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El banco HSBC se suma a la guerra contra las comunidades zapatistas
Publie le Viernes 17 de febrero de 2006 par Open-Publishing1 comentario
México, D. F., a 14 de febrero de 2006.
A la opinión pública nacional e internacional
A los medios de comunicación
El 26 de enero de 2006 el banco HSBC MEXICO, S. A., entregó en el domicilio
fiscal de la asociación ENLACE CIVIL, A. C., en la ciudad de San Cristóbal de
las Casas, dos oficios firmados por el Lic. Edmundo Rivero Sánchez, Apoderado
de HSBC MÉXICO, acompañados de su respectiva notificación a cargo del Notario
Público número 75 del estado de Chiapas, Lic. Arturo Morales Urioste. Dichos
oficios informan que: “por así convenir a sus intereses”, esta institución daba
por terminados dos contratos de Depósito Bancario de Dinero, uno a nombre de
Maria Gloria Benavides Guevara, y el otro a nombre de Mónica del Rosario Villa
Quintero, colaboradoras de ENLACE CIVIL, A. C.
La primera de estas cuentas servía para depósitos nacionales e internacionales,
destinados a la ampliación de la red de agua potable de San Andrés Sacamch’en
de los Pobres; a la compra de un camión cisterna para proveer de agua a los
compañeros bases de apoyo zapatistas que habitan en el municipio de Zinacantán;
y para alimentos vía proyectos productivos a cargo de las mujeres de las
comunidades. Luego del paso del huracán Stan, se empezaron a recabar en esta
cuenta apoyos solidarios para los damnificados que quedaron sin vivienda, sin
alimentos ni agua.
La segunda cuenta recibía cooperación de ciudadanos de Dinamarca para gastos
relacionados con pequeñas obras y mantenimiento de escuelas en los Caracoles de
La Garrucha, La Realidad y Roberto Barrios.
Cuando abrimos ambas cuentas bancarias se nos preguntó cuál sería el origen y
el destino de los fondos. En ese momento aclaramos que provendrían de colectas
publicas solidarias, y que se usarían en programas sociales de comunidades
indígenas.
La cancelación de las cuentas se advertía en el instructivo de notificación
notarial se haría a partir del décimo sexto día natural siguiente al que se
recibiera la notificación. Esto fue el sábado 11 de febrero próximo pasado.
Antes de vencerse el plazo, acudimos a la sucursal de HSBC de San Cristóbal de
las Casas para solicitar, por escrito, nos explicaran las razones de tal
decisión. En la única respuesta que se nos ha dado hasta la fecha, por parte de
la “Subdirección de PFS, Tuxtla Gutiérrez”, Chis., se repite en los mismos
términos que el banco “se reserva la facultad de cancelar la cuenta cuando lo
estime conveniente”. Hay que recordar que hace menos de un año, en mayo de
2005, el BBVA-Bancomer invocó el mismo “argumento” para cancelar todas las
cuentas de ENLACE CIVIL, A. C., y sus colaboradoras. Cabe hacer notar que en
este caso, a pesar de haber cancelado unilateralmente las cuentas, el propio
banco nos expidió un mes después un oficio en el que hace constar “un excelente
manejo” de las cuentas.
Es del conocimiento público que ENLACE CIVIL es una asociación que creamos con
las comunidades indígenas zapatistas para apoyar proyectos productivos,
educativos, de salud, y otros, que éstas están desarrollando. Las actividades
de esta asociación son totalmente legales y transparentes, está debidamente
registrada ante la Secretaría de Relaciones Exteriores y su constitución
notariada como A.C.; asimismo está registrada ante la Secretaría de Hacienda y
al corriente en sus obligaciones fiscales. Todo lo cual muestra que está bajo
un constante escrutinio de las autoridades políticas del país y del estado de
Chiapas.
Una vez más, es evidente que con este tipo de medidas se pretende entorpecer y
dificultar el flujo de solidaridad permanente hacia las comunidades indígenas
zapatistas, afectándolas en aspectos vitales, como el suministro de agua.
Curiosamente, muchas de ellas están en la región de Los Altos, misma donde en
diciembre de 2003, las autoridades locales perredistas antes caciques
priístas suspendieron el suministro de agua en represalia a los zapatistas que
estaban constituyendo un municipio autónomo dentro de Zinacantán.
Ante la incapacidad de las autoridades federales, estatales y municipales, de
proveer los servicios públicos indispensables para la vida cotidiana y para
remontar la situación de desastre causada por fenómenos “naturales”, la
sociedad civil nacional e internacional ha respondido en numerosas ocasiones.
Esta respuesta está siendo obstruida, ahora, por el banco HSBC MEXICO, el cual
así se suma a la lista de actores públicos y privados que continúan la guerra,
acosando y dañando económica y socialmente a los pueblos indígenas de Chiapas.
Por ENLACE CIVIL, A. C.: Elisa Benavides y Paulina Fernández C.
Mensajes
25 de febrero de 2006, 21:21
El deseo de sus organizaciones, en el fondo, no es ayudar a las com. indígenas ni a nadie sino polarizar a la sociedad aprovechandose, desafortunadamente, de la ignorancia de esos ciudadanos. ¿Porque no optan por crear ó adoptar espacios en las org. políticas ya establecidas en lugar de formar nuevos y mas redentores?