Solidaridad Cubana

SOLIDARIDAD CUBANA
José Gregorio González Márquez

El vil asesinato de la médico cubana Raquel Pérez Ramírez nos crea un profundo sentido de angustia. Después de tres años radicada en Venezuela atendiendo a compatriotas, llevando la esperanza y el valor a quienes por tradición han sido los menos considerados, practicando la medicina preventiva - única que permite evitar enfermedades - y por supuesto, estableciendo vínculos de amistad con sus pacientes, nos deja porque la mano infame de un desadaptado acabó con su vida.

Desde que se instauró en Venezuela la Misión Barrio Adentro la esperanza de vida de los venezolanos que viven en el campo y en zonas marginales, aumentó. La atención médica que antes sólo recibían algunos sectores de la sociedad, llegó hasta los grupos más desposeídos. La solidaridad demostrada por el gobierno cubano al enviar decenas de miles de médicos para que se incorporen al trabajo social en nuestros barrios y caseríos, ha permitido que el común de la gente se sienta atendida en uno de los más elementales derechos humanos: el derecho a la salud.

Hoy día podemos afirmar que el trabajo realizado por los médicos cubanos fortalece la salud de los venezolanos. Las severas críticas hechas por sectores de la oposición contra la presencia de estos camaradas cayó en saco roto pues parte de los médicos venezolanos jamás estuvieron dispuestos a subir cerros, a vivir en zonas rurales y menos a tratar sus pacientes con la ética y solidaridad con que demanda su Juramento hipocrático. Muy pronto conocimos la calidad humana de ellos. Antes de su llegada, para ser atendidos era necesario poseer una póliza de seguro que garantizara el pago de hospitalización y los honorarios médicos; en el caso de los hospitales públicos por lo general estaban abarrotados de pacientes que eran ruleteados.

Desde mi patria quiero hacer llegar hasta los familiares, amigos y al pueblo cubano un abrazo de amistad y solidaridad por el dolor que les embarga. Tengan en cuenta que este incidente no trocará las esperanzas de dos pueblos que caminan la senda del bien común. Hasta la victoria siempre.