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Que Molesto! Actitud imperdonable de los norteamericanos con respeto al (in)migracion

Publie le Jueves 1ro de febrero de 2007 par Open-Publishing

Aquellos que desean leer historia estadounidense no distorsionada, antes que usar la mitología para sus propios fines, ya están al tanto de la terrible situación interminable de los inmigrantes hacia las costas estadounidenses. "Dame tus cansadas, tus pobres, tus hacinadas multitudes anhelantes de respirar en libertad, el desdichado desecho de tu rebosante playa. Envía a estos, los desamparados, que botó la ola hacia mí: ¡Yo alzo mi lámpara al lado de la puerta dorada!"

El famoso poema de Lazarus, como su nombre lo indica, termina levantándose de entre los muertos, o mejor dicho, termina siendo tediosamente exhumado por aquellos que desean resucitar la imagen interesada de Estados Unidos con los brazos abiertos en un abrazo hacia aquellos menos afortunados. A pesar de las hostilidades que cada ola de inmigrantes ha recibido, su único deseo era compartir nuestra generosidad inmerecida y buscar la manera de obtener una parte de ese pastel selecto que es la riqueza norteamericana. ¡Qué vergüenza! ¡Cómo se atreven a hacer lo que hicieron nuestros propios ancestros hace 20, 50, 100, 150 años!

Mas ese mismo tema es una digresión deliberada, un tema para distraer la atención del verdadero negocio de la gente, cualquier tipo de gente, que se enfrenta con los grandes asuntos que nosotros afrontamos. ¿Guerras imperiales interminables? ¡Casamientos de homosexuales! ¿Inminente destrucción de la ecoesfera? ¡Irán está enriqueciendo el uranio! ¡Aquellos que están en el poder en los Estados Unidos están plagados de corrupción, codicia y mentiras de los pies a la cabeza! ¡Los mejicanos nos están robando nuestros trabajos!

La (in)migración es tan antigua como la misma evolución. Sí, la palabra temida que empieza con E. Lo siento, pero no hay refugio seguro aquí para los lunáticos de la derecha. Es la naturaleza de los organismos multicelulares, desde el primer pez que daba coletazos sobre la tierra en busca de mejor alimentación, procreación u oportunidades de inversiones para lograr un estilo de vida mejor.

A George Bush, hurgando en las profundidades del estilo Nixon, le encantaría incitar la violenta reacción racista que impulsó a Nixon hacia el poder antes de que su propia criminalidad obligara al pueblo estadounidense a volver a pensar en su horrible error. Parece que el casamiento homosexual no ha resultado en la implosión de la sociedad de Massachussets, mucho para la desilusión de la iglesia y sus aliados ultra derechistas. Así que la inmigración llega, justo a tiempo, como la cuña para separar a los blancos que temen a Dios y cumplen con la ley de su propio sentido común.

Pero la tarea más difícil para los astutos racistas siempre ha sido refinar su propia ideología morbosa y hacerla aceptable para alguna "mayoría" amorfa que diligentemente los mantendrá en el poder. Incluso Bull Connor no abrazó abiertamente al Klan. Cada generación de blancos en los Estados Unidos tiene su propio truco semántico, un tipo de haz en la manga de los racistas para disfrazar su agenda moralmente censurable. ¿Genocidio? Nooooo. ¡Destino Manifiesto! ¿Racismo? Nooooo. ¡Derechos de Estado!

¿Racismo? Nooooo. ¡Tifoidea! ¡Salud Pública y seguridad! Etc.

Y ahora, el nuevo tema es la legalidad, o los impuestos, o lo que sea que lo mantenga a flote. En algunos destellos poco característicos de racionalidad, Bush quiere parecer "justo". Los millones de trabajadores indocumentados no deberían ser "deportados a su país de origen" (¡uf!); en su lugar deberían pagar alguna multa coherente por cosechar fruta a cincuenta centavos la hora, recargar impuestos sobre las ganancias de lo que sus jefes agricultores se dignaron a pagarles realmente, y aprender inglés. ¡A mí me parece justo! Pero realmente, ¿no deberíamos examinar nuestra propia complicidad en este asunto? No soy aquel que acusa sin tener pruebas, así que restringiré el rayo fatídico de mi terrible y veloz espada hacia aquellos que sabemos que son culpables. ¡Alcen las manos todos aquellos que, digamos, hayan comido o comprado fruta en los últimos seis meses! ¡Ajá! Paguen su multa coherente y colóquense en la fila de la izquierda. ¿Alguien le podó el césped? ¡Ajá! Pague su multa y colóquese en la fila de culpables. En cuanto a los propietarios agricultores de corporaciones transnacionales, bueno, la simple noción de proporcionalidad podría imponer encarcelación, castigo público o humillación. Lo siento, la ley es la ley. ¿Y si algún amigote gerencial del alto rango de cualquiera de estas multinacionales habla mejor, digamos, danés que inglés? Bueno, basta con decir que los equipos del DHS (Departamento de Seguridad Interna) están disponibles en el momento que se les notifique, junto con algunos libros Berlitz. ¡Oigan, no somos Bárbaros!

Y hablando de ley, comprometámonos con el tema de los nuevos derechos de los estados.
Lo grandioso acerca de los blancos, y los del oeste en general, es que se pueden acobardar por las referencias simples (ingenuas) de "La Ley", aún cuando ellos mismos son descendientes de siglos de abuso de este mismo principio. ¡Eres ilegal! ¡Respeta la LEY!

Que los perros de la derecha ataquen los derechos de inmigración. Pero, ¿qué es la ley, exactamente? Recuerdo haber respetado los cambios de la ley de inmigración cuando ¡yo mismo me casé con una inmigrante! (¡guau!) Si nos casábamos antes de la fecha X, algo sucedería. Y si esperábamos hasta la fecha Z, AA sucedería. ¡Puaj!

Esta esencialmente reacción violenta racista se tropieza con los divisorios más poderosos norte-sur y este-oeste, mucho más para el horror de Karl Rove y la oligarquía que continuaría con el control de los Estados Unidos. Desde mi perspectiva personal, los abuelos irlandeses de mi madre fueron consideradaos blancos sólo por lo que un amigo alemán-americano en broma denomina "un error administrativo". Hasta el final de la Guerra Civil, el blanco más pálido sobre la tierra,"la raza pálida y con manchas", según palabras de un poeta famoso, legalmente eran considerados no blancos. Cuando la emancipación amenazó con denominar a varios estados del sur "mayoría no-blancos", La Ley cambió milagrosamente para ajustarse a la situación.

De la misma manera la ley ha servido los intereses del imperialismo y la oligarquía a través de la historia. Me encanta contarles a mis estudiantes que la única razón del porqué yo hablo inglés es que los poderes que invadieron el país de mis ancestros hicieron "ilegal" que los indígenas hablaran su propio idioma irlandés. ¡Sorpresa! Nace el Inglés Oficial.

En el reciente Dia Sin Inmigrantes, nuestra escuela participó colocando carteles sobre el techo que decían "Somos todos inmigrantes" en inglés y en español. Aparte de la total ausencia de la cobertura periodística, nos invadieron ciertos autoproclamados especialistas en correcciones, quienes deambularon por la escuela para decirnos que debíamos cambiar los carteles y mostrar inmigrantes "legales". ¿En serio? Los abuelos de mi madre no eran "legales" hasta donde llega mi investigación. Y ¿cómo es que exactamente las familias separan los "buenos" de los "malos" inmigrantes dentro de su propio núcleo familiar? Contrario al mito popular, la abrumadora mayoría de inmigrantes "ilegales" no pasaron por la frontera mejicana. En la mayoría de los casos, son personas que vinieron a estudiar o trabajar, con visas reglamentarias. Tal vez se enamoraron y tuvieron hijos (¡qué asco!) o se quedaron sin dinero para la universidad. Así que se instalaron, y consiguieron trabajos ilegales que abastecieran mucho a la economía en la que todos nos apoyamos. Que Dios no permita que los traten como seres humanos.

Pero hablando de la frontera mejicana, tratémoslo abiertamente. Tuve una charla reciente con mi propio personal, la mayoría de los cuales son inmigrantes que lo "lograron", en el sentido de que ahora han obtenido la ciudadanía y comprado casas, etc. Tal vez sintiéndose culpables por su propio éxito, juegan el papel del Abogado del Diablo: "Pero, Daniel", me dicen. "No vine en un cajón de bananas. Vine legal. ¿Qué pasaría si alguien se metiera en tu casa por la noche, sin tu permiso, y comenzara a vivir allí? ¿No sería un crimen?" No estaba seguro de que estuvieran hablando en serio, así que les tomé la palabra. "Estados Unidos no es una casa." Yo respondo. "Cambiemos la analogía. ¿Qué pasaría, digamos, si en lugar de una casa, estuvieras en una plantación de bananas, y todos aquellos del otro lado de los muros estuvieran muriéndose de hambre? ¿No te sentirías diferente hacia aquel que cavó debajo del muro y robó unas pocas bananas?"

Mi personal, mis colegas, mis amigos, mis conciudadanos se quedaron en silencio. Como Católicos devotos, no pudieron resistirse a la discusión, así que yo (quizás injustamente) me puse al acecho para atacar. Aún tanto los nuevos norteamericanos como algunos otros conocen las realidades más allá de las fronteras. Son volubles. ¿Se dieron cuenta, pregunto, de que la mitad de los seres humanos en el planeta subsiste con menos de un dólar al día? ¿Qué las dos terceras partes subsiste con menos de dos dólares al día? Mi colega dominicana, católica devota que se crió en una granja de café, no lo creía. "Sí", dije. ¿Quienes "SOMOS"? ¿Es todo esto algo que "merecemos"? La población de los estados Unidos consume casi la mitad de los recursos naturales del mundo, sin embargo representamos aproximadamente el 6% de la población mundial. ¿Es esto algo que podamos sustentar?

Nosotros, que ahora residimos dentro de las fronteras definidas por una serie de guerras genocidas y manejamos riqueza y poder ganados a través de la esclavitud y la expropiación, ahora nos sentimos con el poder de cerrar la puerta detrás de nosotros. ¡Ajá! ¡Qué molesto! ¡Consigue tu propio país!

A raiz de la última inundación, usé una analogía disponible: la represa. Me pareció perfectamente lógico,( racistas ausentes que hablan pavadas de cómo los blancos son más productivos), que las represas amenazadas de la región proporcionaran la metáfora perfecta. Dada la disparidad que existe, ¿podría ser la analogía correcta la inundación que los ingenieros están tratando en este preciso momento? Si el nivel en un lado de la represa está demasiado alto, entonces algo se debe hacer para prevenir la ruptura de la represa. Si no quieren eliminar la misma represa, la presión desigual de ambos lados provoca ciertas decisiones: canales de desagües podrían reducir la presión por ahora; reforzar la infraestructura podría contener el agua por ahora. Pero la presión es implacable (sea como sea) no importa si estamos preparados o no.

Elefantes, asnos, y otros animales puede que no sobrevivan a la inundación. Sería prudente que los Demócratas y los Republicanos eligieran una mascota diferente, y no que entierren sus cabezas en la arena como los avestruces deliberadamente ajenas a lo que está por venir.

Traducido por Silvana Mellino

© 2005 Daniel Patrick Welch. Reprint permission granted with credit and link to danielpwelch.com.