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Hace 50 años, el 17 de octubre de 1961: trabajadores argelinos fueron masacrados

par Sophie GARGAN

Publie le Domingo 16 de octubre de 2011 par Sophie GARGAN - Open-Publishing

Hace cincuenta años, el 17 de octubre de 1961, en pleno París, mientras la guerra proseguía en Argelia, centenares de trabajadores argelinos fueron literalmente masacrados por policías a las órdenes del prefecto de policía Maurice Papon, a quien el gobierno había dado carta blanca para actuar contra la manifestación argelina prevista ese día.
Doce días antes, el prefecto de policía había prohibido a los argelinos circular por las calles de París y de la región parisina entre las 20 h 30 y las 5 h 30 de la mañana y exigido que los puestos de bebidas que tenían y frecuentaban cerrasen a las 19 horas. Les había ordenado también no circular en grupo, incluso pequeño, sino únicamente de uno en uno. Para responder a este toque de queda el FLN convocó una gran manifestación pacífica, el 17 de octubre en París.

La barbarie policial

El citado día, decenas de miles de trabajadores argelinos acudían hacia la capital. A las puertas de París, a la llegada de los autobuses de la periferia, a la salida de las bocas de metro, los policías estaban preparados para recibirles. Los argelinos fueron salvajemente golpeados, a culatazos de fusil y porrazos en la cabeza, en los dientes, en los ojos, en el vientre. Allí donde los manifestantes se concentraban para desfilar, sin un arma, ni siquiera un palo, los policías esperaban para golpearles salvajemente, hostigarles, incluso abrir fuego sobre los grupos que se formaban.

En una noche, más de diez mil argelinos fueron detenidos, luego amontonados en furgonetas de policía y, si no eran suficientes, en los autobuses requisados de la Red de autobuses de París, como diecinueve años antes para la redada (antijudía NDT) del Velódromo de invierno de siniestra memoria. En el Palacio de Deportes, en el Parque de Exposiciones, en el Estadio Coubertin, en Vincennes, los trabajadores argelinos fueron internados durante varios días en condiciones sanitarias espantosas y siendo siempre el blanco de la violencia policial.
Algunos fueron ejecutados, estrangulados, ahorcados en los bosque parisinos, otros no sobrevivieron a las heridas y, los días siguientes, se fueron encontrando decenas de cadáveres en el Sena, algunos con manos y pies atados. Al día siguiente, el gobierno daba un balance oficial de… ¡dos muertos del lado de los manifestantes y dos heridos de bala entre los policías!
Si no se sabe con precisión cuántos trabajadores argelinos fueron salvajemente asesinados, fueron con toda certeza más de doscientos.
En el otoño de 1961, la guerra de independencia duraba ya siete años, desde que, el 1º de noviembre de 1954, los nacionalistas argelinos desencadenasen la lucha armada contra el colonialismo francés.

La guerra había provocado ya centenares de miles de víctimas del lado argelino. Del lado francés tres millones de militares iban a pasar por Argelia, de los cuales 300.000 se dejarían allí la piel. Pero, en octubre de 1961, los dos campos ya sabían que la independencia de Argelia sólo era una cuestión de meses. Las negociaciones oficiales estaban abiertas entre el gobierno francés y el gobierno provisional de la República argelina (GPRA)

Matanza silenciada

La guerra colonial y sus atrocidades continuaban sin embargo. El gobierno francés quería estar en una posición de fuerza, para salvaguardar los intereses de sus capitalistas en la futura Argelia independiente. El FLN por su lado, debía demostrar su capacidad de movilizar a los argelinos, incluso en Francia, y éste era uno de sus objetivos de la manifestación del 17 de octubre. La guerra hizo irrupción en Francia, con la brutal represión de la policía de Papon.
150.000 trabajadores argelinos vivían entonces en París y su entorno, mayoritariamente hombre cuya familia estaba en Argelia. Vivían en Chabolas, como en Mantera, o en Pensiones deplorables, varios en una habitación, a menudo muy aislados de la población y de los trabajadores franceses.
La tarde del 17 de octubre y los días siguientes, porque las acciones de la policía iban a continuar, hubo algunos raros gestos de solidaridad de transeúntes o de personal sanitario con los argelinos que fueron apaleados. Pero la jornada evidenció qué lejos estaban las organizaciones sindicales y los partidos de izquierda de los trabajadores argelinos y qué poco preocupados de superar el abismo que la guerra ahondaba entre ellos y los trabajadores franceses.
Tras el 17 de octubre, el FLN llamó a la izquierda francesa a organizar, el 1º de noviembre, una manifestación para protestar contra la represión y exigir el fin de la guerra, PCF y CGT incluidos, ninguno respondió. Fue necesario esperar al 8 de febrero de 1962 para verles convocar una manifestación, en respuesta a un atentado de la OAS, donde la izquierda tuvo que hacer frente al desencadenamiento de la violencia policial, que provocó ocho muertos en el metro Charonne.

Cincuenta años después, los crímenes de la policía francesa del 17 de octubre están todavía ocultos por el silencio del Estado. Es necesario que no sean olvidados.

Un colectivo de asociaciones y de partidos políticos convoca una manifestación para recordar el 17 de octubre de 1961 y pedir « que las más altas autoridades de la República reconozcan las matanzas cometidas por la policía parisina el 17 de octubre de 1961 y los días siguientes, como un crimen de Estado”.
Lutte ouvrière apoya esta manifestación.

Traducción de F.P.

Lutte ouvrière