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Guayaquil de mis terrores

Publie le Miércoles 2 de febrero de 2005 par Open-Publishing

Ya pasó la marcha blanca, una marcha grande, bastante grande como no se lo podía imaginar de otra manera en la actual coyuntura política y con el tremendo despliegue publicitario de convocatoria. Aunque en la televisión en realidad no se la veía tanto como una marcha porque la sudorosa multitud blanca en la 9 de Octubre estaba parada.

Los medios televisivos estaban encantados y mencionaron cifras hasta de 400 mil personas o más, sin ocultar su total falta de criterio cualificado. 50 mil si es mucha gente por ejemplo, ¿o tal vez eran 3 millones? Jaime Superbot fue llevado en hombros a la tarima para pronunciar las babosadas que todas escuchamos. El patriotismo regional, la seguridad ciudadana contra la peste de la delincuencia, y la reivindicación textual de que “dejen crear riqueza!!!”, es decir, ser rico es chévere y por eso necesitamos protección paraca, oh ... privada. Viva Malequil! Un discurso típico de ultraderecha, y comparable con otras “marchas blancas”, por la seguridad, por la propiedad. Una impunidad fiscal criminal para la clase alta y la pena de muerte para los delincuentes.

Los malos de la película, los de la otra mafia, estaban reunidos a un par de cuadras, y muy de vez en cuando las cámaras casi con miedo los enfocaban a la distancia. Y si eran un montón también, pero no se decía nada más sobre la “Marcha del PRE”, en la cual se veían también banderas verde y rojas del PSP.

Tal vez la misma convocatoria a “la marcha de los pobres, ...los desnudos, ... los salados” no fue tan atractiva, “...o no?”, pues ¿quién quiere dejarse filmar como choro que está contra la seguridad y contra Guayaquil? Pero según ellos mismos fue un éxito su concentración y el análisis más bacano por lo menos en términos de diversión fue el de Abdalá desde Panamá, quien estaba totalmente mal informado por sus súbditos, pero con la garra gritona de siempre afirmó: “nos vemos en Guayaquil, marica”.

Se podría argumentar que el manejo de los medios masivos fue tan asquerosamente parcial y comprometido con el Alcalde y su partido, porque la fanesca gobiernista se había pasado de la raya con el golpe en las Cortes. Pero el tema de la marcha no estaba centrado en la violación de la Constitución, porque eso traería malos recuerdos de esta ramera. O no nos acordamos que la moneda nacional es el Sucre, que Mahuad nunca renunció, y que el convenio de la base de Manta no pasó ni siquiera por el Congreso, para solo mencionar unos pocos ejemplos de violación a esta carta magna que hoy incentiva a tipos como el Montúfar y los niños buenos 25 al “Pite y pase”.

Cierto es que da miedo que un pana del loco presida nada menos que la Corte Suprema de Justicia, y bueno fuera que la Constitución juegue un papel fundamental como por ejemplo en Venezuela. Pero no estamos en Venezuela aunque viendo la cadena televisiva que cubría la marcha blanca, “la oposición” al gobierno de los mass media tenía mucho parecido.

El hecho de que la anterior Corte fue controlada por los Socialcristianos no justifica lo actuado por la vergonzosa mayoría del gobierno, pero no deja de ser un hecho importante también. En la polarización entre el coronel, familia, y derecha “lumpen” (7 - 10) y por otro lado la oligarquía guayaquileña con la socialdemocracia quiteña, la izquierda está dividida. Los temas de fondo como el TLC y el Plan Colombia no constituyen ninguna discrepancia entre los dos bandos, y pocas son las voces que pugnan por un modelo distinto al robo capitalista.

Veamos lo que ocurrió en Quito mientras pasaba la marcha blanca por Guayaquil. No solo hablamos de la repugnable acción contra León Roldós en la Universidad Central, - pues no es que le lanzaron un huevo o tomate, casi le matan. ¿Gente del FRIU o gente con pañuelos del FRIU? Por lo menos la FEUE rechazó públicamente el ataque violento y la responsabilidad por lo ocurrido, y quisiéramos creerlos.

Otro suceso pasó casi desapercibido. Un ilustre terrorista de Colombia se estaba paseando por Quito, y se daba cita en un Hotel 5 estrellas por asuntos bananeros, sin que nadie le diga nada, aunque la simple presencia de Alvaro Uribe en Ecuador hubiese sido motivo suficiente para por lo menos armar un relajo de protestas, o mejor quemar el Marriot. Pero nada de esto pasó. El día estaba reservado para el show blanco.

Momentos como el actual donde la mejor consigna lamentablemente parece ser la de quedarse en casa (como el 26 de enero en Guayaquil), sino te metes por accidente en una marcha blanca o gobiernista, invitan a la reflexión, no a prender una vela por la democracia, pero si a la alerta urgente de parar y enfrentar las tendencias fascistas dentro de las dos fuerzas pro capitalistas que ahora se enfrentan.

La construcción de una alternativa viable para recuperar por lo menos algo de soberanía y dignidad en el concierto internacional y frente al belicoso imperialismo fundamentalista de los EE.UU. es impostergable y requiere de la tantas veces clamada y difícil unidad. El papel de los medios de comunicación es de gran importancia en este contexto. La casi omnipotencia de los mass media como actores políticos obviamente vinculados exige el fortalecimiento de los medios independientes.