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Voluntad politica y conciencia del deber en nuestras misiones diplomaticas

Publie le Domingo 15 de julio de 2007 par Open-Publishing

Cada vez es más evidente la falta de garra y capacidad de respuesta de una gran parte de nuestras embajadas en Europa.
Salvo contadas excepciones, en los últimos días nos hemos quedado acusando recibo de parte de toda la entente canalla que siguiendo el manual de Washington, osa atacarnos a diestra y siniestra e interferir en una decisión que nos atañe como nación soberana.
Pero esto no es raro, ni extraño si observamos con detenimiento, cual ha sido el comportamiento de nuestros representantes en esta parte del mundo.
Se sabe que ocho años de ejercicio del gobierno, es prácticamente nada si se quiere cambiar una praxis que data de nuestro nacimiento como nación, que justo hasta el inicio de la Revolución Bolivariana lo vicios de los que hoy abjuramos eran el abc de la cotidianidad diplomática.
Las sedes de nuestras misiones no son la casa de los venezolanos y venezolanas en el exterior, todo lo contrario se sigue respirando un olor ha guardado y sacrosanta segregación, que se airea solo en caso de algún evento inevitable, porque viene casi impuesto desde Caracas.
Sabemos que después de cuatro años de gobierno bolivariano, en algunas embajadas, se brindo con champaña el 11, y 12 de Abril de 2002.
Mucho de ese personal, por no decir todo, continua enquistado en cada una de nuestras sedes, mucho de ese personal quiere el regreso del infame ayer.
Hay embajadores que a pesar de haber asumido cargos de envergadura en el gobierno, parecen no comprender la importancia de su puesto y no asumen el rol político de representantes de un gobierno revolucionario, que cada día se juega en el ámbito mundial su continuidad.
Nuestro deber en el exterior como venezolanos comprometidos con el proceso es divulgar a los cuatro vientos lo que ocurre en nuestro país y desenmascarar a nuestra instancia y nivel, a nuestro grado y en nuestro radio de influencia las políticas antivenezolanistas que sobre nosotros se ciernen.
Cuesta comprender que existan embajadores de una nación revolucionaria, que se comporten como reyezuelos y no asuman a carta cabal la misión que se le ha encomendado. Medrando detrás del cargo, pecando por omisión y comisión, jugando para el equipo contrario.
Quizás conozcamos poco del que hacer diario de un representante nuestro en el exterior, pero nos asumimos como tal y en cada oportunidad defendemos a nuestro país y generamos iniciativas en función de hacerlo cada vez en una escala mayor y con mayor contundencia.
Cuando desde Junio 2002 decidimos constituir un instrumento organizativo conjuntamente con un grupo de franceses, pensamos en lo fundamental, librar una batalla por difundir la verdad, la consigna no ha variado.
Nos preguntamos si es muy difícil que los representantes oficiales del gobierno revolucionario en Europa hagan suya esta divisa y actúen en correspondencia.
Hay un sabio refrán popular que dice que la culpa no la tiene el ciego, sino el que le da el garrote.
Quienes fuera de Venezuela intentamos seguir el proceso y colaborar con el, en el día a día nos topamos con que las principales trabas para apoyar a la revolución están en nuestras propias misiones, y probablemente un poquito mas allá también.
Porque una cosa es no hacer lo que esta planteado, pero otra es el control y seguimiento por parte de las instancias superiores de las omisiones y comisiones que por esta vía se suceden.
Una cantidad de organizaciones que defienden a la revolución bolivariana, no poseen un mecanismo que permita asumir una postura de bloque, al perecer nuestro inmediato superior es www.aporrea.org , de no ser por esta actitud de periodismo militante, tendríamos que esperar con sabia paciencia, alguna orientación que tuviera a bien algún ente hasta ahora desconocido para tenernos al tanto en estas alejadas tierras, malas para coordinar un trabajo político, pero tan buenas y deseadas para ser diplomáticos. (Por cierto aun esperamos respuesta en relación a la solicitud de inclusión en el PSUV).
Una embajada para algunos gobiernos, es una forma de congraciarse, con esa persona a la cual se ha nombrado embajador, mucho mas si ella esta ubicada en Europa. Nos oponemos rotundamente a esta visión por parte de nuestro gobierno, queremos verdaderos defensores del proceso en estos cargos, revolucionarios y revolucionarias a carta cabal, capaces de asumirse como parte de los movimientos que en estos países han abrazado y hecho suya la causa de Venezuela por la redención y todos los días generan iniciativas en esta tónica.
No vamos a perder las perspectivas, sabemos que la batalla hay que darla en múltiples frentes y que aun dentro de nuestras propias filas, hay que desenmascarar actitudes y posiciones ajenas a nuestro ideal del cambio.
Este es uno, de varios artículos que en esta dirección esta planteado escribir, no duden en hacernos llegar vuestro punto de vista. Necesario es que se alimente esta y tantas discusiones.