William Ospina: "Hasta que no entendamos Colombia, sufriremos la violencia"

Por Fredy Ortiz
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Poeta, ensayista, literato y reinvidicador de una literatura comprometida, William Ospina pasó por la UNAB para hablar de libros y su visión sobre el país.

¿Cree que en Colombia existe un relato común que nos identifique como país o nación?

Es algo que está en proceso de construcción. Infortunadamente crecimos en un país que se hacía muchas ideas falsas de sí mismo, gobernado por una élite económica e intelectual que simulaba pertenecer a un mundo distinto de aquel al que pertenecemos, que se sentía europeo, blanco, perteneciente a una tradición aristocrática.

Eso borró muchos de los elementos constitutivos de una sociedad colombiana. Apenas estamos empezando a percibir la complejidad, riqueza y abundancia de lo que es Colombia, y a tratar de construir un discurso o relato que se parezca más a esa complejidad y que nos abarque mejor. Mientras tanto, seguiremos padeciendo las consecuencias de una sociedad excluyente, acalladora, que niega su propia complejidad, a eso es lo que podemos llamar la violencia que hoy padecemos, a una sociedad en la que no cabe todo el mundo, porque la lectura que nos cobija es estrecha e insuficiente.

¿Para usted qué es la cultura y qué importancia tiene en nuestra sociedad?

La cultura es lo que nos une como seres humanos. Así como los seres de la naturaleza tienen instintos, los seres humanos tenemos cultura, que hace referencia a la memoria, tradiciones, lenguajes, rituales, y sólo en la medida en que esas expresiones culturales funcionen y nos cohesionen podremos vivir como comunidad. Las hormigas viven en comunidad sin destruirse unas a otras porque están unidas por un instinto. Los seres humanos sólo podemos vivir en comunidad si estamos unidos por una cultura.

¿Qué piensa de la educación, los medios de comunicación y la historia colombiana? ¿Cree que son elementos pertenecientes a una hegemonía, o totalmente autónomos?

Nuestra tradición ha sido hegemónica, la educación que hemos recibido, la historia y los medios de comunicación que nos informan, divierten y, sin duda, manipulan son parciales. Colombia debe diseñar una educación más parecida a su territorio, a su naturaleza, a su historia. También merece unos medios de comunicación más abiertos a la complejidad del país, a su memoria, menos elitistas. Pero esto sólo se puede conseguir en la medida en que la sociedad misma gane conciencia de su riqueza, su pluralidad, autenticidad e imponga esos cambios.

¿Qué recomendaciones hace a los jóvenes colombianos?

Todos debemos hacer un esfuerzo muy grande por redescifrar el país, de leerlo, de descubrirlo; en realidad Colombia no ha sido descubierta está, más bien, llena de conceptos falsos, de ideologías extravagantes pero muy arraigadas en la sociedad, de violencias sobre la condición humana y de violencias contra las minorías. Debemos reformular ese relato que diga quiénes somos. La juventud tiene que utilizar el entusiasmo y el vigor para construir lo que será su país en un futuro.

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