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El otro México ya decidió alzarse para derrocar a los malos gobiernos: Marcos

Publie le Jueves 13 de abril de 2006 par Open-Publishing

Se gesta en el país una rebelión contra la lógica del capital y la
mercancía, asegura

Convoca a estudiantes de la Universidad Michoacana a que analicen el
pensamiento zapatista, y si consideran que es bueno, a unirse

Critica la falta de libertad de cátedra

por HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Morelia, Mich., 6 de abril. Antes de partir de Michoacán, el subcomandante
Marcos quiso "mirar", junto con un millar de personas reunidas en el
jardín del centro de Morelia, "sólo por un momento", allá arriba. "Veamos
a quién han puesto Madrazo y el PRI como sus representantes en Michoacán:
a un asesino de hombres, mujeres y niños en Acteal." El ex gobernador
chiapaneco Julio César Ruiz Ferro, radicado ahora en Morelia, "es quien
representa al PRI en Michoacán y todo el país. El PRI no tiene ningún
recato en proponernos a un asesino como representante del gobierno que
quiere asumir". Por lo demás, agregó, el PRI, el PAN y el PRD proponen "un
paso más, cuando estamos frente al abismo para que seamos destruidos como
nación".

Mas si se mira abajo, "nos encontramos como jóvenes, como jóvenas
perseguidas y hostigadas, perseguidos y hostigados por la policía debido a
la forma que somos, y esto les molesta porque hemos asumido nuestra ropa,
nuestra forma de peinarnos, lo que hacemos con nuestro cuerpo, nuestra
música, nuestra forma de hablar y nuestra cultura, como una posición
política de rebeldía. Estarían dispuestos a tolerarnos si sólo fuera una
moda, pero ven que crece esto de la rebeldía y está dejando de ser nada
más cuestión de un colectivo o un grupo. Se levanta ahora la juventud
rebelde en México, que habrá de maravillar no sólo al país, sino al mundo.
Y se levantan también los pueblos indios, no para pedir que sean
reconocidos, sino para imponer su existencia como hemos impuesto nuestra
existencia todos los que somos de abajo y de la izquierda".

Corresponde a México impulsar la transformación

En su discurso de la noche anterior, en el segundo patio del Colegio de
San Nicolás, el delegado Zero expresó: "Por alguna circunstancia que no
vamos a discutir ahora", le está tocando a México el trabajo de impulsar
la transformación. Probar que se puede. "No sólo es nuestro deber y
nuestra esperanza en este país, sino también en el continente y el resto
del mundo".

Al salir de la radio universitaria este miércoles, el delegado Zero
escuchó a estudiantes y profesores, y los convocó a "elegir qué
universidad quieren. Si la universidad pública sigue en el canal de un
ensamblaje capitalista, absurdo y dislocado, que lo que produce no tiene
cabida allá afuera". Si la universidad elige ser fábrica, cosechará
"amarguras, desilusión y frustración". No se trata de ser de izquierda
radical o moderada, "sino de si se es o no universitario".

Aseveró que en la cátedra "no hay libertad; la investigación es cooptada
por las empresas y convierte a nuestros científicos en peones de la
ciencia, que van armando pedacito por pedacito la ciencia que luego será
utilizada para destruir la naturaleza o la humanidad". Hay que elegir como
comunidad universitaria, insistió. "Esa decisión hay que tomarla abajo y,
por otro lado, fuera de esta torre de cristal que es la academia, allá
donde está el otro México, que ya tomó la decisión de alzarse para
derrocar a los malos gobiernos, sacudirse a poderosos que han llevado a
nuestro país a la ruina".

Se dijo convencido de que tal levantamiento se va a dar. "Compañeros y
compañeras, vieran que es posible darles el aviso de lo que va a pasar. Si
se pudiera haber avisado antes del 68, del 71, del 94. Ahora se puede y
estamos pasando a darles este aviso y a preguntar su decisión. No que se
sumen ciegamente, les pedimos que se informen, que vean este pensamiento,
que lo tomen en cuenta y si ven que es bueno, se unan a nosotros, porque
de este lado está el México que va a resurgir. Allá arriba sólo seguirá la
muerte, la destrucción y el desprecio".

Por la tarde, el delegado Zero llevó la otra campaña a la colonia
moreliana Felícitas del Río, donde se ha dado una resistencia de esas que
parecen pequeñas. Contra una gasolinera, nada más. Y con el linchamiento
mediático que se acostumbra contra quien estorba los negocios.

Posteriormente, en el jardín central de la Universidad Michoacana, cerca
de 2 mil universitarios recibieron a la otra campaña. El delegado Zero los
invitó "a levantar la mirada del espejo del dolor por el lugar que tenemos
en la sociedad, por el dolor que cada quien agrega en su vida personal. Y
les pedimos que levantemos la mirada de ese espejo, incluso el que incluye
nuestra rebeldía. Sea como colonos contra la arbitrariedad de una
gasolinera impuesta. Sea la criminalización del trabajo, como el caso de
los compañeros pescadores en Janitzio. Sea el desprecio a la lengua, como
explicaron los compañeros otomíes y mazahuas, y antes los purépechas. Sea
el desprecio a otros caminos para la ciencia, el arte, las humanidades, la
organización estudiantil u obrera. Otro camino que cada quien construye, a
veces a nivel individual, a veces colectivo, para sanar su corazón".

Marcos recordó una canción de guerra que los llamados "jingoístas", en el
imperio británico, entonaban a finales del siglo XIX, "que decía más o
menos: ’no queremos pelear, pero si Jingo lo dice, tenemos las armas,
tenemos los hombres, y por supuesto el dinero’. Desde entonces los grandes
capitales lo dicen una y otra vez. Lo que este capital necesita es una
nueva guerra. Nosotros concebimos la etapa actual del capitalismo, esto
que se llama también neoliberalismo, como una nueva guerra de conquista".

Ante los universitarios nicolaítas, el delegado zapatista dijo: "debía ser
una sorpresa que los capitalistas, en lugar de estarse peleando por el
gran dinero, se estén peleando por las pocas monedas que hay en los
bolsillos de la gente más explotada. Eso es lo que estamos viendo y
recogiendo en la otra campaña. Pero el responsable de este sistema que no
tiene patria o dice que la patria del dinero es todo el mundo, ya no tiene
una sede en Estados Unidos, la Europa imperial o el Oriente que resurge,
sino fuera de las fronteras, de los límites territoriales, las barreras
que plantean las leyes".

No se conforman, "sino que quieren destruir nuestro territorio,
despoblarlo, obligarnos a desaparecer como habitantes. Es lo que se
empieza a ver detrás de la persecución obsesiva y criminal contra las
mujeres. Ya no se trata de hostigamiento sexual solamente. No se trata de
cosificación de su ser femenino, de sólo verlas como adorno, sino ya como
un enemigo. Las agresiones violentas, que llegan al asesinato, se están
convirtiendo ya en una pauta de esta etapa del sistema capitalista".

Hizo referencia a "la saña" con que se persigue a los jóvenes por ser
diferentes. Es ya "una ley del sistema capitalista". Y cuestionó: "¿Por
qué las mujeres, por qué los jóvenes? Y como venimos diciendo desde hace
513 años y más recientemente hace 12 años, ¿por qué los pueblos indios?
Ahora con el agravante de que el capital, a la hora que hace estudios
sobre el subsuelo y la existencia de mantos acuíferos, bosques y riqueza
natural, ha descubierto que existimos".

A la vez, abundó Marcos, "se está gestando una rebelión, a veces
espontánea, a veces organizada, contra la lógica del capital y la
mercancía. Queremos avisarles que hay que ponerse abusados con los
monigotes que el capital pone delante para que empecemos a pelear contra
eso y los dejemos en paz. Una de las grandes mentiras del capitalismo es
el mercado. Pensar que se puede combatir y derrotar al capitalismo sólo
con una medicina alternativa, una cultura alternativa, sólo con un ’otro
arte’, sólo con otra forma de organización dentro de las universidades, es
el espejismo que nos están presentando una y otra vez".

Vienen días terribles

No va a ser posible transformar la situación "si no entendemos que hay que
atacar el núcleo del problema, al responsable. Si logramos levantar la
mirada y encontrar la cadena de mando que tiene su alta jefatura en el
poder del dinero, no sólo podremos levantar este movimiento. Entonces,
sólo entonces podremos hablar de una victoria cierta.

"Los días que se vienen van a ser terribles, muy duros, sucios, bajos,
como pocas veces ha encontrado este país si no hacemos nada; así va a ser,
y si lo hacemos, también va a ser así, pero va a haber una esperanza, la
esperanza de otra cosa, de otro movimiento que le dé salida a esa noche
que ahora nos están proponiendo hacerla, ahora sí, eterna, de la única
forma que se pueden hacer eternas las cosas, que es con la muerte. La otra
campaña es la lucha por la vida y el capitalismo es la lucha por imponerle
a todos la muerte. Y no importa si eso significa destruir el mismo mundo
que están habitando ellos. Mientras haya ganancia no importa que el agua
se contamine, que el monte se destruya, que el pueblo quede desierto
mientras se pueda poner en términos monetarios.

"La lucha que estamos levantando es por la humanidad y es por la humanidad
porque del otro lado, esos que cantan el jingoísmo, necesitan la guerra, y
la única guerra que queda es contra la humanidad. Si ellos ganan,
desaparecemos. Si ganamos nosotros, no sólo sobrevivimos, sino que lo
haremos con libertad, con democracia y justicia.

"Habrá quien le quiera dar vueltas y buscar que si Ecuador, que si
Bolivia, que si Argentina, que si el Timor. No sé qué está pensando cada
quien, pero los zapatistas pensamos que, por alguna circunstancia que no
vamos a discutir ahora, le está tocando a México este trabajo. No sólo es
nuestro deber y nuestra esperanza en este país, sino también en el
continente y en el resto del mundo. Si de una u otra forma el zapatismo
logró sintonizar simpatía a nivel mundial, no es porque hayamos hecho un
determinado uso de la palabra o por el heroísmo incuestionable de las
comunidades indígenas, es porque se plantea una alternativa, el germen de
otra cosa. Es lo que debe plantear en todos sus niveles la otra campaña.
Señalar al enemigo, el capital; al aliado de ese enemigo, la clase
política. Plantearse el objetivo, porque no habrá que arriar ninguna
bandera: el derrocamiento de ese gobierno y la destrucción de ese capital.
Y entonces sí, apenas nos habremos ganado el derecho de volver a empezar."

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