Portada del sitio > ¿QUÉ TAN GRANDE ES EL MUNDO?

¿QUÉ TAN GRANDE ES EL MUNDO?

Publie le Miércoles 22 de febrero de 2006 par Open-Publishing

Texto leído por el SCI Marcos en el encuentro celebrado en la Ibero, en
donde participaron estudiantes y académicos de varias universidades del
estado.

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MÉXICO.

¿QUÉ TAN GRANDE ES EL MUNDO?

Después de una jornada en las reuniones preparatorias de la Otra Campaña
(era septiembre, era madrugada, era la lluvia de una nube lejana), nos
dirigíamos a la champa donde estaban nuestras cosas cuando nos topamos a
un ciudadano que, de buenas a primeras, me soltó: “Oiga Sup, ¿y qué se
proponen los zapatistas?”. Sin detenerme siquiera le respondí “Cambiar el
mundo”. Llegamos a la champa y empezamos a preparar las cosas para irnos,
la insurgente Erika esperó a que me quedara solo, se acercó y me dijo “Oí
Sup, pero el mundo es muy grande”, como si tratara de que me diera cuenta
del despropósito que proponía y que, en realidad, no sabía lo que estaba
diciendo cuando dije lo que dije. Siguiendo la costumbre de responder a
una pregunta con otra pregunta, le solté:

“¿Qué tan grande?”.

Ella me quedó viendo y casi con ternura me respondió “Muy grande”.

Yo insistí: “Sí, pero ¿qué tanto?”.

Ella lo pensó un momento y dijo “Mucho más grande que Chiapas”.

En eso nos avisaron que debíamos irnos ya. De regreso, ya en el cuartel,
después de acomodar al Pingüino, la Erika llegó hasta donde yo estaba,
cargando un globo terráqueo, de ésos que usan en las escuelas primarias.
Lo puso en el suelo y me dijo “Mirá Sup, aquí en este pedacito está
Chiapas y tooooooodo esto es el mundo”, y al decirlo casi acarició con sus
morenas manos en globo.

“Mmh”, dije encendiendo la pipa para darme tiempo.

La Erika insistió “¿Ya lo miraste que es muy grande?”.

“Sí, pero no solitos lo vamos a cambiar, sino que vamos a cambiarlo con
muchos compañeros y compañeras de todas partes”. En eso la llamaron a la
guardia. Ella, demostrando que ya había aprendido, antes de irse me lanzó:
“¿Y qué tantos compañeros y compañeras?”.

¿QUÉ TAN GRANDE ES EL MUNDO?

En el Valle de Tehuacan, en la Sierra Negra, en la Sierra Norte, en la
zona conurbada de Puebla, desde los rincones más olvidados de la otra
Puebla se aventuran respuestas:

En Altepexi, responde una mujer joven: Más de 12 horas diarias de trabajo
en la maquiladora, trabajar los días de descanso, nada de prestaciones, ni
seguro, ni aguinaldo ni reparto de utilidades, el autoritarismo y mal
trato del gerente o el jefe de línea, ser castigada sin goce de sueldo
cuando me enfermo, ver mi nombre en una lista negra para que no me den
trabajo en ninguna maquiladora, si hacemos un movimiento el patrón cierra
y se va para otro lado, el transporte es malo y llego ya muy tarde a la
casa donde vivo y ver la cuenta de la luz, el agua, el predial, hacer la
cuenta y ver que no alcanza, darse cuenta de que no hay agua ni para
tomar, que el drenaje no sirve y en la calle apesta. Y al otro día mal
dormida y mal comida, de vuelta a la chamba. El mundo es tan grande como
la rabia que siento contra todo esto.

Una joven indígena mixteca: Mi papá se fue hace más de 12 años a Estados
Unidos, mi mamá trabaja cosiendo balones, le pagan 10 pesos por cada
balón, y si no queda bien uno, le cobran 40 pesos. No pagan luego, sino
hasta que vuelve a regresar al pueblo el que contrata. Mi hermano está
empacando para irse también. Las mujeres estamos solas en esto de sacar
adelante la familia, la tierra, el trabajo. Así que nos toca también a
nosotras sacar adelante la lucha. El mundo es tan grande como el coraje
que me hace sentir esta injusticia, tan grande que me hace hervir la
sangre.

En San Miguel Tzinacapan.- Una pareja de edad se mira entre sí y responde
casi al unísono: El mundo es del tamaño de nuestro empeño en cambiarlo.

Un campesino indígena de la Sierra Negra, veterano de todos los desalojos,
menos del de la historia: Pues ha de ser muy grande, por eso necesitamos
hacer crecer nuestra organización.

En Ixtepec, sierra norte.- El mundo es del tamaño de la sinvergüenza de
los malos gobiernos y de Antorcha Campesina que puros prejuicios le hacen
al campesino y todavía la envenenan a la tierra.

En Huitziltepec.- Desde una escuelita autónoma, una televisión rebelde
transmite una verdad: el mundo es tan grande que cabe la historia de la
comunidad y de su afán y lucha por permanecer asomándose al universo con
dignidad. Una señora, artesana indígena, de la misma rodada que la finada
Comandanta Ramona, agrega en voz en off: “El mundo es tan grande como la
injusticia que sentimos porque nos pagan una miseria por lo que hacemos y
las cosas que necesitamos pues nomás las vemos pasar de largo, porque
nomás no alcanza”.

En la vecindad de la Granja.- “No ha de ser muy grande, porque parece que
los niños pobres no cabemos, nomás nos regañan, persiguen y golpean, y eso
que sólo estamos viendo cómo sacar el varo para la papa”.

En Coronango.- Por grande que el mundo sea, se está muriendo por la
contaminación neoliberal de la tierra, el agua, el aire. Se está
rompiendo, porque así decían nuestros abuelos, que cuando se rompe la
comunidad, se rompe el mundo.

En San Matías Cocoyotla.- Es tan grande como la falta de madre del
gobierno, que sólo está destruyendo lo que hacemos como trabajadores. Ora
nos tenemos que organizar para defendernos del gobierno, y se supone que
está para servirnos. Ya ven cómo no tiene madre.

En Puebla, pero en la otra Puebla.- El mundo no es tan grande porque a los
ricos no les basta lo que ya tienen y ahora quieren quitarnos lo poco que
tenemos los pobres.

Otra vez, otra Puebla, una mujer joven.- Es muy grande, así que no podemos
cambiarlo unos poquitos, tenemos que unirnos todos para poder, porque si
no, pues no se puede, se cansa una.

Una joven artista.- Es grande pero está podrido, a nosotros nos
extorsionan por ser jóvenes. En este mundo ser joven es un delito.

Un colono.- Por grande que sea, como que les queda chico a los ricos,
porque están invadiendo tierras comunales, ejidales, colonias populares.
Como que ya no caben sus centros comerciales y sus lujos y se meten en
nuestros terrenos. Yo creo que como que los que no caben somos nosotros,
los de abajo.

Un obrero.- El mundo es tan grande como el cinismo de los líderes charros.
Y todavía dicen que están para defendernos a los trabajadores. Y allá
arriba se junta la mierda: o sea el patrón, la autoridad y el charro, por
muy nuevo que se diga. Deberían hacer uno de esos proyectos de relleno
sanitario, o sea un basurero para meterlos a todos juntos. O no, mejor no,
porque seguro contaminan todo. Y luego si los metemos a la cárcel, los
criminales se van a amotinar porque ni ellos van a querer vivir junto a
esos cabrones.

...

Ya es madrugada en esta otra Puebla que no ha dejado de asombrarnos a cada
paso que damos en sus suelos. Apenas hemos terminado de comer y estoy
pensando qué voy a decir en esta ocasión. De pronto, por debajo de la
puerta se asoma una maletita, que casi inmediatamente se atora en la
rendija. Apenas como un murmullo, se alcanzan a oír los resuellos de
alguien que empuja desde el otro lado. Por fin pasa la maletita y, detrás
de ella, tropezándose, aparece algo que se parece extraordinariamente a un
escarabajo. Si no fuera porque sé que estoy en Puebla, así sea la Otra
Puebla, y no en las montañas del sureste mexicano, casi podría jurar que
se trata de Durito. Como apartando un mal pensamiento, regreso al cuaderno
donde ya está escrita la pregunta que encabeza este examen sorpresa. Sigo
tratando de escribir, pero no se me ocurre nada que valga la pena. En eso
estoy, o sea que haciéndome tarugo, cuando siento que tengo algo sobre el
hombro, estoy a punto de hacer un ademán para quitármelo cuando escucho:

 ¿Tienes tabaco? -

“Esa vocecita, esa vocecita”, pienso.

 ¿Cuál vocecita? Se ve que tienes envidia de mi voz varonil y seductora-,
protesta Durito.

Ya no me cupo duda, así que, con más resignación que entusiasmo, dije:

 ¡Durito...!

 ¡Ningún “Durito”! Yo soy el más grande desfacedor de entuertos, el
socorro del desvalido, el consuelo del desamparado, la esperanza del
débil, el sueño inalcanzable de las féminas, el póster favorito de los
niños, la inconfesable envidia de los varones, el...

 ¡Párale, párale! Pareces candidato en campaña electoral.- le digo a
Durito, tratando de interrumpirlo. Inútilmente, según se ve, porque él
sigue:

 ... el más gallardo de la raza que ha abrazado la andante caballería: Don
Durito de La Lacandona S.A. de C.V. de R.L. Y permisado por las Juntas de
Buen Gobierno -.

Al decir esto, Durito muestra, sobre su caparazón, una calcomanía en la
que se lee: “Permisado por la Junta de Buen Gobierno. Municipio Autónomo
Rebelde Zapatista “Charlie Parker”.

 ¿“Charlie Parker”? No sabía que teníamos un MAREZ con ese nombre, cuando
menos no cuando salí -, digo desconcertado.

 Claro, como que lo fundé apenas antes de salir de allá y venir en tu
auxilio ­ dice Durito.

 Qué raro, yo pedí que me mandaran tabaco, no un escarabajo -, respondo-
protesto.

 No soy un escarabajo, soy un caballero andante que he venido a sacarte
del apuro en que te has metido -.

 ¿Yo? ¿Apuro? -

 Sí, no le hagas al “héroe precioso” de Mario Marin frente a las
grabaciones que dan cuenta de su verdadera calidad moral. ¿Estás o no en
un apuro?

 Bueno, apuro, lo que se dice apuro, pues... sí, estoy en un apuro -.

 ¿Lo ves? ¿Acaso no deseabas que yo, el más mejor de los caballeros
andantes, viniera a socorrerte? -

Lo pienso apenas un instante y respondo:

 Bueno, pues la verdad es que no -.

 Vamos, no escondas el mucho gusto, la gran alegría y el desbordado
entusiasmo que hay en tu corazón al verme de nuevo -.

 Prefiero esconderlo -, digo resignado.

 Bueno, bueno, basta de fiestas y fuegos pirotécnicos de bienvenida.
¿Cuál es el malandrín al que debo derrotar con el brazo que tengo abajo y
a la izquierda? ¿Dónde están los tales por cuales de Kamel Nacif, Surcar
Kuri, y demás gente de tan baja calaña? -

 Ningún malandrín ni nada qué ver con la ralea de sinvergüenzas. Hay que
responder una pregunta -.

 Venga de ahí -, apura Durito.

 ¿Qué tan grande es el mundo? ­ le digo.

 Bueno, la respuesta tiene la versión corta y la versión larga. ¿Cuál
quieres? -.

Yo miró el reloj. Son las 3 am y a mí se me caen los párpados y la gorra
sobre los ojos, así que digo sin titubear:

 La versión corta -.

 ¡Cómo que la versión corta! ¡Acaso he venido siguiendo tus huellas por 8
estados de la República Mexicana para exponer la versión corta! Naranjas
podridas, ni mais palomas, nel pastel, niguas, nones, negativo, rechazado,
no -.

 Bueno -, digo resignado, -entonces la versión larga -.

 ¡Eso es, mi narigón trashumante! Apunta ahí... -

Tomo el lapicero y el cuaderno. Durito dicta:

Si lo miras desde arriba, el mundo es pequeño y de color verde dólar. Cabe
perfectamente en el índice de precios y cotizaciones de una Bolsa de
Valores, en la tasa de ganancia de una trasnacional, en la encuesta
electoral de un país que ha sufrido el secuestro de su dignidad, en la
calculadora cosmopolita que suma capitales y resta vidas, montes, ríos,
mares, manantiales, historias, civilizaciones enteras, en el pequeñísimo
cerebro de George W. Bush, en el corto alcance de miras de capitalismo
salvaje mal vestido con el ropaje neoliberal. Mirado desde arriba, el
mundo es muy pequeño porque prescinde de las personas y, en su lugar, hay
un número de una cuenta bancaria, sin más movimiento que el de los
ingresos.

Pero si lo miras desde abajo, el mundo se ensancha tanto que no basta una
mirada para envolverlo, sino que son necesarias muchas miradas para
completarlo. Mirado desde abajo, el mundo abunda en mundos, casi todos
pintados con el dolor del despojo, la miseria, la desesperanza, la muerte.
El mundo abajo se crece hacia los lados, sobre todo hacia el lado
izquierdo, y tiene muchos colores, casi tantos como personas e historias.
Y se crece hacia atrás, hacia la historia que lo hizo mundo abajo; y crece
hacia sí con las luchas que lo iluminan aunque la luz de arriba se apague,
y suena aunque el silencio de arriba lo aplaste; y crece hacia delante
adivinando en cada corazón que lo anda el mañana que parirán los que abajo
son los que son. Mirado desde abajo, el mundo es tan grande que caben
muchos mundos y aún así sobra espacio para, por ejemplo, una cárcel.

O sea que, resumiendo, visto desde arriba, el mundo se encoge y no cabe en
él más que la sinrazón. Y, visto desde abajo, el mundo es tan espacioso
que hay lugar para la alegría, la música, el canto, el baile, el trabajo
digno, la justicia, la opinión y el pensar de todos, no importa que tan
diferentes sean si abajo son lo que son.

Apenas alcancé a apuntar. Releo la respuesta de Durito y le pregunto:

 ¿Y cuál es la versión corta? -.

 La versión corta es la siguiente: El mundo es tan grande como el corazón
que primero lo duele y luego lo lucha, junto con todos los de abajo y a la
izquierda -.

Se va Durito. Yo sigo escribiendo mientras en el cielo la luna se desgasta
con la lúbrica caricia de la noche...

...

Yo quisiera aventurar una respuesta. Imaginar que a ella, con las manos,
le suelto el pelo y el deseo, que le cuelgo un suspiro al oído, y,
mientras mis labios suben y bajan por sus colinas, entender que el mundo
es tan grande como la sed que tengo de su vientre.

O , poniéndome más decente, intentar decir que el mundo es tan grande como
el desvarío de hacerlo “otro”, como el oído que se necesita para abarcar
todas las voces de abajo, como este otro afán colectivo de ir a contra
corriente uniendo rebeldías abajo, donde allá arriba separan soledades.

El mundo es tan grande como la espinada planta de la indignación que
levantamos, sabiendo que de ella nacerá la flor del mañana. Y en ese
mañana, la Universidad Iberoamericana será una universidad pública,
gratuita y laica y en sus pasillos y salones habrá obreros, campesinos,
indígenas, y los otros que hoy están fuera.

Es todo. Sus respuestas deben presentarlas el 30 de febrero y por
triplicado: una para su conciencia, otra para la otra campaña, y otra, con
el encabezado que diga claramente: WARNING, para los que allá arriba
piensan, ingenuos, que son eternos.

Desde la Otra Puebla.
SupMarcos.
Comisión Sexta del EZLN.
México, Febrero del 2006.

http://enlacezapatista.ezln.org.mx/la-otra-campana/200/