todas las opciones desestabilizadoras, aquellas mismas que en otros lugares del mundo le ha dado espléndidos resultados, la opción militar sea una variable que Estados Unidos en algún momento se decida a emplear contra Venezuela. Por ahora, Estados Unidos la ha descartado, al parecer porque bastante atosigado se encuentra con sus aventuras bélicas en Irak y Afganistán, las que no se han constituido en un simple paseo, -como en un primer instante así se apreciaba- volviéndose a ceñir la sombra de un nuevo Viet Nam, que en su momento, significó un verdadero trauma para la sociedad norteamericana.
En fin, en las condiciones políticas de hoy aparece descabellado que Estados Unidos se atreviera a definir una opción militar para el “molesto” caso de Venezuela, sin embargo, Chávez y la revolución Bolivariana que encabeza, no se confían para nada en aquello, aumentando día a día su capacidad de respuesta, ante la eventualidad de que la locura gringa, en su desesperación, pudiera llegar a tales extremos.