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Tomar lo que es nuestro: tierras, fábricas, comercios y bancos
Publie le Jueves 13 de abril de 2006 par Open-PublishingEJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL. MEXICO. COMISION SEXTA DEL EZLN. 10 DE ABRIL DE 2006.
Al pueblo de México.
Al pueblo de Morelos.
A l@s adherentes a la Sexta y la otra en todo el país.
Compañeras y compañeros.
Hermanos y hermanas:
Cuentan nuestros más antiguos, los más anteriores de estas tierras, que
los Tzitzimime, los que son sólo hueso, los del corazón falso, los
devoradores de hombres, persiguieron a Quetzalcóatl y a Mayahuel, y él y
ella se convirtieron en árbol para sostener el techo del mundo.
Así, el viento bueno de quien llevaba el símbolo del caracol, árbol se
hacía para sobre su cabeza levantar el mundo que se había caído.
Hoy, acá en el sur de México, en el sur que era llamado por nahuas y mayas
"el lado izquierdo del Sol", donde se levanta el árbol de las espinas
rojas, recordamos el árbol de vida, lucha y dignidad que fue nuestro
general Emiliano Zapata Salazar, y traemos el mensaje de la otra campaña y
de la Sexta declaración, el mensaje de lucha de abajo y a la izquierda que
se encuentra en el sur, en el lado izquierdo del Sol, con todos los que
luchamos por un México más justo, más libre y más democrático, es decir,
por otro México.
Y decimos esto porque bien sabemos que cada tanto la sangre del general
Emiliano Zapata vuelve a hervir en los campesinos de Morelos y en todos
los hombres, mujeres, niños y ancianos morelenses.
Y eso vemos que pasa ahora en Tlalnepantla, en Tetela del Monte, en
Ocotepec, en Tetelcingo, en Cuautla, en Anenecuilco, en Tecomalco, en
Zacatepec, en Tlaquiltenango, en Jojutla, en la Barranca de los Sauces y
en toda la tierra de Morelos que mal gobierna ese idiota del Partido
Acción Nacional, Sergio Estrada Cajigal.
Porque bajo estos cielos hemos escuchado y sentido que la tierra muere y
que con ella mueren también los árboles que sostienen el mundo.
No sólo los árboles que pretenden ser destruidos por los malos gobiernos
del PAN en la Barranca de los Sauces, en la Colonia Acapatzingo de
Cuernavaca, Morelos.
También quieren matar, junto con la naturaleza, a los árboles que somos
todos y todas, que con nuestra lucha queremos levantar el mundo que han
caído los nuevos devoradores de hombres, es decir, los grandes
propietarios de la banca, la industria, el comercio y las tierras y aguas,
ellos y sus sirvientes, los partidos políticos de arriba.
Ellos, nuestros enemigos, son quienes nos despojan de la tierra como
campesinos que somos, los que con los engaños del Procede y el Procecom
roban al campesino y al comunero, al ejidatario, su tierra; los que hacen
que sean baratos los productos que hacemos nacer del campo; los mismos que
envenenan la tierra con sus semillas transgénicas, sus fertilizantes e
insecticidas; los mismos que, empobreciendo el campo, nos obligan a
emigrar a las ciudades y a Estados Unidos por causa de que no tenemos
trabajo digno ni precio justo; los mismos que nos explotan como
campesinos, obreros agrícolas, jornaleros, ejidatarios, comuneros,
pequeños productores, pueblos indios.
Para resistir, para enfrentar, para derrotar a esos enemigos, tenemos que
unirnos todos. Unirnos como productores del campo, pero también unirnos
con los trabajadores de la ciudad y con todos y todas aquellos y aquellas
que son despreciados, humillados y reprimidos por los grandes señores del
dinero.
Tenemos entonces que unirnos para volver a plantarnos como el árbol que
sirve para levantar el mundo que los ricos han tirado al abismo del
capitalismo.
Tenemos que hacer hervir de nuevo la sangre de Emiliano Zapata en nuestras
venas y, como él, no para tomar el poder, sino para levantar desde abajo,
creciendo con la gente humilde y sencilla, un movimiento que derroque a
los malos gobernantes, limpie nuestra patria de esos ladrones capitalistas
e inicie la construcción de otra patria, de otro país, de otro México.
Hoy nos encontramos al lado del Morelos rebelde y digno, del que lucha por
el respeto a la naturaleza, por la restitución de las tierras a las
comunidades, por el respeto a nuestra cultura y derechos como indígenas,
por precios justos, por tierra y libertad.
Hoy, como otra campaña, les decimos que es necesario que vuelva a andar
Emiliano Zapata con nuestros pasos, que es necesario levantarnos contra el
rico y contra quien lo sirve, que es necesario tomar con nuestras manos lo
que es nuestro: la tierra, las fábricas, los comercios, los bancos, la
salud, la educación.
Hoy debemos seguir luchando, sí, pero ya no solos, sino unidos todas y
todos los que, abajo y a la izquierda, somos el árbol que somos para
levantar el mundo, pero ahora otro mundo, nosotros, nosotras, la otra
campaña, el árbol que somos de la vida.
Desde la Barranca de los Sauces, en Cuernavaca, en el otro Morelos,
esperando para enfrentar el desalojo que pretenden los malos gobiernos
panistas y saludando a nuestro general en jefe Emiliano Zapata Salazar.
Subcomandante insurgente Marcos.
Comisión sexta del EZLN.