Portada del sitio > Rumbo al IV Congreso Nacional Indígena
C. Rojo
La caravana de la Otra Campaña llegó a Nurío, Michoacán, y las palabras de don Agustín González, comunero purhépecha de esta tierra, expresan no sólo el trasfondo de un mundo mítico, sino además histórico y social de la situación que actualmente viven los pueblos indígenas de México: "El maíz es cuerpo y alma de nosotros, nuestros antepasados nos dieron esa herencia de que la vida es el maíz, aunque no vale ya en nuestro tiempo y hay un poder que nos quiere acabar y lo hace al no valer nuestra vida, el maíz".
A la sociedad moderna ya no le importan los productos de la tierra ni la tierra misma. A la sociedad moderna, egoísta, narcisista, envidiosa, sólo le interesa su reflejo en el espejo, un espejo que está hecho con las manos del poder que otorga el dinero.
Porque el centro de este sistema neoliberal que hoy nos gobierna es el dinero, y el mundo ideológico que de él se desprende: privatización, racismo, explotación, marginación, mentira, hipocresía. El dios neoliberal es el dinero y todo el materialismo salvaje que ello implica. Como bien señalan los historiadores de la religión, una de las principales causas por las que el planeta padece esta terrible contaminación, es por el paso del politeísmo al monoteísmo (de los dioses naturales a un solo dios metafísico), y éste último, ligado al capitalismo, ha originado una ideología que ya no respeta el agua, los árboles, el aire, los animales, la tierra.
De allí que uno de los puntos de la lucha indígena sea el rescate de la relación entre el humano con la naturaleza. Por eso el hecho de estar en contra de una ley que permite el cambio de la tierra comunal a la propiedad privada, pues de este modo el neoliberalista tiene mayor fuerza para obligar al campesino, al indígena, a vender su tierra y convertirlo en un esclavo más del explotadero capitalista.
En un foro que congregó a diversos grupos indígenas, purhépechas, huicholes, nahuas, otomíes, chichimecas, entre otros, el sub Marcos dijo: "reconocemos que la guerra de conquista no ha terminado y que el extranjero quiere apoderarse otra vez de nuestras tierras por medio de las trampas gubernamentales. No estamos ya buscando el diálogo con el que manda, lo que estamos buscando es que caiga, que desaparezca y junto con él caigan y desaparezcan los ricos que nos han sumido en la larga noche que venimos padeciendo desde hace 500 años. Llegó la hora de alzarse en un gran movimiento civil y pacífico para ocupar a la fuerza el lugar que debemos tener en esta nación mexicana. Ya no tiene caso esperar del poderoso un oído atento. No les interesamos. Nos desprecian.
Hemos llegado a la casa del purhépecha para empezar a hacer junto con otros el gran acuerdo que vuelva a levantar la rebelión como en la revolución mexicana, como en la guerra de independencia pero ahora teniendo cuidado que no vuelvan a quedar olvidados los pueblos indios a la hora del triunfo".
Y señala: "Nosotros pensamos que esta guerra de conquista está en una etapa ya tan alocada, tan desatada, que no van a parar ante nada. La única forma de detenerla, sería que todas las resistencias que están ahora dispersas se unieran. Si siguen las resistencias sueltas, seguirán siendo heroicas, seguirán siendo valiosas y llegarán a ser cosa del pasado. Si seguimos solos cada quien por su lado, vamos a ser derrotados".
De ahí la insistencia en la Otra Campaña por organizar movimientos nacionales en los que cada quien con su modo e independencia luche por sus demandas pero ya no solo, sino todos unidos. Y ahora, con esta reunión en Nurío, emerge la necesidad del IV Congreso Nacional Indígena, que se realizará los días 5 y 6 de mayo.
El texto, que fue leído por don Juan Chávez Alonso, del pueblo purhépecha, dice: “considerando que la Sexta Declaración de la Selva Lacandona emitida por el EZLN invita a todos los de abajo a construir una gran fuerza anticapitalista y de izquierda que trabaje por la construcción de un nuevo programa nacional de lucha y una nueva Constitución con el fin de frenar la guerra de devastación capitalista, hemos acordado convocar urgentemente a las autoridades y representantes directos de los pueblos, naciones, tribus, barrios, comunidades y organizaciones indígenas a la celebración del cuarto Congreso Nacional Indígena, que tendrá lugar en la comunidad de N’Donhuani-San Pedro Atlapulco, municipio de Ocoyoacac, estado de México”.
Los temas fundamentales que se discutirán son, por un lado, una evaluación de la resistencia indígena desde tercer el CNI realizado en marzo de 2001; y por otro lado, analizar la explotación que padecen los pueblos indígenas en el marco del neoliberalismo. Asimismo se acordarán líneas de participación en el marco de la Otra Campaña.
La convocatoria para este cuarto Congreso está firmada por la Comisión Sexta del EZLN, el Congreso Nacional Indígena, región Centro-Pacífico, comunidades, frentes, organizaciones, consejos de mayores, autoridades tradicionales, colectivos de Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Durango, Guerrero, Colima y estado de México.
Fuentes:
Carla Garza, Indymedia
Hermann Bellinghausen, La Jornada