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ACTEAL: SIGNO DE LA TRANSICIÓN FALLIDA

Publie le Lunes 26 de diciembre de 2005 par Open-Publishing

A un año de terminar la gestión del primer gobierno de alternancia, se cumplen 8 años de impunidad del espantoso crimen ocurrido el 22 de diciembre de 1997 en Acteal.

Las víctimas fueron 49 indígenas asesinados (4 nonatos, 32 mujeres de las cuales 14 eran niñas de entre 11 meses y 17 años y 19 entre 18 y 65 años, 4 niños entre 4 y 15 años, y 8 hombres entre 25 y 68 años de edad); siguen siendo víctimas los familiares y lesionados; pero también son víctimas la Verdad, la Justicia y la sociedad entera.

Acteal, es uno de los rostros de conflicto armado en Chiapas; Acteal es signo de la transición fallida, no es un crimen del pasado sino símbolo de “el cambio”, el futuro adelantado. A través de Acteal no sólo podemos constatar la decadente descomposición de un régimen de 70 años, sino además la insuficiencia de las instituciones para enfrentar el reto de superar el pasado.

De los 87 civiles indígenas procesados, seis tienen sentencia firme, seis fueron absueltos, uno murió y el resto sigue en proceso. Hay aún 27 órdenes de aprehensión pendientes de ejecutar en contra de civiles indígenas. Sólo 15 funcionarios de bajo nivel, la mayoría policías, han sido procesados. Dos funcionaros con órdenes de aprehensión, Jorge Gamboa Solís (Ex Coordinador de la Policía Estatal) y José Luis Rodríguez Orozco (Director de la Policía de Seguridad Pública Estatal), aún se encuentran prófugos.

Los cargos por los que fueron procesados han sido: homicidio calificado, lesiones calificadas y portación de armas de uso exclusivo del Ejército. De manera sistemática, tanto en la masacre de Acteal como en los procesos seguidos en contra de los líderes paramilitares de Paz y Justicia en la Zona Norte de Chiapas, los jueces han desechado el delito de crimen organizado y asociación delictuosa, es decir, desde la perspectiva del aparato de justicia los responsables no son una banda criminal, mucho menos paramilitares, ni siquiera se acreditó que se organizaron de manera previa para cometer la masacre: para el Estado mexicano, la masacre simultánea de 49 personas en Acteal, fue una coincidencia.

Ernesto Zedillo (entonces Presidente de la República) hoy es asesor de la ONU y de grandes empresas transnacionales, y profesor de Yale, en los Estados Unidos, los generales Cervantes Aguirre (entonces Secretario de la Defensa) y Renán Castillo (entonces Comandante de la Fuerza de Tarea Arco Iris) son pensionados del Estado, Emilio Chuayffet (Secretario de Gobernación) es diputado coordinador de la bancada príista en la Cámara baja, Ruiz Ferro (Gobernador del Estado de Chiapas) es el operador político de la campaña de Madrazo en Michoacán. Todos ellos libres, todos ellos impunes.

Acteal nos habla de Tlatelolco, del jueves de Corpus, de Aguas Blancas, de El Charco. El plan de campaña militar en Chiapas nos habla de la guerra sucia en los 70s y 80s. Las y los 49 indígenas masacrados nos hablan de Doña Rosario y sus desaparecidos, de Digna Ochoa ejecutada, de los torturados, de los campesinos y estudiantes ejecutados sumariamente. Los militares de hoy nos hablan de los militares del pasado y el poder nos habla de sí mismo.

El patrón sistemático de los jueces para exonerar, y la falta de oficio de las Procuradurías federal y estatal con todo y sus Fiscalías especiales, para evidenciar lo que a todas luces y con muchas pruebas, ha sido una política deliberada de Estado para cometer crímenes sistemáticos en contra de la población civil, es un evidente encubrimiento de las cúpulas civiles y militares, de los delitos de lesa humanidad cometidos en el pasado y los que se podrán cometer en adelante.

A un año de la sucesión presidencial, Acteal no nos habla tanto del pasado como del futuro. La alternancia no resultó garantía suficiente para la democracia, las instituciones de Estado han demostrado una crisis estructural y el sistema político está carcomido desde sus bases. Se hace urgente un nuevo pacto social en el que la Justicia, la Libertad y la Igualdad sean los principios básicos de una real Democracia.

La búsqueda de la Justicia, la Verdad y la Paz hoy en México, nos implica asumir la tarea de velar por la Verdad Histórica, esperar y caminar con la certeza de los hombres y las mujeres que luchan y viven sus derechos con dignidad, en la construcción de otro México posible.

Datos actualizados de procesos judiciales en torno a la masacre de Acteal
http://frayba.org.mx