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Panamá : Uno de los dirigentes nacionales de FRENADESO habla sobre sus luchas y sobre el Sindicali

Publie le Martes 14 de febrero de 2006 par Open-Publishing

El DIRIGENTE SAÚL MÉNDEZ AFIRMÓ QUE EL SINDICALISMO ESTÁ SECUESTRADO

CONATO es corrupto

Una pequeña y vieja cúpula ha entregado al movimiento obrero a los partidos políticos y a los diferentes gobiernos en los últimos años, incluyendo al régimen militar y prueba de ello fue el apoyo que dieron a las reformas y a medidas antipopulares.

Saúl Méndez es el secretario de la organización del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (SUNTRACS) la organización más beligerante y organizada del movimiento sindical panameño, en los últimos 15 años.

POR: James Aparicio
james@estrelladepanama.com

El sindicalismo en Panamá “está secuestrado” por la corrupción y de él no escapa el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados, mejor conocido como el CONATO, aseguró el secretario de Organización del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (SUNTRACS), el obrero Saúl Méndez. Con un discurso político e ideológico muy bien elaborado, Méndez esquiva las preguntas difíciles y reafirma las posiciones del SUNTRACS, en una extensa entrevista ofrecida a la Estrella de Panamá, desde uno de los tres locales que tiene el sindicato, en el Distrito de San Miguelito. El año pasado, en sus constantes apariciones en la televisión y en las conferencias de prensa del SUNTRACS y el FRENADESSO, Saúl Méndez era el sindicalista más duro. No dio tregua y fue directo en sus afirmaciones contra el CONATO, el gobierno y los gobernantes PRD y PP. Tiene malos recuerdos del régimen militar que gobernó al país entre 1968 y 1989 y lamenta que en la actualidad su principal dirigente, en la provincia de Chiriquí, Jaime Caballero sea objeto de lo que él considera una persecución. Caballero ha denunciado en diversas ocasiones que la Policía Nacional le ha propinado violentas palizas, que podrían ser investigadas por la Procuraduría General.

“El sindicalismo está secuestrado por una dirigencia “cooptada”, una vieja dirigencia entregada a los partidos políticos, que también es corrupta”, reiteró Méndez. Según Méndez, la “entrega” del CONATO y su dirigencia está documentada por su apoyo a las reformas al Código del Trabajo, durante el régimen militar y el gobierno del ex presidente Ernesto Pérez Balladares (1980 y 1995). Según Méndez, el SUNTRACS está “vendiendo sus ideas al pueblo” para crear una conciencia política “sobre qué es lo mejor que le conviene al pueblo, sea una nueva sociedad, si la riqueza tiene que distribuirse y si todos podemos vivir en este país de forma decorosa, si es necesario que el salario mínimo aumente, si las condiciones de producción y distribución son equitativas”. “En el caso del CONATO seguimos viviendo un secuestro de una pequeña cúpula”, reiteró Méndez, quien volvió a reiterar que el sindicato no tiene “agendas ocultas”. “La agenda del SUNTRACS es pública, tenemos la Ley de la Vida, que nosotros presentamos al país como FRENADESSO, el problema que tiene el gobierno, los medios de comunicación social y la clase dominante (que Méndez identificó como la burguesía) es que no toleran que se haga una propuesta (política e ideológica) distinta a la de ellos”. Sobre un partido político, Méndez volvió a reiterar que no está en los planes del sindicato, ni del FRENADESO. “Hemos hablado claro y contundente, y esto quisiera que lo pusiera en letras negritas, el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales es un frente social, amplio y democrático, en el que tienen cabida todas las personas honestas y honradas que creen que podemos construir un mundo mejor”, dijo Méndez. Reiteró que “es muy difícil que el FRENADESO se convierta en un partido político”, pero advirtió que “eso no niega que la lucha del pueblo panameño se encamine a la toma total y definitiva del poder”. “La toma del poder que hoy tiene la burguesía y que debe a nuestro juicio construirse con un nuevo poder, no depende de la voluntad de dos o tres individuos, sino de una voluntad colectiva”, insistió. “Los sindicatos tienen un objetivo reivindicativo y social y no debemos confundirlos con un partido político porque son dos cosas distintas”. Empero, Méndez explicó que lo que ocurre en Suramérica no es un reflejo de lo que ocurrirá en Panamá, con “expresiones progresistas o de izquierda”. Méndez cree que en los casos de Chile y Argentina son gobiernos socialdemócratas “y Hugo Chávez, en Venezuela, no es lo mismo que Inacio Lula, en Brasil, o el indígena Evo Morales, en Bolivia”. “Los cambios se están produciendo en Sudamérica, porque el pueblo quiere una solución a sus problemas y está buscando nuevos líderes”. Sin embargo, Méndez recordó que para ellos “el sindicalismo del CONATO no puede mover a nadie en la calle porque es un sindicalismo burocrático y en sus sindicatos ya no realizan asambleas generales, no discuten, ni consultan a sus agremiados porque tienen un manejo politiquero desde arriba que no toma en cuenta las opiniones de los de abajo”. “El Sindicalismo y el CONATO están secuestrados por una dirigencia corrupta”, dice y repite Saúl Méndez, quien está seguro que tarde o temprano se producirán cambios que permitirán que su discurso y su propuesta política sea aceptada por las mayorías.

Sin luchas no hay victorias, dice la página del Suntracs

El Suntracs no está lejos de la tecnología.

La página web www.suntracs.org recoge los principales planteamientos sindicales, políticos e ideológicos del sindicato de la construcción. “Sin luchas no hay victorias” abre la página del Suntracs que informa sobre la situación del sindicato, las recientes protestas del FRENADESO y la huelga de junio del año pasado. Una canción al “cerro Tute” donde murieron hace 48 años un grupo de jóvenes que se armaron para enfrentar el “sistema” y se recomienda la lectura de largos documentos o de la organización no gubernamental de abogados, conocida como ALAP. Decenas de fotografías de marchas, protestas y huelgas del Suntracs son suministradas en esta página, que paradójicamente no es vista por la mayoría de los obreros de la construcción que no tienen computadoras en sus casas o no se inclinan por la tecnología.

Protagonismo. El Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción aumentó su influencia entre los trabajadores en los últimos dieciséis años.

En 1990 el SUNTRACS comenzó a cambiar.

El entonces novato dirigente sindical, Genaro López, trabajador en los edificios que se construían en Villa de Las Fuentes consolidó un movimiento que logró sacar del sindicato al ahora abogado Eduardo Ríos. Ríos, conocido por sus vínculos con el régimen militar, inscribió un partido político, el Partido Indepediente de la Clase Obrera (PICO), el cual no sobrevivió a las elecciones generales de 1989. “El SUNTRACS ha jugado un papel clave en los movimientos populares, cuando el sindicato tiene un papel protagónico muy importante”, dijo Saúl Méndez, el secretario de organización del sindicato. Méndez denunció que el SUNTRACS es un “sindicato clasista”, pero a su juicio “se ha querido vender la idea que somos un movimiento radical”. “El SUNTRACS es un sindicato, no es un movimiento político”, precisó Méndez, quien reconoció, sin embargo, que el sindicato va más allá de sus actividades con los trabajadores de la industria de la construcción. Un claro ejemplo fue el papel protagónico del SUNTRACS en la huelga del mes en junio pasado y en el impulso que recibió el Frente Nacional por la Defensa de la Caja de Seguro Social (FRENADESSO) que se opuso a las reformas de la Caja de Seguro Social. Según Méndez, un “movimiento democratizador” recuperó el sindicato “de manos del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y de los militares” a pesar de la represión y la persecución, para colocarlo junto a los movimientos campesinos, estudiantil y barrial, reprimidos en el pasado, a favor de las “causas populares”.

Se ha vendido que el Suntracs es un movimiento de radicales

EL MÁS FUERTE.

El SUNTRACS se ha convertido en el sindicato más fuerte e influyente del actual movimiento sindical.

El SUNTRACS no quiere ni tiene la idea de convertirse en un partido político. Los dirigentes del SUNTRACS, en la provincia de Chiriquí, son perseguidos. El SUNTRACS vende sus ideas al pueblo de forma abierta y democrática.

El SUNTRACS es el sindicato más beligerante del país. Saúl Méndez así lo reconoce.

El Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares ocupa una zona estratégica del distrito de San Miguelito, en la calle L.

En la oficina central del SUNTRACS los retratos de los obreros muertos, en 1995, durante la huelga general por la reforma al Código del Trabajo no impiden que decenas de obreros de la construcción se muevan de oficina en oficina con reclamos, denuncias y pedidos de asistencia legal o laboral.

Genaro López nos observa, y atiende a representantes de varias obras en construcción, para actualizarlos sobre la negociación de la convención colectiva con la Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC) que aglutina a los empresarios y constructores.

“Hemos planteado defender nuestros derechos con esta concepción clasista”, dijo Méndez, quien recordó que en los últimos 16 años se logró la creación de la Confederación de Unidad Sindical (CONUSI) junto al desaparecido sindicato del IRHE (SITIRHE) y la Central Auténtica de Trabajadores Independientes (CATI).

La CONUSI tiene como secretario general al veterano dirigente Gabriel Castillo.

Castillo se formó en la Central Istmeña de Trabajadores; en los ochenta, brazo político de la democracia cristiana.

Méndez recordó también que entre 1995 y el año 2005 se crearon la Organización contra las Bases, el Movimiento Nacional por la Defensa de la Soberanía y el FRENADESSO, hoy convertido en un “frente social”.

“En los últimos 16 años hemos estado abonando por una concepción popular, patriótica, clasista, la cual nos ha llevado a los escenarios nacionales”, dijo Méndez nuevamente.

Con una enorme figura del guerrillero argentino, Ernesto “Che” Guevara, Méndez reiteró que el SUNTRACS “es la organización sindical más grande del país, lo que indica que estamos caminando como nos lo hemos planteado”.

“Tenemos un discurso distinto, tenemos posiciones distintas y por eso es que con el pueblo estamos entendiendo que su liberación nacional y social parte de su organización y por eso compartimos todo con el pueblo panameño”, precisó.

“Nos han lanzado toda clase de epítetos, que somos radicales, comunistas, violentos, que tenemos agendas ocultas, pero ¿quiénes lo dicen?”, preguntó Méndez, quien no perdió el tiempo para lanzar duras críticas a los gobiernos de Guillermo Endara, Ernesto Pérez Balladares, Mireya Moscoso y del propio presidente, Martín Torrijos, a quienes acusó de perseguir al “movimiento sindical y reprimirlo” cuando se opone a las políticas económicas o a decisiones sin consulta.

¿Cómo pueden acusar ellos de violencia?, preguntó una y otra vez tras recordar que los muertos son obreros de la construcción que peleaban derechos.

Entrevista publicada en la edición de la Estrella de Panamá del 13 de febrero de 2006.