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EZLN: 20 y 10, el fuego y la palabra ...con los de abajo en Uruguay y Chile

Publie le Miércoles 3 de agosto de 2005 par Open-Publishing

por Gloria Muñoz Ramírez

Ante diversas experiencias de autonomía barrial en los asentamientos de Montevideo, con clasificadores de basura, estudiantes, mujeres, radios comunitarias y medios de comunicación alternativa de esa misma ciudad, con presos políticos mapuche, con comunidades indígenas del Arauco, con movimientos autónomos y autogestivos de las poblaciones de Santiago, con estudiantes en lucha, muralistas populares y diversas experiencias de educación popular del país andino, se presentó la campaña EZLN: 20 y 10, el fuego y la palabra.

La revista Rebeldía y la editorial Tinta Limón, viajaron de Buenos Aires a Montevideo y de la ciudad rioplatense hasta la capital y el sur de Chile, donde se presentaron los materiales de la campaña en diversos ambientes de lucha popular, estudiantil e indígena.

Esta es la reseña del recorrido:

Uruguay

En Las Piedras, con Radio Bemba y gente del barrio

En el local del sindicato de salud de la ciudad de Las Piedras, fuera de los márgenes de Montevideo, se llevó a cabo la primera presentación de la campaña 20 y 10 en Uruguay. Un concierto punk abrió la actividad en la que, en primer lugar, se presentó el documental El fuego y la palabra. Después, cientos de jóvenes de la localidad esbozaron un sinnúmero de inquietudes sobre la lucha zapatista, su andar y su actualidad autónoma.

El espacio del sindicato es quizás el más grande que existe en esta ciudad. “Lo ofrecemos a los jóvenes para que realicen sus actividades y para nosotros vincularnos con diversos movimientos sociales”, dijeron los trabajadores del sector salud público.

La actividad fue organizada por los jóvenes de Radio Bemba, proyecto alternativo que nació en 1996, en el contexto de las ocupaciones estudiantiles. Radio Bemba no sólo es una radio, sino una experiencia alternativa que organiza también diversas actividades contrainformativas, culturales, encuentros y diversos eventos con y para el barrio.

Las Piedras es una ciudad dormitorio habitada por la clase trabajadora que se traslada diariamente a Montevideo, con pocas actividades culturales y con escaso movimiento social. En este contexto, Radio Bemba se propone participar de la vida cultural proponiendo diversas opciones de esparcimiento e información. Teatro, folklore, murgas, actividades para niños y presentaciones como la del fuego y la palabra, son parte de las actividades que organizan con el fin de “sacar a la gente de sus casas y de su rutina, proponer otras opciones de vida y, sobre todo, transmitir información que no se encuentra en la televisión ni en las radios comerciales”.

Cuando las sillas ya no fueron suficientes, los pasillos del auditorio se empezaron a llenar de hombres y mujeres sentados en el piso. “Nosotros sólo intuimos a los zapatistas, pero la verdad es que conocemos poco de su lucha. Aún así, nos identificamos con ellos en eso de arrancar desde abajo y no permitir que nos digan cómo hacer las cosas”, señaló el joven punk que abrió y cerró la presentación.

Daniel Viglietti cierra la presentación de la campaña en el Paraninfo de la Universidad de Uruguay

El Paraninfo universitario es uno de los espacios más formales de la cultura uruguaya. Sobrio y elegante, fue ocupado por más de 400 hombres y mujeres de todas las edades, en su mayoría jóvenes estudiantes y por gente de diversos sectores de la sociedad montevideana.

“El Paraninfo es un sitio formal, pero bien central en cualquier actividad”, dice el periodista y escritor uruguayo Raúl Zibechi, quien acompañó a la campaña 20 y 10 por la ciudad de Mario Benedetti, Eduardo Galeano y Daniel Viglietti, éste último presente en el auditorio con su guitarra y sus canciones. Los acordes de Dale tu mano al indio despidieron más de tres horas de charla, risas y encuentro promovido por la Federación de Estudiantes de Uruguay (FEU), el Ateneo, Radio Contonía, Las Decidoras e Indymedia.

De las enormes paredes del anfiteatro colgaron las fotografías de la exposición 69 Miradas contra Polifemo, que continúan motivando y acercando quizás más que las palabras.

En el Galpón de Corrales, experiencia autónoma barrial

Lugar de pobreza extrema, organización y militancia, el Galpón de Corrales es una experiencia que se plantea el trabajo de base, la horizontalidad, la lucha por la autonomía y la autogestión.

La campaña de Rebeldía se presentó en este lugar ante un público de luchadores, gente que busca apropiarse de su destino y se organiza en diversos espacios y movimientos: Radio Testimonios, gente del barrio Grez y Jacinto, del colectivo barrial de Paso Carrasco (Departamento de Canelones), del asentamiento Boris Merino, Radio La Klasista, entre otros, dieron su testimonio de resistencia, compartieron sus dudas y desafíos. Las preguntas sobre la lucha zapatista fueron, en este contexto, desde el movimiento: ¿Cómo organizan la salud? ¿Qué programan en sus radios? ¿Cómo hacen para la toma de decisiones? y un etcétera que no siempre encontró una respuesta.

Con recicladores de basura y radios alternativas en el Cerro Norte de Montevideo

Aquí es el lugar de la precariedad, el abajo de abajo, donde la sobrevivencia es un reto cotidiano. En un pequeño y precario galpón se dieron cita gente de la zona oeste de Montevideo. Hombres y mujeres de asentamientos del Cerro, Cerro Norte, Casabó y Nuevo París, hablaron de sus luchas y reivindicaciones frente al nuevo gobierno de izquierda, encabezado por Tabaré Vázquez. “No esperamos nada de él ni de nadie. Aquí ya no podemos esperar, hay que luchar, es lo único que queda”, dijo Juan, uno de los más de 20 mil recicladores de basura que existen en Uruguay.

Resistencia FM, radio comunitaria de Cerro Norte, organizó una mateada en el local comunal del asentamiento Juventud 14, en el que se presentó la campaña. Aquí se habló de los zapatistas y también de la problemática de los asentamientos y ocupaciones de la periferia de Montevideo. Se contó de la lucha y las peripecias que se pasan para lograr un pedazo de tierra para levantar una vivienda. Mujeres clasificadoras de la cooperativa Villa Esperanza y un clasificador del sindicato UCRUS hablaron de la importancia de organizarse. Y Radio FM esbozó como uno de sus principales objetivos el de crear lazos sociales y desmitificar un barrio que carga con un estigma de delincuencia ante la sociedad montevideana.

La campaña se reunió también con Radio Contonía, en la ciudad vieja de Montevideo, con las mujeres Decidoras, con el Ateneo, Indimedya, con jóvenes de la Federación de Estudiantes Universitarios y con la revista Barrikada. En Uruguay, dice Zibechi, “si la campaña se propuso tender puentes, lo logró con creces”.

Chile

Santiago

Las actividades de la campaña El fuego y la palabra iniciaron en la capital del país andino con la presentación de la exposición fotográfica 69 miradas contra Polifemo y del libro EZLN: El fuego y la palabra, en la sala América de la Biblioteca Nacional.

Un público compuesto principalmente por jóvenes de ambos sexos se dio cita en este espacio de la cultural oficial que, respondiendo a la actividad del sindicato de trabajadores de museos y bibliotecas, en torno al rescate de la memoria histórica del pueblo chileno y latinoamericano, ha abierto (sólo en alguna medida) sus puertas a la presentación de libros y otros materiales que hablan de luchas y memorias.

El objetivo fue, además, convocar en esta primera actividad al público habitual de la biblioteca, generalmente poco asiduo a las actividades de los barrios y poblaciones, lugares a los que en los días posteriores se trasladaría la campaña.

En los dos costados de la biblioteca repleta de espectadores fueron colocadas las fotografías sobre la rebelión zapatista. Al iniciar la presentación, un grupo de muralistas populares fueron invitados a subir al escenario para presentar una de las más bellas reproducciones del mural de Taniperlas, elaborada para la ocasión por manos y voluntades que plasmaron en cuatro grandes lienzos la famosa obra del municipio autónomo rebelde Ricardo Flores Magón.

Los organizadores resumieron así la actividad: “Todos quedamos contentos y contentas, fundamentalmente por la convocatoria, por el encuentro que desestimó las diferencias. Había una buena razón para reunirse y escuchar. Contentos por tocar tambores, por extender murales, por la simpleza, claridad, potencia, humildad y sentido de la experiencia que inundaba el espacio y planteaba desafíos. Contentos por las actividades posteriores, que nos permitieron compartir más relajadamente, donde fue posible el mirarnos y reírnos en medio de la vertiginosidad de todo lo que hay que hacer” (Quimantú).

Cuestiones como la actualidad de la lucha zapatista en un momento de menor visibilidad, el lugar que ocupan el fuego y la palabra, la rebeldía permanente como opción distinta a la toma del poder, y un largo etcétera de preguntas fueron el timón de este encuentro que terminó al ritmo de los tambores de una batucada barrial.

Segunda parada: Encuentro con diversas experiencias de comunicación alternativa

En la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC), ante aproximadamente 150 estudiantes, gente de colectivos barriales y experiencias de comunicación alternativa, se presentaron los materiales conmemorativos de dos décadas de lucha zapatista. La UAHC es una universidad privada que desde sus orígenes ha tenido una cierta intención de enseñanza crítica. Es lugar de foros y actividades de discusión de estudiantes y otros sectores en torno a diversas problemáticas sociales, y han existido en ella diversos colectivos estudiantiles de base. Actualmente ofrece sus instalaciones a la Asociación de Medios Independientes, coordinación de mediactivistas y comunicadores alternativos que organizó el encuentro con la campaña 20 y 10 en el auditorio de la Universidad.

Entre el público, además de estudiantes de periodismo y de otras carreras, estuvieron jóvenes de Indymedia Chile, de distintas páginas web de mediactivismo (Desobediencia Informativa, Página Negra, Kamarikún y otras), radios populares como Radio Primero de Mayo de la población La Victoria, Radio Villa Francia y Radio Cerro Navia de las poblaciones homónimas, Radio del Pedagógico, y la revista Perro Muerto. También asistieron representantes de la agrupación Objetores de Conciencia (ligados a la lucha contra el servicio militar obligatorio) y la Agrupación Nacional de Deudores Habitacionales (experiencia de lucha en torno a la problemática de la vivienda popular y el sobre-endeudamiento y fragmentación que han generado las políticas habitacionales neoliberales).

La historia de lucha de los pueblos zapatistas se encontró durante más de tres horas con las experiencias de los colectivos que insistieron en la importancia de desarrollar labores de contrainformación y denuncia de las represiones y atropellos del poder (se habló de la represión al movimiento mapuche, a las huelgas y movilizaciones de trabajadores, y de las recientes agresiones al movimiento estudiantil, entre otros. ¿Los medios de comunicación alternativa cubren al movimiento o son parte del movimiento mismo? ¿Hay que enfrentarse a la policía o hay que registrar el enfrentamiento?, fueron algunas de las preguntas que quedaron flotando.

Circularon también preguntas sobre los encuentros y desencuentros del zapatismo con los medios de comunicación. No a pocos sorprendió el hecho de que los zapatistas en 1994 no utilizaran Internet y que, por lo mismo, su incursión en ese campo haya sido un mito en los primeros años del alzamiento.

En el pequeño auditorio no cabía una persona más. Afuera filas de estudiantes contemplaban las imágenes de las 69 Miradas contra Polifemo, colocadas en tendederos pendientes de los árboles, junto a los cuatro lienzos del Mural de Taniperlas que acompañaron todas las actividades de la campaña.

El fuego y la palabra se trasladan a la zona sur de Santiago

Bajo el título “La rebeldía se llama autonomía”, se llevó a cabo un encuentro de movimientos en el municipio La Granja, lugar donde funciona el Centro Cultural La Mezcla, colectivo que organizó la actividad junto a otras organizaciones independientes de la zona sur santiaguina, tales como la Casa de la Cultura Popular de la población La Legua, el Centro Cultural “Esteban Gumucio”, y también la revista Perro Muerto. La Mezcla, como otros pequeños espacios poblacionales de la zona sur, se propone como lugar de encuentro para los pobladores de los barrios pobres, y desde ahí desarrollar iniciativas autogestivas en torno a la cultura y el arte popular, la recuperación de la memoria histórica y la reflexión y organización política independiente del sistema de partidos e institucional.

Al encuentro asistieron miembros de los colectivos organizadores, y en menor medida, también pobladores sueltos, jóvenes y no tanto, quienes primero vieron el video Caminantes, del cineasta español Fernando León, y después dieron lugar a una charla en la que contaron sobre las experiencias que desarrollan en un ambiente de fragmentación y des-organización política, en el que, explicaron, dificultosamente se despliegan, dentro de unas poblaciones en las que antaño se dieron fuertes movimientos sociales de base, y que fueron bastión de resistencias contra la dictadura. Contaron cómo la democracia neoliberal de los noventas absorbió y cooptó gran parte de aquellas resistencias, y cómo este proceso impone dificultades muy grandes a quienes intentan construir desde la autonomía.

Los participantes relataron también sus experiencias en muralismo popular, en actividades culturales con los niños y niñas de las poblaciones más pobres, y también con los adultos para ir aprendiendo a ocupar de otra manera el tiempo libre. Hablaron de cómo organizan la comunicación alternativa en las ferias libres de la zona, las bibliotecas populares, así como pequeños talleres de medicina alternativa y de juguetería no comercial, entre otras actividades autogestivas.

Aquí, en La Granja, el diálogo giró en torno a los desafíos que plantea la construcción de la autonomía en el mundo urbano, tanto en Chile como en México, y a la cosmovisión indígena del tiempo, ya que “aquí, en Chile, nos gana a veces la desesperación, la prisa, la duda por lo que estamos construyendo”.

La Campaña 20 y 10 se encuentra con mapuches de Santiago

En el local de la Confederación de Trabajadores Metalúrgicos (Contramet), en pleno corazón de Santiago, se realizó la primera de lo que sería una serie de actividades con el movimiento mapuche. El documental El fuego y la palabra, el libro del mismo nombre y la exposición fotográfica, llegaron por primera vez a muchas miradas mapuches, quienes, desde su particular lucha por la liberación de la nación indígena mapuche, observaron, cuestionaron y se hermanaron con la lucha de los indígenas de Chiapas y del resto de México.

Anunciada durante el día a través de la radio Wixan anai, la actividad convocó a mapuches que nacieron en Santiago, y a personas de diferentes sectores que se solidarizan con la lucha indígena andina. La convocatoria fue hecha por la Meli Wixan Mapu, organización mapuche que se plantea “el rescate de nuestra identidad como mapuches nacidos en la ciudad, además de denunciar los atropellos a nuestros derechos como pueblo”.

La presentación de la campaña fue cálida, entre hermanos, llena de ritos y danzas mapuche, comida y muchas preguntas sobre la autonomía zapatista. Se habló, y mucho, sobre la lucha mapuche y la autonomía territorial que reivindican: “Nosotros no queremos ser parte de Chile, sino tener nuestra nación indígena”, explicaron. Se preguntó, entre otras cosas, por el lugar de los pueblos y sus tradiciones en la construcción autónoma zapatista; sobre cómo son las relaciones de los zapatistas con el resto de los pueblos y movimientos indígenas de México, de cómo se relacionan con otros movimientos sociales y políticos, desde su ser indígena, entre otras tantas cuestiones que nacen, más allá de la diferencia, de la certeza de saberse cerca.

La presentación del libro El fuego y la palabra fue traducida al mapugundún, lengua mapuche, y finalizó con una danza de este pueblo

En el Instituto Pedagógico, tomado por los estudiantes

Ante cientos de estudiantes que mantenían tomada la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, mejor conocida en Chile como El Pedagógico, se presentaron junto con la campaña 20 y 10 diversas experiencias de educación popular, tales como el Cordón Popular de Educación (articulación de distintas organizaciones populares de poblaciones y universidades de Santiago, que realizan un trabajo educacional); el Movimiento por las Asambleas del Pueblo, el Colectivo Andamios (de perfil universitario); el Cordón Rebelde de Estudiantes en Acción Revolucionaria (agrupación de colectivos de estudiantes secundarios) y el Colectivo rodriguista Patty Quiroz (colectivo universitario de el Pedagógico).

La actividad inició con un emotivo saludo de los presos políticos de la Cárcel de Alta Seguridad, en el que se refieren a la importancia del zapatismo como nueva radicalidad política, “marcada por el tono que imponen las emergencias de las luchas indígenas contemporáneas en América Latina: autonomía, auto-organización, recuperación de los recursos y la palabra, y crítica a las formas políticas clásicas”.

En un ambiente de lucha protagonizado por los estudiantes que mantenían las instalaciones tomadas como medida de protesta por la nueva ley de financiamiento universitario, que privatiza el crédito para cursar alguna carrera superior, se transmitieron fragmentos de un video sobre las luchas actuales en Chile y partes del documental El fuego y la palabra.

La gran mayoría de los participantes fueron jóvenes movilizados en la toma universitaria y el tema más concurrido fue el de educación popular, además de los desafíos de la horizontalidad y la toma de decisiones en asamblea. Representativa fue en este contexto la participación de uno de los voceros del movimiento universitario, quien habló de los retos de la organización estudiantil que rechaza las formas tradicionales de lucha, el verticalismo y la arbitrariedad. Decenas de policías y vehículos antimotines enmarcaron un encuentro en el que la palabra “lucha” adquirió muchos significados.

Encuentro con organizaciones populares de la zona Norte de Santiago

En el colegio Cristóbal Colón, dentro de la población Juanita Aguirre, del municipio de Conchalí, y ante diversas organizaciones sociales y colectivos barriales autónomos, se llevó a cabo una más de las presentaciones organizadas por Rebeldía.

Experiencias de educación popular, de merenderos barriales, de muralistas y artistas populares, se dieron cita por más de tres horas para hablar de sus luchas y escuchar referencias a la actualidad del movimiento zapatista. Fotografías, murales, carteles, mantas y banderas, decoraron el espacio en el que un espectáculo de danza dio la bienvenida. Después se habló de la izquierda chilena, de los movimientos al margen de los partidos, de la necesidad de organizarse, del sentimiento derrotista, saldo de la dictadura chilena, que impera en diversos sectores, de las ganas de hacer cosas... La campaña 20 y 10, dijeron, “es sólo pretexto para poder reunirnos, ojalá que lo sigamos haciendo”, dijeron los organizadores.

Con estudiantes y movimientos en la Universidad de Artes y Ciencias Sociales

La Universidad de Artes y Ciencias Sociales (Arcis), al igual que la Humanismo Cristiano, es una universidad privada pero desde sus orígenes, a finales de los ochentas, en plena dictadura, surgió con la intención de ser un espacio para el conocimiento crítico. Aquí encontraron refugio algunos de los núcleos académicos ligados a la izquierda, con un discurso crítico a la dictadura y posteriormente también a la transición democrática neoliberal de los noventas. En la actualidad mantiene parte de ese tono, aunque no podría considerarse autónoma ni radical, sino un espacio habitual de presentaciones de libros, investigaciones y otros materiales emanados de la cultura vinculada a la izquierda.

El Colectivo 31M, integrado por estudiantes que intentan desarrollar experiencias en torno a la pregunta de cómo producir hoy conocimiento crítico y vinculado a las luchas sociales, fue el anfitrión. Además de estudiantes, el 31M está integrado por algunos ex presos políticos de la Cárcel de Alta Seguridad (ex militantes de organizaciones armadas chilenas), debido a que Arcis realizó trabajo académico con los presos, y en la medida en que fueron saliendo, algunos pudieron continuar sus estudios en la Universidad.

Un auditorio mayoritariamente estudiantil, de Arcis pero también de otras universidades, compartió la proyección del documental zapatista y un diálogo posterior en el que se habló de las dificultades de organización estudiantil en un contexto de alta fragmentación universitaria, de la lucha por la libertad y dignificación de todas y todos los presos políticos, y del empeño por hacer consistir experiencias de construcción autónoma y participación directa, lejos de las estructuras de la política tradicional.

En Huechuraba, con diversas experiencias autónomas barriales

Huechuraba es un municipio santiaguino marcado por los contrastes. En él coexisten sofisticadas sedes empresariales, barrios privados y universidades privadas de sectores de clase media alta, y poblaciones marginales y precarias. Actualmente el municipio es controlado por la derecha dura, y operan fuertemente en él todas las tendencias políticas, incluida la izquierda en todos sus matices. En ese marco intentan desarrollarse pequeñas experiencias autónomas, algunas de las cuales organizaron este encuentro.

La campaña se presentó en el jardín infantil público Las Azucenas, que presta sus instalaciones a la escuela comunitaria Sembrando Dignidad, una de las experiencias anfitrionas. Este lugar le dio un cálido marco a la actividad: sillitas y mesitas infantiles, dibujos y colorido. En la entrada, las fotos zapatistas de la campaña dieron la bienvenida a los asistentes.

El encuentro inició con la presentación de la guardería comunitaria, autogestiva y libertaria Mundo Karmínico, que aunque no está afincada en el barrio, trabaja incipientemente en red con las otras experiencias de Huechuraba. Mundo Karmínico es un espacio de resistencia que se plantea una formación diferente desde la primera infancia, antiautoritaria y crítica, donde el aprender se conjugue con la magia de jugar y sonreír.

Después de un almuerzo comunitario se transmitió un video que recoge parte de las actividades que la red de grupos del barrio realizaron el pasado 1 de mayo, cuando, en rechazo a los actos centrales de siempre, decidieron celebrar en y con el barrio actividades para niños, teatro, rock y jazz, y las palabras autonomía y horizontalidad nombrando una apuesta. Posteriormente un mimo y un ventrílocuo con un títere nombrado “el viejo Antonio”, ofrecieron una hilarante bienvenida oficial a la campaña El fuego y la palabra.

Juan, del Comité de Vivienda Comunitario (Covideco) y de la escuela comunitaria Sembrando Dignidad, narró cómo un día el fastidio con la política tradicional, incluida la de la izquierda, se transformó en decisión de “trazar una raya para poder decir: aquí, en este espacio y este tiempo, construimos, pensamos y soñamos por nosotros mismos... Por que no somos animalitos para ponernos contentos por algo que nos dan o nos dictan, somos personas con dignidad, y esa dignidad es la base de nuestro intento por construir autónomamente nuestro futuro y el de nuestros hijos”. Y porque saben que no es un camino para andarlo solos, se están poniendo en red entre los grupos asistentes, para potenciarse, preguntarse y abrirse al barrio juntos.

El colectivo La Micro (autobús) contó del trabajo que realiza con niños del barrio: campeonatos de fútbol, fiestas, actividades callejeras y teatro, entre otras, con la finalidad de aprender junto con ellos a disfrutar el tiempo libre de otra manera. En su oportunidad, el Covideco habló de su sueño por lograr una población autogestionada y comunitaria, donde no se trate simplemente de lograr una casa, sino de construir una trama de vida colectiva en todos los planos (educación, salud, recreación y otros). Parte de ese empeño es la escuela Sembrando Dignidad, que actualmente centra su trabajo en la recuperación escolar, de manera que las personas del barrio, sobre todo mujeres, puedan retomar y concluir allí sus estudios primarios y secundarios; pero se plantea también acceder a planos más creativos y críticos.

Fernando se presentó como un artista barrial que trabaja con los niños y niñas buscando fomentar valores solidarios. La gente de La Grieta, colectivo universitario que busca cooperar y construir con los sectores populares, contó de la consulta barrial que organizaron con los vecinos el 1 de mayo. También estuvieron los integrantes de las bandas de rock y jazz EnSerios y Pincojazz, quienes hablaron de sus ganas de construir y crear desde el arte.

En el sur del sur, con los presos políticos mapuche y en comunidades indígenas del Arauco

Actualmente existen nueve presos políticos mapuche en las cárceles del sur de Chile, acusados injustamente bajo la ley antiterrorista, con juicios amañados y sin mayor delito que luchar políticamente por su derecho a la autonomía, la autodeterminación y sus derechos territoriales, como la devolución de las tierras usurpadas por compañías forestales, energéticas y trasnacionales.

En Chile continúa criminalizándose la lucha del pueblo mapuche y los seis presos de la cárcel de Angol, hasta los que llegó la campaña El fuego y el palabra, dieron testimonio de que las demandas del pueblo indígena no sólo no han sido escuchadas, sino que el gobierno chileno ejerce contra ellos la represión en cualquiera de sus formas: la detención, desaparición, cárcel, torturas, violencia, etcétera.

La campaña 20 y 10 se presentó también en comunidades indígenas del Arauco, donde la fuerza del movimiento mapuche ha recuperado tierras que estaban en manos de las grandes empresas forestales. En ellas se presentó el documental El fuego y la palabra, el libro del mismo nombre y la exposición fotográfica zapatista. Las preguntas de los comuneros no se hicieron esperar. ¿Cómo trabajan la tierra los zapatistas? ¿Tienen tierras recuperadas? ¿Qué siembran? ¿Lo que siembran les alcanza para comer? ¿Las tierras son de ellos? ¿Cómo responde el gobierno de México a la lucha por la tierra? ¿Qué idea tienen los zapatistas de la autonomía? ¿por qué se reconocen dentro del Estado mexicano? Y un largo etcétera que terminó en una comida comunitaria, con papas recién cosechadas de unas tierras que poco tiempo atrás estuvieron bajo la explotación de las forestales.

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