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Hungría: una Constitución ultra reaccionaria

par Lutte ouvrière

Publie le Sábado 7 de enero de 2012 par Lutte ouvrière - Open-Publishing

Decenas de miles de personas, cien mil según los organizadores, se manifestaron en Budapest el lunes 2 de enero para protestar contra la entrada en vigor de la nueva Constitución. Aunque fue votada el pasado abril, es ahora cuando sus principios ultra reaccionarios entran en vigor.
El término “República de Hungría” desaparece en beneficio de la simple apelación a “Hungría” y la divisa “Dios bendiga a los húngaros” indican enseguida cuales deben ser los valores oficiales del país.
Las nuevas leyes constitucionales sólo podrán ser modificadas por una mayoría de dos tercios, la que dispone el Fidesz, el partido del primer ministro Viktor Orban. La ley electoral revisa las circunscripciones electorales, el modo de escrutinio, disminuye el número de diputados y el lugar dejado a los partidos pequeños.

Para asegurar la mejor aplicación de estas «reformas », Orban ha situado a gente de su entorno, con mandatos de nueve o doce años, en todos los puestos de responsabilidad de la economía, de la policía, del ejército y de la justicia, donde un oportuno adelanto de la edad de jubilación de los jueces ha permitido una renovación favorable al poder.
La radio y la televisión son supervisadas por un consejo dirigido por gente cercana al primer ministro y los periodistas recalcitrantes han sido prejubilados o despedidos, en especial aquellos que han protestado haciendo una huelga de hambre. La única radio de oposición Klubradio, ya no podrá emitir a partir de febrero de 2012.

Una ley de estabilidad financiera fija un tipo único del 16% al impuesto sobre los ingresos y congela las pensiones. El IVA, pasa del 25 al 27 %, el tipo más elevado de la Unión Europea, para productos de primera necesidad, el gas y la electricidad.

La vida privada está bajo vigilancia: la Constitución decreta que el embrión es un ser humano desde su concepción hace que el derecho al aborto corra el riesgo de estar todavía más amenazado. Al ser sagrado el matrimonio entre un hombre y una mujer ni se plantea el matrimonio homosexual.

De todo este inventario reaccionario, lo que ha hecho reaccionar a los dirigentes de la Unión Europea es la imposibilidad de modificar la fiscalidad, su único problema es saber cómo Hungría, pequeño país muy endeudado, cuya moneda, el florín, está en plena caída, podrá reembolsar sus deudas.

Lo demás, los salarios exageradamente bajos y las indemnizaciones de desempleo a la baja corroídas por la inflación que aumenta con las “reformas”, el hecho de que más de un tercio de la población viva bajo el umbral de la pobreza, el hecho de que un partido de extrema derecha se lance a una verdadera caza de gitanos, todo esto, aparentemente, forma parte de la norma: sin embargo es el terreno sobre el que prospera el nacionalismo y la reacción.

Sylvie Maréchal

Traducción de F.P.

Lutte ouvrière